UD ALMERÍA 0-3 CA OSASUNA | EL ACTA DE VICANCOS

Mucho descanso y nulo rédito

Marezi busca conectar con el esférico tras un desplazamiento largo.

Marezi busca conectar con el esférico tras un desplazamiento largo. / Javier Alonso (Almería)

El éxito, entre comillas, le duró poco a Pepe Mel. Más bien la victoria en Las Palmas, que bien podría haberla logrado en otra jornada anterior Garitano, pues la UDA siguió en el Gran Canaria por la línea que últimamente estaba marcando. Me refiero a todo esto porque me da la sensación de que Mel pecó de triunfalismo (quizá influenciado por los típicos comentarios sin sentido de más de uno y de dos) y de confianza en una plantilla que casi ya creyó conocer al dedillo.

Si no, resulta inexplicable la alineación inicial de un más que inoperante Marezi, acompañado de un Arribas sin ritmo y sin apenas minutos disputados en este mes que se extingue. Claro que en los tempraneros tantos encajados nada tuvieron que ver ambos jugadores, o sí, porque Arribas careció de disciplina en el primero de Osasuna. De cara a presentar un once de garantías, la pifió Mel en su estreno en el Power Horse.

Para intentar abrir la lata o para tener que remontar, como así se presentó, un once sin Lopy, Luka o Baptistao no era lo más recomendable. Uno a veces recuerda a Del Bosque, cuando siempre alineaba en el Real Madrid, o en la Selección, lo más parecido a la lógica si no tenía a algún jugador tocado. Por eso, sin ser nada del otro mundo y sin dejarse notar en el banquillo, Del Bosque logró el título más grande de la historia del fútbol español.

Volviendo a nuestra cruda realidad, y con independencia de los jugadores de ataque mencionados, la UDA exhibió en los diez primeros minutos un resumen de toda la temporada, pues como esta vez bien indicó Mel en la rueda de prensa anterior al choque, este equipo no es colista por una sola cosa. La jugada del primer tanto rojillo la he visto, por desgracia, varias veces. Sin ir más lejos me viene a la mente el encuentro en Valencia, y varios más.

Pepe Mel sonríe minutos antes del comienzo del encuentro. Pepe Mel sonríe minutos antes del comienzo del encuentro.

Pepe Mel sonríe minutos antes del comienzo del encuentro. / Javier Alonso (Almería)

Eso de vencerse toda la zaga al mismo lugar dejando libre y con tiempo al oponente para armar su disparo dentro del área, es una acción defensiva “made in UDA”. Hasta se unió a la fiesta defensiva rojiblanca, tipo vintage, un Maximiano que no erraba desde el año pasado. De nuevo el meta luso metió la pata, nunca mejor dicho, en un balón que en esa disyuntiva siempre debe de ir hacia un lado.

Otra cosa es el grave error de los colegiados, sobre todo de los de la sala VOR. No importa que de nuevo yerren en contra de los intereses de la UDA o de cualquier otro equipo, no habrá castigo alguno por una errata tan clara y trascendente, como si se cobijaran en una república independiente arbitral tan bananera como dictatorial. Y así lo parece, porque por deméritos en su profesión ellos nunca serán castigados, y los que denuncian dichos deméritos con toda la razón, sí lo son, como Melero.

Al final, tanto día libre concedido a unos jugadores que no lo merecieron pese a su única victoria, no sentó nada bien, ni siquiera al mismo Mel, que como claro objetivo se debería marcar el intentar acabar esta insufrible temporada en el penúltimo lugar de la clasificación, una meta al alcance de la mano. Sin duda alguna, sería un acicate para la entidad de cara a la siguiente campaña. La afición, no merece menos.

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