Cruz de distinción al juez Eduardo Rodríguez Cano, que se jubila el sábado
El tijoleño fue conocido por dictar sentencia que absolvía a Jesucristo de blasfemia, rebelión y sedición
El que ha sido presidente durante los últimos 14 años de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada, el magistrado Eduardo Rodríguez Cano, recibió ayer la Cruz distinguida de San Raimundo de Peñafort, un reconocimiento que coincide con su jubilación a la edad de 70 años.
El magistrado, que fue conocido en todo el país por redactar una sentencia que absolvía a Jesucristo de los delitos de blasfemia, rebelión y sedición, ha recordado durante su discurso en el Salón del Plenos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en la Real Chancillería de Granada, los 45 años que ha permanecido en la carrera judicial y ha dedicado gran parte de su intervención para mostrar su agradecimiento a sus compañeros de profesión y a su familia y recordar a los que ya no están, como al que fuera fiscal jefe Luis Portero, asesinado por ETA.
Autodefiniéndose como un juez humanista y "honrado" de profesar la fe cristiana, Rodríguez Cano ha afirmado que siempre ha "padecido lo indecible" por las víctimas, pero también por los acusados, porque a cada uno de ellos lo ha considerado "como un universo pleno".
En su opinión, hay que dar satisfacción a la sociedad y la víctima pero "sin odio y sin venganza", desde la "imparcialidad". "El juez debe defender siempre lo más profundo de su conciencia y, aun siendo unánime el clamor público, preciso es que se estudie los hechos con la más absoluta libertad y no atenderlo cuando se pide la condena de un inocente o la absolución de un culpable", apuntó.
Rodríguez Cano nació en el municipio de Tíjola en el año 1942. Ingresó en la carrera judicial en 1968 tras la Escuela de Prácticas Jurídicas. Compatibilizó sus estudios judiciales con la asesoría jurídica del entonces diario Ya.
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