Aulas llenas, mercado vacío

Mari Carmen camina a toda prisa por la avenida Mediterráneo. A su hija a veces parece que le cuesta seguir sus pasos. Mira el reloj, "anda, vamos". Pese a que la directora del centro le había asegurado que habría clase, "dentro se comentaba en pequeños corrillos que sólo estaría ella, un conserje y un profesor". Mientras avanzaban, con la hora justa por la calle, en colegios como el Miramar o el Lope de Vega era necesaria la intervención de un cerrajero o personal del Ayuntamiento para poder anular la estrategia de los huelguistas. "Ha mejorado mucho con respecto a anteriores movilizaciones, ahora ya no vale la tradicional silicona, usan pegamento y clavos", dice la directora de este segundo centro, Julia Peña, "por eso no hemos podido dar clases matinales". Igual que ella, el personal del Ginés de los Ríos también encontró el candado de entrada con silicona. "Niños y profesores han venido a clase", aseguran. El conserje del centro de El Puche tomó la decisión: él mismo rompería los dos cierres trucados. "Apenas han venido niños", asegura.

En uno de los bares que rodean el polideportivo Rafael Florido televisan, cuando quedan escasos diez minutos para las nueve de la mañana, el debate en el Congreso de los Diputados. Los clientes no quieren perder detalle y uno de ellos le dice al camarero que suba un poco el volumen. "A ver qué quieren estos hacer con la huelga", exclama. Miguel Clemente camina acompañado de una adolescente. "Vamos al instituto, no me han avisado de nada". La rapidez con que habla denota que la hora de entrada ya ha pasado. Dos madres hablan, en la esquina de una calle frente al quiosco donde acaban de comprar el periódico. "Iba a llevar a mi bebé a la guardería, pero la mayor parte de las maestras son de fuera de Almería y ayer no me aseguraron que fueran a venir". Los mayores, los que ya dejaron de lado la enseñanza Secundaria, se han sumado de un modo casi masivo a la huelga general, no acudiendo a sus clases en la Universidad de Almería. No obstante, fuentes de esta institución resaltaron que en su mayor parte, las ausencias eran debidas a la carencia de servicios de transporte urbano, que estaban cumpliendo con el mínimo.

Es temprano, las manecillas del reloj empiezan a correr con algo más de prisa. Dos Policías Locales están apostados en la puerta del Mercado Central. Afirman que no es por la huelga, no es ningún dispositivo especial. "Siempre hay control aquí", dice uno. No se ve gente por los pasillos. Los puestos están vacíos en su mayoría y algunos carteles advierten: Yo voy. Juan Manuel no ha acudido a la llamada porque "de algún sitio tiene que salir el pan de los críos". Espera que "llegue la gente en poco tiempo". El administrador del Mercado, José Haz, es uno de los "servicios mínimos del Ayuntamiento", aclara. "Hay bastantes puestos vacíos aunque sí es verdad que ha venido más gente a trabajar que en otras movilizaciones, de 145 tenemos a 40 en marcha, aunque es baza importante que todos son autónomos", resalta que "si a las once no ha venido mucha clientela lo más seguro es que empiecen a recoger". Centros educativos y Mercado Central aparte, un joven empresario propietario de una tienda cerca del centro comercial Alcampo señalaba en su Facebook "Comienza la función, petardos y protestas en Alcampo, están intentando que nadie entre ni salga del centro comercial, hay mucha policía, esperemos que no nos toque a los comercios de alrededor". Por lo pronto, las grandes superficies estuvieron obligadas a realizar un parón de dos horas, tras el que abrieron sus puertas, no sin contemplar algún altercado. Precisamente allí tuvo lugar el piquete más numeroso que contó con 200 personas.

Había algunos puntos clave en los que se esperaba presencia masiva de huelguistas, que podrían hacer mucho daño a los ciudadanos. Uno de ellos era el Aeropuerto de Almería, aunque operaron seis vuelos, una salida y una llegada a Londres, y el mismo trayecto a Palma de Mallorca y Dusseldorf. Los taxis y servicio de autobuses también fueron los mínimos y el sindicato Comisiones Obreras explica que "en el turno de noche se ha cumplido todo, de manera que ha parado la limpieza al 100% y la estación Intermodal ha parado entera". Del lado municipal, el Ayuntamiento de Almería ha cifrado en un 6,37% los trabajadores que se han sumado a la convocatoria. Donde más se ha notado la incidencia de la huelga es en el sector de la recogida de basuras, mientras el que ha registrado más actividad es el de los bomberos que tuvieron que actuar ante el fuego en media docena de contenedores que ardieron por acción directa de los piquetes de El Zapillo, la Rambla y Pescadería. La edil ha aprovechado para llamar a la cordura ya que "existe el incontestatable derecho a la huelga no debe confundirse con el vandalismo y los disturbios".