Elaboración artesanal para obtener el mejor aroma en un ramo de flores

El color y el olor de una flor es la esencia de su belleza. Un ramo encierra una serie de aromas capaces de despertar sentimientos y sensaciones. Incluso las espinas que tienen algunos tallos las hacen espléndidas. Parecen, incluso, necesarias, aumentando así la similitud de una rosa a la vida misma. El significado que guarda una efímera flor puede durar toda una vida en el recuerdo de quien la recibe. Reconciliaciones, aniversarios, bodas, nacimientos, premios... o simplemente porque sí, una flor se convierte en el mejor regalo para cualquier situación.

María Ortega, la dueña del establecimiento, abrió hace 18 años las puertas de un pequeño edén, un lugar en el que la delicadeza y la pasión se aunaron con fuerza hasta hacer de este rincón un lugar espacial. Quien pasa el umbral de la puerta los aromas empiezan a embriagarle y a transportarle a un jardín inventado, sensación que no desaparece cuando abandona la tienda.

"Las flores requieren de un cuidado especial y una paciencia muy grande, porque cada una de ellas necesita una atención diferente. Se riegan diferente y no se tratan igual para que duren más tiempo", cuenta María.

Los pequeños detalles son los que van cimentando cualquier relación ya sea de amistad, de trabajo o de amor. Las flores son las bases de ese edificio que se empieza a construir en el momento en el que su aroma llega hasta el destinatario del natural obsequio.

Rosas, margaritas, claveles, tulipanes, violetas, lirios, petunias, azucenas, azahar, girasoles, libistonias, estelticios... son las flores que dan color a la floristería de la Rambla de Almería, un pequeño jardín donde se encuentran plantas de cualquier parte del mundo, de todos los colores y con aromas diferentes. Elaborar ramos, preparar centros de mesa para empresas o mantener la decoración floral de clínicas o establecimientos es una forma de llevar la belleza y el buen gusto a cualquier distinguido rincón, un poco de color y viveza. "Son muchas las empresas que confían en nosotros para darle un poco de luz y de color a su espacio de trabajo, incluso los catering o celebraciones diversas nos muestran su interés por la decoración con flores dejándonos que los sorprendamos con el diseño", explica María. Eli y Mari Carmen trabajan en el establecimiento de la Rambla preparando, sobre todo, ramos para llevar, "para dedicarte a esto tiene que gustarte demasiado, a nosotras nos encanta estar todo el día rodeadas de flores", afirman.

Esta tres mujeres con la misma pasión elaboran una media de 54 ramos de novia al año. Son muchas las mujeres que se han acercado al altar con un diseño de ramo diferente al tradicional "el amor que ponemos cuando estamos preparando algo lo hace más especial", señala María.

Cientos de clases diferentes de flores envuelven a la floristería de la Rambla de Almería con un arma celestial. "Tenemos proveedores en Holanda, queremos darle a nuestros clientes lo mejor del mercado", asegura la dueña.

Dilo con flores y la respuesta será sí. Sí al amor, sí a la amistad, sí a la elegancia, sí a quedar como detallista y minucioso tanto en la decoración del trabajo como en las relaciones de pareja.