De Almería a Leópolis en alta velocidad: los 3.300 kilómetros del Corredor Mediterráneo
Comunicaciones
Será el único eje ferroviario y el más extenso que recorra Europa por completo de oeste a este, tal y como recoge la reciente revisión aprobada en Bruselas del reglamento de esta red de transporte
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El Corredor Mediterráneo conectará el sureste español con Europa del Este en el horizonte de 2030 y permitirá recorrer los más de 3.350 kilómetros que separan Almería de Ucrania -un trayecto que requiere en coche 35 horas ininterrumpidas- mediante el ferrocarril de altas prestaciones, el medio de transporte de pasajeros y mercancías más eficiente, sostenible y menos contaminante. El acuerdo de las grandes fuerzas políticas en Bruselas ha permitido aprobar una revisión del plan para la red transeuropea de transporte (RTE-T) que permite recuperar el Corredor Mediterráneo su longitud máxima, con la que se había configurado inicialmente en 2011, después de años de incertidumbre y reajustes de un mapa que perdería transversalidad y moriría en Croacia sin llegar a pisar la localidad fronteriza de Záhony en Hungría. Sin embargo, el Parlamento Europeo no sólo ha reconducido este eje estratégico para que llegue hasta Ucrania, sino que además penetrará hasta Lviv (Leópolis).
La infraestructura recupera su trazado original gracias a la presión que ha ejercicio el lobby empresarial y el Gobierno de España durante la presidencia rotatoria de la UE convirtiendo al Corredor Mediterráneo en el más extenso y el único que conecte el continente de oeste a este. La aprobación del nuevo reglamento de los corredores salió adelante con 565 votos a favor, 29 abstenciones y 37 en contra (entre los que se encuentran los del PP español, Vox e IU). El plan aprobado por la Eurocámara supone un hito para la conectividad sostenible de Europa con trenes que circularán a partir de 2030 por la red principal básica a una velocidad mínima de 160 kilómetros por hora para pasajeros y 100 kilómetros hora para las mercancías y cruces transfronterizos que se completarán en menos de 25 minutos. Todos los países deberán pasar a un sistema único de gestión del tráfico antes de 2040. Mientras España y Francia negocian cuándo debe terminarse su interconexión de alta velocidad, Ucrania también debe incorporar el ancho internacional a su red ferroviaria construida con el ancho ruso que es un poco más estrecho que el ibérico que actualmente tienen los trenes de Almería.
Josep Vicent Boira, comisionado del Gobierno para el desarrollo del Corredor Mediterráneo, explica que se convierte en el único eje ferroviario que conectará el oeste y este continental y además se adentra en Ucrania vinculado el sur de Europa con este país en una futura reconstrucción y proceso de integración, además de enlazar los puertos mediterráneos con el mar Negro y en el futuro con las líneas que conducen a Asia Central. El eje mediterráneo se ha convertido en los últimos veinte años en un símbolo que rompe el paradigma de la España radial. Con la reciente actualización de las redes intermodales de la UE (ferrocarriles, carreteras, vías navegables y rutas de transporte marítimo a través de puertos y terminales) se configura como un gran vector suroeste-noreste de gran futuro logístico para las mercancías y enorme potencial en el tránsito de pasajeros, uniendo regiones con importantes puertos, zonas turísticas, industriales y servicios de ancho internacional.
Esta arteria en construcción será clave para la exportación y competitividad del litoral mediterráneo, una franja que aglutina el 50% de la población del país, el 47% del tejido empresarial, 63% del tráfico de mercancías portuarias y que aporta el 45% del PIB, 51% de las exportaciones y la mitad del turismo que recibe España. Es uno de los nueve corredores europeos con subvención comunitaria, una infraestructura estratégica que va a cambiar la actual concepción del transporte de mercancías en el sur del continente con una previsión de aumento de un 29% de los envíos en el arco mediterráneo. La nueva planificación no se quedará en Almería, no será la última parada, y este eje ferroviario llegará hasta Algeciras, en una fase posterior de la red básica ampliada que se ha programado en el horizonte de 2040 junto la finalización de proyectos de gran escala como las conexiones ferroviarias transfronterizas.
Todo el Corredor Mediterráneo en los mil kilómetros que separan Almería de la frontera francesa ya se están adaptando al ancho internacional para poder enlazar con el resto de Europa sin ningún tipo de trasbordos ni cambios en frontera. En los últimos meses se ha logrado desbloquear el único tramo que estaba pendiente de la línea de Alta Velocidad que unen Almería y Murcia, el de la integración en Lorca con la ejecución de un túnel y la nueva estación en Sutullena, por lo que actualmente ya depende única y exclusivamente del ritmo de las obras. En los poco más de 107 kilómetros que tiene en la provincia, hay tres tramos que superan el 60% de ejecución, mientras que irían con más retraso el de Pulpí-Lorca y la segunda fase de la integración ferroviaria en la capital almeriense. El compromiso del Gobierno es culminar todos los trabajos a lo largo de 2026 y en los últimos años ha incrementado la inversión del ADIF de forma considerable para que se cumpla el pronóstico. A falta de conocerse las partidas destinadas en 2024, porque los Presupuestos Generales del Estado se han prorrogado, fueron 132,8 millones de euros en 2022 y 182,8 en 2023.
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