El nuevo paradigma del tráfico en las ciudades, un nuevo escenario en el que están cobrando cada vez más peso otras formas al alza de movilidad personal como segway, monociclos y patinetes eléctricos, sin olvidar la tradicional bicicleta, está obligando al conjunto de las administraciones a replantearse la legislación actual y la necesidad de adaptarla al protagonismo de los nuevos vehículos, ecológicos y sostenibles, frente a los turismos, ciclomotores y motocicletas. En los últimos años se han cambiado las normativas estatales, como el reglamento y la ley de tráfico, al tiempo que se han creado nuevas ordenanzas locales en los grandes municipios para dar respuesta a las necesidades de la circulación y seguridad vial, pero han seguido surgiendo desafíos que requieren de una acción específica como ha ocurrido en Roquetas ante el tirón de los ‘citycoco’.

Este tipo de scooter eléctricos se han venido comercializando en los últimos años, sobre todo entre los inmigrantes que acuden a trabajar a las explotaciones agrarias de la zona y otros núcleos del Poniente, como si fueran otro vehículo de movilidad personal (VMP), pero nada más lejos de la realidad. Su catalogación es la de ciclomotor de dos ruedas L1e-B y, por tanto, requieren de carné de conducir, seguro obligatorio, matriculación e inspección técnica de vehículo a los tres años, además de su casco homologado. El Ayuntamiento de Roquetas ha intensificado el control de este tipo de vehículos en vías y calles de la localidad, además de poner en marcha una campaña con la que informar y concienciar a los usuarios bajo el nombre “Voy a trabajar seguro”.

Atendiendo las directrices de la Fiscalía de Seguridad Vial del Estado y con el respaldo de la Jefatura Provincial de Tráfico, los agentes de la Policía Local han planteado soluciones a esta problemática que parte del desconocimiento de los usuarios desde tres enfoques. Por un lado, con una estrategia de prevención que viene realizando el gabinete de educación vial con menores y escolares y también con sesiones para los inmigrantes que trabajan en el campo. En segundo lugar a través de los comerciantes de Roquetas a los que la unidad administrativa asesora de manera permanente, pero especialmente de cara a la temporada alta. Y, por último, con la fase de vigilancia y control que, si bien va unida a las anteriores, implica la sanción a los infractores.

Un agente de la Policía Local durante la inspección de un vehículo 'citycoco'

Así lo explica el subinspector Juan Diego Jiménez, responsable de la Oficina de Atestados, que ha puesto en valor la importancia de que los vecinos puedan discernir entre un vehículo de movilidad personal o un ciclomotor que sería la catalogación del ‘citycoco’. Una de las claves de las charlas con los colectivos de inmigrantes es que si lleva sillón es ilegal o matriculable como vehículo a motor, salvo que tenga características especiales de autoequilibrado. También suelen superar la velocidad máxima permitida que está establecida en 25 kilómetros por hora para los patinetes eléctricos. 

En estas charlas para evitar el uso indebido de este tipo de vehículos al alza explican que para conducir un ‘citycoco’ hay que tener permiso de conducir y es una de las cuestiones de las que no son informados cuando se realiza la compra online o a través de compatriotas que han tenido ese problema. “Queremos que no sean víctimas de estafa en la comercialización ni los responsables de un uso indebido”, asegura el subinspector. También explica que ocurre con los adolescentes. “Compran estos vehículos por internet y cuando reciben el producto se dan cuenta de que tienen otras características técnicas y que, por tanto, se le tiene que aplicar otra normativa”.

De ahí que en las cinco sesiones con inmigrantes hayan improvisado incluso un ‘checkpoint’ en el que fueron verificando los vehículos que les mostraban para inspeccionar que eran aptos para circular por las calles de Roquetas como VMP o ciclomotor. Los ‘citycoco’ se vendieron masivamente cuando existía un vacío legal, pero en los últimos años se ha clarificado el marco normativo que ha dejado a algunos vehículos sin posibilidad de uso. “Nos encontramos con situaciones de usuarios que no han podido regularizarlos porque algunos no son aptos para la circulación en vías públicas y después de hacer una inversión tienen que aparcarlos definitivamente o los venden a otros países”, añade el subinspector.

Sesiones de formación de la Policía Local de Roquetas con estudiantes

En cuanto al trabajo con tiendas y establecimientos de venta y alquiler de los VMP y ‘citycoco’, los agentes de la unidad administrativa colaboran con la información que deben dar a los usuarios para evitar malentendidos y posibles incumplimientos en materia de seguridad vial de los que podrían ser coautores, con mayor presencia en los meses previos al verano en los que el municipio multiplica su censo turístico. La vigilancia y el control sobre el terreno de estos vehículos en el último año han derivado en 42 diligencias al juzgado por el uso de los ‘citycoco’ sin la correspondiente documentación como requiere un vehículo a motor. “Durante un tiempo nos centramos en informar y concienciar, hemos realizado mucha prevención, pero llega un momento en el que no se puede pasar la mano, sobre todo cuando se incurre repetidamente en un mismo delito y entra el juzgado por el quebrantamiento de condena”, explica Luis Felipe Reguero de la Oficina de Atestados.

Este agente detalla que han sido 42 los vehículos ‘citycoco’ que han intervenido y puestos a disposición del juez o la Jefatura de Tráfico porque sus propietarios carecían de la documentación necesaria. Si se determina que pueden recuperarlos firmen un documento en el que se especifica sus características para que no vuelvan a incurrir en el mismo delito contra la seguridad vial una vez abonada la sanción. “Se le hacen tomas fotográficas al vehículo y a su placa identificativa y cada vez que se realiza el triaje con diligencias penales se solicita la valoración del jefe provincial de Tráfico para que certifique su clasificación”, asegura Reglero.

Para recuperar el vehículo intervenido, el sancionado firma un documento que identifica su catalogación

¿Es posible alegar desconocimiento para evitar una sanción administrativa o una penal? La ignorancia de la legislación vigente no exime de su cumplimiento. Es la máxima a la que tienen que dar respuesta los agentes cuando algunos usuarios argumentan que creían que viajaban en VMP en lugar de ciclomotores. Los ‘citycoco’ estuvieron implicados en cuatro accidentes sin heridos y dos con heridos. Cuando protagonizan un siniestro y no cuentan con cobertura del seguro ni permiso de circulación -como si se tratara de un patinete- la responsabilidad penal es mayor. Los vehículos de movilidad personal, según los datos de la Oficina de Atestados de la Policía Local de Roquetas, han sido objeto de ocho diligencias en el último año por su participación en accidentes con heridos leves o daños materiales y seis expedientes judiciales más por ocasiones lesiones graves en las colisiones, algunos por el atropello de peatones.