El Boletín Oficial del Estado publica hoy la Orden por la que se establece un plan de gestión para la conservación de los recursos pesqueros demersales en el mar Mediterráneo, una norma cuya publicación ya se esperaba para estos días después de los encuentros por videoconferencia días atrás del sector con la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz. Esta orden viene a desarrollar en el marco nacional el reglamento europeo, “de un reglamento malo, una orden mala. No se han respetado las líneas rojas marcadas por el sector”, señala José María Gallart, gerente de la Asociación de Empresarios de la Pesca de Almería (Asopesca), vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE) y miembro de la junta directiva de la Confederación Española de la Pesca (Cepesca).

El nuevo plan de gestión se establece a través de la gestión y asignación del esfuerzo pesquero en las pesquerías de la modalidad de arrastre de fondo, así como el establecimiento de vedas para las flotas que utilicen artes de arrastre de fondo, anzuelos o enmalles dirigidas a la captura de las especies de merluza europea, gamba blanca, cigala, salmonete de fango, gamba roja del Mediterráneo y langostino moruno. La orden afecta a las pesquerías de la provincia de Almería al encontrarse en la subdivisión geográfica de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (zonas GSA) 1 y 2.

Existe el compromiso por 'pelear' la modificación del artículo 11 del reglamento europeo el año próximo

En cuanto a la asignación de días, se basará en el esfuerzo total permitido para todos los buques de la modalidad de arrastre de fondo del caladero Mediterráneo en función de su actividad pesquera desarrollada históricamente. Asimismo, la base del cálculo de la asignación se realizará de forma anual en función de la cifra de días de pesca atribuidos al España por el Consejo de la Unión Europea, mediante la adopción del correspondiente Reglamento. Dichos días estarán estratificados por segmentos de eslora de los buques y clasificados en función de la pesquería de especies costeras demersales y de especies de profundidad. Las cofradías de pescadores, organizaciones de productores pesqueros y otras entidades representativas del sector pesquero podrán solicitar la gestión conjunta de los días de pesca asignados a sus respectivos buques asociados con carácter anual.

Para toda la flota de arrastre nacional que faena en el Mediterráneo se contemplan en torno a 110.000 que serán los que se tengan que repartir, “este año, por las medidas generadas a partir de la crisis sanitaria por la COVID-19, no creo que tengamos problemas. Pero el año que viene será otro tema”, puntualiza Gallart.

Los cierres espacio-temporales son el otro gran obstáculo para las embarcaciones. El artículo 11 regula las vedas, que, según lo publicado hoy, para la zona de Almería sólo afecta a la subdivisión GSA-2 correspondiente al área de la Isla de Alborán. Así recoge la orden textualmente: “Queda prohibida la pesca con artes de arrastre en profundidades menores de 100 metros en la zona de la isla de Alborán, conforme a lo establecido en la orden APA/767/2018, de 19 de junio por la que se modifica la Orden de 8 de septiembre de 1998, por la que se establece una reserva marina y una reserva de pesca en el entorno de la isla de Alborán y se regula el ejercicio de la pesca en los caladeros adyacentes”. Si bien, de acuerdo al artículo 11.3 del reglamento europeo, las zonas de veda se ampliarán en 2021, “la flota pesquera del Mediterráneo va a tener muchos problemas, hay sitios en que los barcos ni podrían pescar”, dice Gallart, quien traslada que hay un compromiso formal de la Secretaría General de Pesca que ha pedido el apoyo de la Europche, la patronal europea del sector, del Medac ( Consejo Consultivo del Mediterráneo ) y demás para tratar con el Parlamento y la Comisión la modificación del reglamento el próximo año. “La redacción europea de este artículo 11 es política porque el propio Stecf (Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca) en palabras de su secretaria general ha dicho que es una veda política sin razón biológica”.