Cano, historia de la fotografía taurina en el Museo de Roquetas

Inauguran la muestra de 82 fotografías de 'Cano. Figura entre los maestros' que resumen casi setenta años de Tauromaquia y momentos históricos de este arte

Imposición de escudo comemorativo del aniversario del Museo y entrega de metopa.

28 de enero 2012 - 01:00

El Museo taurino de Roquetas de Mar inicia el Ciclo El Toro en las Artes con una muestra del famoso e histórico fotógrafo taurino Francisco Cano gracias a la cesión hasta el 31 de marzo de 82 fotografías de los fondos de la exposición Cano. Figura entre los maestros del Museo Taurino de la Diputación de Valencia. Esta exposición, una producción del año 2005, comisariada por la periodista Concha Baeza y el fotógrafo José Vicente Rodríguez, presenta una muestra significativa del gran archivo de este fotógrafo a través de los personajes y toreros que a lo largo de 60 años tuvieron relación con el autor

Durante más de seis décadas, Francisco Cano ha fotografiado todos los aspectos de la tauromaquia, desde las corridas de toros, hasta tientas en las ganaderías, las fiestas de sociedad o las escenas más privadas de los diestros de los años 60 y 70. Cano es alicantino de nacimiento, hijo de novillero, probó fortuna como boxeador y torero. Durante la guerra se desplaza a Madrid y allí comienza en el mundo de la fotografía encargándole reportajes grandes toreros como Domingo Ortega, Pepe Luis Vázquez, El Andaluz, Manolete, Luis Miguel Dominguín, Ordoñez… y colaborar en ABC, Marca, El Ruedo, Aplausos…y así acumulando 69 años de profesión en su casi centenaria vida. Su mayor éxito profesional, y referencia única para la historia del que obtuvo escasos réditos económicos a pesar de que dio la vuelta al mundo, fue el reportaje de los días de la cogida mortal de Manolete.

En la inauguración, presentada por el periodista José Juan Rodríguez asegurando que "Cano se encargó de que la fotografía taurina fuese considerada una Bella Arte", el alcalde roquetero Gabriel Amat entregó al homenajeado una metopa con el escudo del municipio y por el quinto aniversario del Museo Taurino una insignia-medalla conmemorativa siendo el primero en recibirla. En su turo de palabra Francisco Cano dijo "estar muy orgulloso de estar en Almería" y descubrió a los presentes su sangre de la tierra ya que "mi abuela nació en Cantoria y la recuerdo mucho, más aún estando con ustedes. Me queda muy poco de vida y les agradezco con todo mi corazón este recibimiento y cariño". Gabriel Amat aseguró que "como alcalde es un honor recibirlo en Roquetas que tiene un Museo y una Plaza joven pero tenemos muchas ganas de que sea fuerte y que de aquí se consigan buenos recuerdos. Siempre nos acordaremos de Cano pensando que nos ha dejado su mirada hacia el toro y siempre buscando el momento más adecuado".

Ya en charla íntima con los alumnos de la Escuela Taurina de Almería fueron muchas las anécdotas contadas gracias a una memoria prodigiosa comparando momentos históricos con la actualidad y reconociendo que "hoy se torea mejor que nunca aunque el toro es excesivamente grande y se para". Comparando la capacidad de antaño de captar instantáneas con la actual y sus avances tecnológicos asegura que "hoy en día es muy fácil ser fotógrafo taurino. A Luis Miguel Dominguín era muy difícil hacerle fotografías y en cambio muy fácil a Manolete. En cambio hoy en día es más fácil conseguir que cualquier muletazo parezca bueno". A la pregunta de cómo se consigue ver el alma en una fotografía dijo que "la fotografía es una cosa que se siente. Cuando estoy haciendo fotos solo estoy pendiente del momento porque lo siento tanto que parece que yo estoy toreando y por eso sé cuál es el momento justo".

Y cuando llega de forma espontanea el nombre de Manolete el fotógrafo Cano se emociona hasta el límite de perder el habla y hacer llegar sus manos a la cara en busca de contención y sosiego. Le vienen las imágenes de "el día que le mataron (suspiros) pasé con él una hora en la habitación porque él tuvo un disgusto con la familia, que no puedo contar, me lo callo… Manolete ha sido el hombre más sencillo y honrado que he conocido en mi vida a pesar de ser máxima figura del toreo. Todas las noches me acuesto acordándome de mi familia y de Manolete". Con respecto a la multitud de homenajes que está recibiendo "para mí es una hora y un orgullo, me siento rico de amigos y aconsejo a los alumnos de la Escuela que si quieren ser toreros no se distraigan que en esto hasta que no se llega a la meta no se triunfa". Y termina asegurando que en el corto trecho de vida que le queda todas las mañanas pide "al Jefe un poco más de cuerda y cuando me toque que me coja Rafael Ortega, Paco Camino, Joselito, Julio Aparicio, Antonio Ordóñez para que sea a la primera y no sufra".

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