Los bailes de ánimas recorren las calles de Vélez Rubio después de 40 años
El júbilo se desató en las calles y los comercios velezanos al son de su tradición más ancestral
Al paso de la cuadrilla, se veía la alegría en los rostros de quienes salían a su paso
Han tenido que pasar 40 años para que Vélez Rubio recupere sus tradicionales bailes de ánimas. Un nutrido grupo de cuadrilleros ataviados de bandurrias, guitarras, platillos y panderos han recorrido las calles del municipio en busca de aguinaldos que rifar en los dos bailes que se celebrarán a lo largo de esta Navidad, el primero el pasado sábado y el día 22 de diciembre. El júbilo se ha desatado en las calles y los comercios velezanos al son de su tradición más ancestral. Una novedad para los más jóvenes y un recuerdo teñido de añoranza para aquellos que lo vivieron en su juventud y que han visto como la emigración de los años 70 y 80 del siglo pasado y el abandono de las costumbres redujeran a la mínima expresión tradiciones tan velezanas como la cuadrilla de ánimas.
Pero gracias al empeño del presidente del club Lago del Mesón, Antonio Viezma, la asociación de comerciantes de Vélez Rubio, Acove, y de los propios cuadrilleros, vuelve a resurgir una tradición que nunca tenía que haberse perdido. Para Maribel Sánchez, presidenta de Acove, “la cuadrilla es una tradición que hay en el pueblo y no se puede perder. Por ello, desde la asociación queremos colaborar en mantener las tradiciones a la vez que, con esta iniciativa, animar a los vecinos e incentivar el comercio”.
Al paso de la cuadrilla, por las calles y los comercios de la localidad se veía la alegría en los rostros de quienes salían a su paso. Como Resurrección Teruel, de 90 años, hija y hermana de cuadrilleros, que se emocionaba al escuchar los trovos del guion Antonio Andreo “El Cucharón” en la plaza de la Encarnación. O de Ricardo Gea, un emigrante afincado en Badalona que ha vuelto a la tierra de sus padres 30 años después y nunca había escuchado cantar a la cuadrilla. Al entrar en los establecimientos y en los hogares particulares la cuadrilla pregunta al anfitrión “rezo o canto”.
Así se continúa con la larga tradición velezana de las ánimas benditas, asociaciones de fieles cristianas que rezaban por los difuntos y ayudaban a las familias más necesitadas desde el siglo XVI. En casa “el cucharón” maestro del trovo va improvisando letras dedicadas a los anfitriones para sacarle el aguinaldo que ha ido desde un jamón, embutidos, dinero o vales para gastar en los comercios de Acove como ha hecho el ayuntamiento de Vélez Rubio.
Finalmente, Antonio Viezma se ha mostrado muy satisfecho por la gran acogida del pueblo. Este primer baile ha sido todo un éxito de participación llenando el salón del Club Lago del Mesón donde se ha rifado todo lo que se ha recogido en los donativos destinando el dinero recaudado, desde Asuntos Sociales Municipales, a la ayuda de personas necesitadas de Vélez Rubio.
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