Una labor milenaria

Huércal Overa recupera el arte del bordado con bolillos

  • Las encajeras han movido las manos con gran destreza durante toda la jornada en el XII Encuentro de Encajeras de Bolillo en el que se han dado más de 500 artesanos

Huércal Overa recupera el arte del bordado con bolillos

Huércal Overa recupera el arte del bordado con bolillos

Cuántas veces habremos pronunciado o escuchado la expresión: `hacer encaje de bolillos´, cuando nos hemos enfrentado a una situación complicada cuya gestión ha sido más compleja aún para poder obtener resultados excepcionales. Miles. Y es normal. Va como anillo al dedo.

Ante todo: destreza, paciencia y templanza son los requisitos primordiales que requiere el arte del bordado con bolillos. Un arte cuyo origen sigue siendo incierto, pero que perdura a lo largo de los siglos pasando de generación en generación y que no ha logrado hacer desaparecer ni la máquina de bordar.

Huércal-Overa siempre ha estado vinculada a esta tradición artesanal, y tras tres años de pandemia, hoy ha recuperado una las citas en las que el municipio recibe la visita de amantes de este arte llegado de muy diversos puntos de la geografía española. Hablamos del Encuentro de Encajeras de Bolillo, que con la de hoy, cumple doce ediciones. El propio alcalde de la localidad, Domingo Fernández, ha recordado la importancia del encaje de bolillos en la economía de Huércal Overa “han sido muchas las mujeres que han aprendido esta técnica de generación en generación, en el hogar, heredando los conocimientos y los patrones de madres e hijas. Sin olvidar que en su tiempo fue una importante fuente de ingresos para ayudar a las economías familiares”.

Una tradición laboriosa que entiende de paciencia y destreza pero no de género. Una tradición laboriosa que entiende de paciencia y destreza pero no de género.

Una tradición laboriosa que entiende de paciencia y destreza pero no de género.

Era muy común la realización tanto de bordados como de encajes en común. Un lugar de encuentro y charla para las mujeres, normalmente sentadas en la calle, y eso es lo que ha recuperado el municipio, considerado Villa Tradicional de Bolillo Andaluz. La cita, en la Plaza Mayor que se ha llenado de acericos, alfileres, patas, mandriles y por supuesto bolillos, invitando así a lugareños y visitantes a disfrutar de este arte en directo y ver cómo las participantes han compartido experiencias, trucos y trabajos mientras movían con destreza sus curtidas manos. El objetivo es “hacer partícipes a los vecinos y que puedan disfrutar del encaje que ha sido el oficio de tantas vecinas de nuestro pueblo durante años y que está ligado a nuestras raíces y cultura”, destacó el alcalde, Domingo Fernández. Una labor que sirve además de para elaborar auténticas piezas de arte, para ejercitar las manos y también la mente, sin duda.

Más de una veintena de asociaciones han acudido al encuentro. Más de una veintena de asociaciones han acudido al encuentro.

Más de una veintena de asociaciones han acudido al encuentro.

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La XII edición de este encuentro ha demostrado que siguen siendo muchos los amantes de los bolillos, y es a la invitación del consistorio han respondido multitud de vecinos que no han querido perderse la cita. Un agradable día de convivencia organizado por el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Bienestar Social en colaboración con la Asociación La Cuna del Bolillo.

 

Una jornada que se ha iniciado a las 9 de la mañana con la recepción, tras la que se ha sucedido el tradicional desayuno con productos artesanos del municipio para las participantes y la esperada demostración de encajes de bolillo. Tras esto, un almuerzo, que se ha celebrado en la misma plaza prolongando así la convivencia entre todas las mujeres que han venido al encuentro. A la jornada no le ha faltado detalle, puesto también ha habido hueco para la música y el baile con la actuación de Los Intocables.

Las manos no entienden de género

El alcalde, domingo Fernández, junto a los concejales María José Viúdez, María del Mar Meca y Adrián Ramos han hecho entrega de un recuerdo a las 24 asociaciones participantes y a las bolilleras y al bolillero de mayor edad que han participado, Lucía (Asoc. Torrebermeja de Antas), Mari Ángeles (Asoc. Flor de Guipur de Olula del Río) y Manolo Ramón (Asoc. de Bolilleras de Benalmádena). Y es que este oficio no entiende ni de edades ni de género. Solo entiende de destreza, pasión y paciencia. 

Durante el encuentro, el primer edil huercalense  ha querido agradecer "a las Cofradías, asociaciones y comercios locales por su participación, mostrando parte de las tradiciones y patrimonio de nuestro municipio".

El encanto del tintinear de los bolillos

Años atrás, en el municipio, en muchas ocasiones, lo habitual al caminar por la Villa era ver a las encajeras en la soledad del encanto del tintinear de los bolillos de madera, y en otras, en pequeños grupos sentadas en los poyales de piedra o en las sillas de madera y enea, a las puertas de las sus casas, con las almohadillas sujetas entre las piernas y apoyadas, en su cabezal, a otra pequeña silla. Una estampa que forma parte de la cultura de la Villa y recuerdo de muchos de los huercalenses por ser quienes lo hacían o descendientes de las encajeras a las que tantas veces vieron en este marco crear auténticas piezas de arte.

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