En apenas quince días se cumplirá el segundo aniversario del desembarco de Turki Al-Sheikh al frente de la propiedad de la UD Almería (la compra-venta del club a Alfonso García se firmó un 2 de agosto de 2019), un periodo que se ha caracterizado por varios hitos.

Desde el gran volumen de fichajes acometidos en los cinco mercados abiertos durante ese margen temporal, pasando por la actuación solidaria del jeque saudí cuando más golpeaba la pandemia (donó más de 1 millón de euros a la ciudad), sus difíciles relaciones con Javier Tebas, presidente de la LFP, debido al fair play financiero, la intención de convertir el Estadio de los Juegos Mediterráneos en un ‘5 estrellas’ o la venta récord en Segunda de Darwin Núñez al Benfica portugués.

Los jugadores nacionales son el principal foco de las contrataciones de la UDA, firmando hasta 20 efectivos en este tiempo

Empezando por lo último, los 24 millones de euros que el club se embolsaba el verano pasado con el traspaso del ariete charrúa al conjunto luso ya amortizaban en buena medida el coste que tuvo la operación de adquisición de la entidad, cifrada en su día en 20 millones de euros, muestra inequívoca de que la UDA había dado un salto a otro nivel.

Hasta el momento ha sido el movimiento más exitoso de la dirección deportiva, que por contra se anota el fiasco de abonar recién llegados a la gestión 8’8 millones de euros al Nottingham Forest por la compra del extremo inglés Arvin Appiah, cantidad que sigue suponiendo hoy en día un récord en la categoría de plata, pese a que el futbolista no ha respondido en el campo.

El club espera batir la venta récord de Darwin haciendo lo propio con el nigeriano Sadiq

El club trabaja en la actualidad en intentar batir su propia marca con la venta del nigeriano Umar Sadiq, con 60 millones de euros de claúsula de rescisión, pero por el que el club está dispuesto a negociar por la mitad y lo dejaría salir si algún equipo (el Sevilla ha mostrado interés) pone sobre la mesa 25 millones.

Son los nombres propios de casi medio centenar de contrataciones realizadas al calor del poderío económico del Ministro saudí, que antes tuvo que acometer una ampliación de capital valorada en 31 millones de euros para intentar cumplir con los controles impuestos desde la patronal.

Hasta trece nacionalidades distintas han pasado por el vestuario rojiblanco, una torre de Babel: Serbios, lusos, argentinos, uruguayos, brasileños, nigerianos, croatas, ingleses, belgas...

Aquella noche del 1 de agosto la UD Almería se acostó hambrienta (en la última etapa de Alfonso García coqueteó con el descenso a Segunda B durante tres temporadas) y amaneció con todo tipo de manjares a su alcance. El músculo económico permitió firmar sin freno acumulando en este tiempo jugadores de hasta 13 nacionalidades diferentes conformando en el vestuario una pequeña torre de Babel difícil de barajar por los cinco técnicos que han pasado por el banquillo, cuatro de ellos firmados por Al-Sheikh (Pedro Emanuel, Guti, José Gomes y Rubi) y otro, Mario Silva, puesto como interino tras la destitución de Guti dejando previamente la dirección de la Academia.

Pese al gusto por el mercado internacional, el grueso de los fichajes es producto nacional, concretamente veinte futbolistas de los 43 firmados hasta la fecha son españoles. Por catorce el club pagó distintas cantidades en concepto de traspaso, mientras que ha acudido a la fórmula de la cesión de forma recurrente, llegando bajo esa premisa veinte efectivos, la mayoría de los cuales no acabaron de afianzarse.