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Los municipios donde probar los mejores mantecados artesanales
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Mantecados de Fondón, una tradición centenaria que endulza la Navidad
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Merengues, chocolates, mantecados, la dulce tradición de Dalías
Conocido coloquialmente como ‘el pueblo de los mantecados’ gracias a los exquisitos dulces navideños de la empresa ubicada en su municipio: Camp Fondón. El mantecado de Fondón es uno de los más conocidos de la provincia, y hasta el municipio se desplazan numerosos turistas que visitan el pueblo con el objetivo de adquirir unos cuantos de estos dulces que elaboran de forma artesanal y “con mucho mimo” según Blanca Campos, hija del gerente de la fábrica.
Otro de los clásicos de la Alpujarra. Merece la pena desplazarse hasta el primer pueblo del Andarax para degustar uno de los Mantecados de Laujar, que no dejan a nadie indiferente. Este pueblo, más conocido por el renombre de sus vinos, también es una de las cunas del dulce artesanal de la provincia.
Este bonito pueblo del poniente conocido por su pirotecnia, también guarda un tesoro muy dulce. Los mantecados de la Pastelería Escobar, son un auténtico manjar elaborado con productos naturales y sin conservantes que es obligatorio probar si visitas el municipio en la época navideña. Están hechos y envasados a mano con todo el cariño de los maestros artesanos de este municipio.
La Panadería Matilla es otra de las grandes cunas del dulce navideño almeriense. Roscos de anís, de vino, hojaldradas, cocada y mantecados de almendra son los los dulces caseros que se pueden encontrar en este precioso pueblo, donde el trato con el que te lo venden le da un valor añadido a un dulce que es sin duda una auténtica joya.
En esta pedanía del municipio albojense podemos encontrar los mantecados ‘serenaos’, un mantecado de vino que se fabricaba la noche de antes y se ponía a orear, de manera que una vez horneado cobra una textura semejante al hojaldre. Se trata de uno de los mantecados más característicos y peculiares de la zona.
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