Ceniceros de bolsillo para tener la ciudad limpia de tóxicos

El Área de Medio Ambiente también prevé repartir conos para que en Semana Santa las cáscaras de pipa no estén en el suelo

Una fumadora en la puerta de un bar con el cenicero ecológico del bolsillo en la mano.
M. J. Uroz / Almería

07 de febrero 2011 - 01:00

Las colillas de los cigarrillos traen de cabeza a los barrenderos y es que gran parte de la basura que recogen en las calles pertenecen a los residuos de tabaco. Los ciudadanos están cada día más concienciados con la importancia de reciclar la basura. El papel, los plásticos, los bricks se depositan en los contenedores habilitados para ello, pero qué hacer con las colillas, lo más cómodo, tirarlo a la vía pública. Esta práctica es más habitual desde que se prohibió fumar en los lugares de trabajo o edificios públicos. En la mayoría de los casos no se habilita zona para fumadores y salen frecuentemente a la calle, en la que dejan su huella. Lo mismo ocurre en las playas, donde es muy frecuente encontrarse colillas entre la arena y en la orilla o en el agua.

Mantener las calles de la ciudad de Almería limpias y al mismo tiempo contribuir a que las puertas de los establecimientos hosteleros estén decentes durante el horario de apertura al público es uno de los principales objetivos que se ha fijado el Ayuntamiento a través del Área de Medio Ambiente. Un objetivo que, como indicó el concejal Esteban Rodríguez, se materializará con una campaña divulgativa de reparto de ceniceros ecológicos de bolsillo en todos y cada uno de los bares y restaurantes de la ciudad, así como empresas y otras oficinas donde el 'vicio' del tabaco pueda perjudicar la imagen de la capital.

El aumento de este tipo de residuos en las calles es una realidad desde que se aprobó la Ley Antitabaco y para muestra un botón. De hecho, ante la situación, además del Ayuntamiento de la capital, también hay establecimientos que se están planteando la posibilidad de regalar, con un cierto número de consumiciones, un cigarrillo eléctrico. Primero para ahorrar en limpieza, y segundo, para atraer a más público al local.

Será la semana que viene cuando el Área de Medio Ambiente inicie el reparto de los más de 7.000 ceniceros en las calles de Almería. Se trata de unos ceniceros cuyo interior está recubierto de una capa ignífuga que permite a los fumadores depositar dentro las colillas y que puede ser reutilizado tantas veces como sea necesario.

El edil explicó que "lo que se pretende es disuadir a los fumadores que se encuentran en las puertas de los establecimientos para que no tiren colillas al suelo, una actuación por la que además puede ser multados por la Policía Local", como recordó Rodríguez.

Aunque por el momento los ceniceros aún no están físicamente en el Área de Medio Ambiente, sí han adelantado que serán de color naranja y llevarán impreso el lema Almería limpia, Almería bonita, el escudo de la ciudad y la referencia del Área Municipal. En la solaba llevará una inscripción con un consejo: "En el suelo no, gracias".

Estos ceniceros ecológicos se van a repartir en diferentes puntos de las calles de la capital, haciendo especial hincapié en las puertas de establecimientos de hostelería y también en los centros de trabajo, donde también se suelen concentrar grupos de personas para fumar desde que entró en vigor la nueva Ley Antitabaco.

Pero el Área de Medio Ambiente, en su afán de mantener la ciudad lo más limpia posible y, teniendo en cuenta que se avecinan épocas festivas como la Semana Santa, está trabajando en el diseño de otro tipo de ceniceros, tipo cono, que además de para depositar las colillas de los cigarros también podrán servir para las cascaras de pipas, chicles y papeles.

El concejal Esteban Rodríguez, recuerda a los almerienses que la Ordenanza Municipal de Limpieza establece en el artículo 8 que "se prohibe arrojar a la vía pública todo tipo de residuos como colillas, cáscaras, papeles o cualquier otro desperdicio similar. Quienes transiten por las calles, plazas, jardines y otros espacios libres públicos y quisieran desprenderse de residuos de pequeña entidad, como los anteriormente mencionados, utilizarán las papeleras instaladas a tal fin o los contenedores". Asimismo, en el artículo 70 se establece que "se considerarán infracciones leves arrojar desperdicios en la vía pública" y podrán ser sancionados con una multa de hasta 36 euros, que podrá ascender hasta 54 o 90 euros dependiendo del grado de intencionalidad y reincidencia.

La Policía Local velará por el cumplimiento de dicha Ordenanza en todos sus extremos.

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