Almería, 10 kilómetros más cerca de Málaga por la Autovía A-7
La ministra Ana Pastor inaugura los dos tramos Taramay-Lobres y Lobres-Guadalfeo
Almería está desde ayer diez kilómetros más cerca de Málaga con la puesta en marcha de dos nuevos tramos de la Autovía del Mediterráneo a su paso por Granada. La ministra de Fomento, Ana Pastor, asistió ayer a la puesta en servicio de los tramos Taramay-Lobres y Lobres-Guadalfeo de la A-7. Son 10 kilómetros de autovía que suponen una alternativa más rápida, cómoda y segura frente al tránsito por la carretera N-340, que hasta ahora utilizaban los almerienses para llegar a Málaga.
Los 16.876 vehículos que de media circulan diariamente por este tramo de la carretera N-340 (a su paso por Granada), con puntas muy superiores en los meses estivales y un porcentaje del 6% de vehículos pesados, se verán beneficiados por esta nueva infraestructura.
El presupuesto de inversión asciende a 246,3 millones de euros, de los cuales 209,5 corresponden a la obra Taramay - Lobres y 36,8 millones a la obra Lobres - Guadalfeo. De estos importes, la obra Taramay - Lobres se ha ejecutado bajo la modalidad de abono total de precio al término de la obra o "método alemán". La obra Lobres - Guadalfeo, se ha financiado con cargo a los fondos FEDER 2007-2013 de la Unión Europea.
Esta es una muestra del compromiso del Ministerio de Fomento con la Autovía del Mediterráneo en la provincia de Granada, donde se persigue el objetivo de unir por una vía de gran capacidad Málaga, Motril y Almería, y sus costas del Sol, Tropical y de Almería, que albergan importantes centros urbanos, turísticos y hortofrutícolas. Tras esta puesta en servicio solo restan tres tramos para completar la Autovía del Mediterráneo, A-7.
El primero de los tramos de autovía abierto hoy al tráfico, Taramay - Lobres, cuenta con una longitud de 7,8 kilómetros. Está compuesto por dos calzadas de 7,0 metros de anchura, en las que se alojan dos carriles de circulación por sentido de 3,50 m, arcenes exteriores de 2,50 m e interiores de 1,00 m, separadas por una mediana de anchura variable. En esta actuación se distinguen dos subtramos diferenciados: El primero, entre Taramay y la rambla de Molvízar, discurre por un terreno muy accidentado que ha obligado a construir un túnel importante, el túnel de Itrabo, formado por dos tubos gemelos de dos kilómetros de longitud. Se completa con dos viaductos, el viaducto de Taramay de 568 metros de longitud, y el viaducto sobre la rambla de Molvízar de 436 metros de longitud, y un trazado a media ladera en el resto, con importantes desmontes. Y en el segundo, entre la rambla de Molvízar y el final del tramo, la traza discurre sobre un terreno suave. En este subtramo se ha ejecutado un enlace tipo diamante con glorieta inferior del que parte un ramal bidireccional que conecta con la carretera de titularidad provincial GR-5300.
El tramo Lobres - Guadalfeo cuenta con una longitud de 2,3 km, y se caracteriza fundamentalmente por la construcción del Viaducto del valle del río Guadalfeo de 536 metros de longitud y un total de 11 vanos, de los cuales seis de ellos son de vigas artesa prefabricadas y luces comprendidas entre 33 y 48 metros; cuatro de vigas cajón y luces comprendidas entre 34 y 38 metros, y un puente arco de 140 metros de luz para salvar el río Guadalfeo. La cimentación es de tipo profunda y se ha ejecutado mediante pilotes a rotación y pilotes hincados.
Con la puesta en servicio de ambos tramos de autovía se completa en 10,1 km la Autovía del Mediterráneo, A-7, a su paso por la provincia de Granada, atravesando los términos municipales de Almuñécar, Ítrabo, Molvízar, Salobreña y Motril.
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