Emilia Fernández se convierte en la primera gitana beatificada del mundo

El obispo de Almería, Adolfo González Montes, comunicó una gran alegría para toda la Iglesia diocesana: el Papa Francisco ha mandado promulgar el Decreto de martirio de los Mártires de Almería. Con este paso, una vez publicado el Decreto, se preparará la celebración de la beatificación.

A la cabeza de los mártires está José Álvarez-Benavides y de la Torre, Deán de la Catedral de Almería junto con otros 114 compañeros mártires, muertos entre 1936 y 1938, entre los que destaca la gitanilla Emilia Fernández asesinada por no revelar quien le enseñó a rezar el Rosario. Es la primera mujer gitana que será beatificada en el mundo.

Cabe señalar la circunstancia que, providencialmente, el mismo día en que se conocía la noticia, tomaba posesión el nuevo Deán de la Catedral, Francisco Salazar Zamora que sustituía en el cargo a Juan Torrecillas Cano, sobrino de uno de los sacerdotes mártires.

El Deán José Benavides está acompañado por 94 clérigos (Sacerdotes diocesanos además de algunos Franciscanos y operarios diocesanos) y 20 seglares de los cuales dos son mujeres. "De todos daremos cuenta apenas se produzca la promulgación del Decreto de Martirio y ya desde ahora empezamos a preparar la gozosa celebración de su beatificación. Hoy, en estas letras de urgencia y alegría invito a todos los diocesanos a bendecir a Dios que dio fortaleza a los mártires para testimoniar su fe en Cristo, la mayoría entregando la vida en plena juventud o en los años de plenitud humana y sacerdotal, como apóstoles y amigos fuertes del Señor, que nunca le negaron", dijo el obispo de Almería, Adolfo González Montes en su comunicado.

El obispo en su comunicado explico la importancia histórica de este acontecimiento: "La Causa de los Mártires de Almería se suma al reconocimiento del martirio del beato Diego Ventaja Milán y de los beatos Hermanos de la Escuelas Cristianas. Todos fueron sacrificados por amor a Cristo, por no renunciar de su fe prefiriendo morir a negar al Señor que los amó y los unió a su cruz para la redención del mundo".

Para el obispo es un homenaje más que merecido: "La sangre de los mártires reconcilia y redime, nunca divide ni ofende, porque es sangre de paz reconciliadora. Su muerte no fue buscada ni pretendida, sino padecida por amor a Dios y los hombres".

La gitanilla Emilia Fernández Rodríguez, nacida y bautizada en la parroquia de Santa María de Tíjola el 13 de abril de 1914 y fallecida el 25 de enero de 1939, a los 23 años, en la cárcel de Gachas Colorás de la ciudad de Almería. Fue detenida pra cumplir condena de seis años, junto a su esposo, por negarse éste último a ir a la guerra.

En aquella cárcel de mujeres un grupo de presas rezaban a escondidas el rosario. Ella le pide a sus compañeras le pide que le enseñen a rezar el rosario.

Dolores del Olmo fue la que hizo de catequista y la enseñó a rezar que aprende pronto. Los responsables de la cárcel se enteran de las reuniones y la interrogan, pero ella no cede ante las presiones porque habría represaluas y la recluyen en una celda aisla, abandonada a su suerte. Dio luz a una niña y por la debilidad que tuvo en esos días de aislamiento al final falleció. La enterraron en el cementerio de Almería en una fosa común.

De esta forma, este homenaje se rendirá a personas que murieron por vivir su fe y el Papa ya ha creído que era momento para que sean beatificados como merecen. Historias de personas que forman parte de esta provincia almeriense y que han dejado su huella en la religión practicada en Almería.