El lado oscuro de Almería

¿Actuó el Grapo en Almería?

  • La sucursal de Caja Madrid ubicada en la calle Doctor Gómez Ulla fue víctima de un atraco a punta depistola el 4 de octubre de 1991. Dadas las características y su profesionalidad se cree que pudiese ser obra de la banda terrorista

Imagen del GRAPO.

Imagen del GRAPO.

Félix García Luque, que en el año 1991 contaba entonces 27 años de edad, apoderado de la sucursal de Caja Madrid en Almería, no podrá olvidar la nubosa mañana del 4 de octubre. Faltaban escasamente unos cinco minutos para las ocho de la mañana. Puntualmente como cada día, el empleado de la entidad se disponía a abrir la entidad bancaria para iniciar la jornada laboral. Tras abrir la puerta exterior de la calle, introdujo una nueva llave en la cerradura de acceso a la segunda puerta de la entidad, cuando de repente un individuo entró rápidamente tras él, cortándole el paso al mismo tiempo que le colocaba el cañón de una pistola en la cabeza. Solo dijo dos palabras y un gesto altamente significativo.

Félix García Luque, que en el año 1991 contaba entonces 27 años de edad, apoderado de la sucursal de Caja Madrid en Almería, no podrá olvidar la nubosa mañana del 4 de octubre. Faltaban escasamente unos cinco minutos para las ocho de la mañana. Puntualmente como cada día, el empleado de la entidad se disponía a abrir la entidad bancaria para iniciar la jornada laboral. Tras abrir la puerta exterior de la calle, introdujo una nueva llave en la cerradura de acceso a la segunda puerta de la entidad, cuando de repente un individuo entró rápidamente tras él, cortándole el paso al mismo tiempo que le colocaba el cañón de una pistola en la cabeza.

Solo dijo dos palabras y un gesto altamente significativo.El atraco a la sucursal de Caja Madrid, situada en aquellas fechas  en pleno centro de la capital, en la plaza del Dr. Gómez Ulla junto al edificio de Correos y Telégrafos y cuyos asaltantes se apoderaron de unos treinta millones de pesetas, pasará a la historia negra de Almería, por ser el mayor atraco a una entidad bancaria perpetrado en la provincia en toda la historia cuyos autores no llegaron nunca a ser detenidos. Desaparecieron si dejar ninguna pista. Dadas las características y profesionalidad en que fue cometido el atraco provocó que la sospecha de que el mismo  hubiese sido obra del grupo terrorista GRAPO.

Sucursal de Caja Madrid. Sucursal de Caja Madrid.

Sucursal de Caja Madrid. / D.A. (Almería)

Extremo éste que se manejó en distintas fuentes de la investigación aunque ninguna autoridad se pronunció al respecto. En ese año varios miembros  de la banda cumplían condena en la prisión almeriense. Entre ellos  Francisco Brontos Beneyto  uno de los miembros históricos del GRAPO quien procedente del Hospital General Penitenciario de Madrid ingresó en Acebuche el 18 de enero de 1988 después que fuese detenido en Alicante junto al comité central de la organización cuando ya asumía la jefatura de la organización. Además, ya llevaban varios años encarcelados en Acebuche,  Fernando Hierro Chomon- otro de los históricos- junto a José Ramón Tejeilo, Joaquín Calero Arcones, Joaquín Vieite Santos, Antonio Pedrero Donoso y José Francisco Tapia Segura.

Esa mañana de octubre, dos individuos, a cara descubierta, con traje y corbata, de los que no volvieron  a saberse nada mas, armados con pistolas automáticas mantuvieron a raya a los empleados de Caja Madrid durante casi una hora. Tras penetrar en el establecimiento uno de los atracadores acompañó a punta de pistola al apoderado y  de inmediato el segundo de los individuos entró con paso decidido al interior del establecimiento, dirigiéndose rápidamente hasta el despacho de dirección donde se encontraba una sofisticada caja fuerte, obligando a uno de los empleados pistola en mano a que introdujera la clave y la abriese.Anteriormente el otro atracador conminó a uno de los cajeros, a que desconectara los sistemas de alarma de la entidad y apagara el circuito cerrado de grabación interna de las cámaras de televisión del banco.

No se pudo encontrar a los autores del mayor robo perpetrado en la provincia de Almería

Mientras se producía el atraco fueron llegando el resto de los empleados, e incluso un cliente, que sorprendidos por los individuos fueron encañonados y obligados a colocarse de espaldas fuera del patio de operaciones.Los individuos fueron descritos como de unos treinta años de edad, aspecto normal, bien vestidos, de estatura media y con acento castellano, que se movían tranquilamente por las dependencias del banco dando muestras de una gran serenidad  mientras esperaban que se abriera la caja fuerte de apertura retardada. Calcularon todos sus movimientos. Cincuenta minutos permanecieron en el interior de la entidad bancaria y desde el exterior nadie advirtió movimientos extraños en el establecimiento.Una vez abierta la caja fuerte, cuidadosamente fueron guardando el dinero en una gran bolsa deportiva de color azul, no sin antes desvalijar el cajero automático.

Con el dinero en su poder, los dos sujetos fueron maniatando con cintas de esparadrapo a los empleados, encerrándolos posteriormente en una de las dependencias del local, utilizadas como archivos. Desaparecieron, antes de que diesen las nueve de la mañana.Minutos mas tarde, los empleados lograron salir del encierro y activar la alarma. La Policía se presentó varios minutos mas tarde. Desde la sala operativa del 091 se activó el dispositivo antiatracos previsto para estas ocasiones, cerrándose de inmediato todas las salidas por carretera desde la capital.

Estos controles se efectuaron también en el aeropuerto, estaciones de ferrocarril y autobuses y recinto portuario. Numerosos vehículos radiopatrullas recorrieron las calles de la capital buscando a los atracadores, cuyas características morfológicas y vestimenta habían sido aportadas por los empleados de la entidad bancaria, "peinando" todos los barrios del extrarradio, mientras la Guardia Civil colaboraba en la búsqueda situando controles a lo largo de la carretera nacional 340 y carreteras locales y comarcales sin ningun resultado.A los atracadores se "los tragó la tierra". El caso se cerró. La sangre fría de los asaltantes y la posibilidad de que tuviesen cierta información sobre el dinero existente ese día en la entidad, especuló la posibilidad de que los autores fuesen miembros de la organización terrorista GRAPO, extremo éste que no fue nunca confirmado ni desmentido por la policía almeriense.

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