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Los celadores de la Diputación Provincial de Almería sólo se desplazaron el pasado jueves una vez a las oficinas de Correos. Pese a que lo normal es que se dirijan todos los días hasta su sede en cinco o seis ocasiones, para poner certificaciones, cartas o notificaciones administrativas, el pasado jueves se encontraron con que la empresa había suspendido el contrato suscrito con la administración.
Las mensualidades atrasadas datas desde el pasado verano, cuando comenzaron los responsables de la empresa a presionar al área de Hacienda del ente supramunicipal, sin conseguir el cobro de la deuda acumulada.
Sí ha habido confirmación de la existencia de una partida extrajudicial que pretendía dedicarse a dicho cometido, aunque hasta el momento no ha llegado a la caja de recaudación de la empresa Correos, que tiene así en cuarentena el contrato firmado para el pago diferido (mensual) del franqueo de todos los servicios que se presta para esta administración.
No es la primera vez que la empresa tiene problemas con los pagos de una administración en la provincia, puesto que ya a finales de la pasada Corporación se decantó por cerrar las ventanillas a los funcionarios del Ayuntamiento de Almería, también por impagos acumulados.
En dicha ocasión, fueron varios los meses que tuvo que esperar hasta que se hizo frente a las facturas municipales, también a través de créditos extrajudiciales, es decir, partidas que no estaban conformadas dentro de los presupuestos. La capital se decantó por realizar un concurso público abierto a todas las empresas, con la finalidad de reducir el coste anual del servicio de cartería.
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