Europa baila a ritmo de reggaeton

Los estudiantes Erasmus, a los que se unieron mejicanos y brasileños, actuaron en el pasillo central con la canción 'Danza Kuduro' · Llevan una semana ensayando por las noches en el Paseo Marítimo

Europa baila a ritmo de reggaeton
Europa baila a ritmo de reggaeton
Berta F. Quintanilla / Almería

17 de febrero 2011 - 01:00

Cae la noche en el Paseo Marítimo de Almería. La humedad y un ligero viento que les despeina. Antes de eso, mucho antes, han sido las llamadas al móvil, mensajes o privados a través de las redes sociales para conseguir organizar a casi cincuenta estudiantes Erasmus a los que se han añadido mejicanos y brasileños.

Ensayan, al amparo de la luna, una coreografía original para la canción Danza Kuduro, de Don Omar, uno de los emblemas de la música reggaetón. Escogen el tema, entre otros muchos, porque es de los más conocidos. Casi todos lo saben y además, es fácil de bailar. Ahora les toca la puesta en escena. Tienen prisa y empiezan a bailar antes de la cuenta en el pasillo del Campus de la Universidad.

Manuel Rojas viene con una sonrisa que le cruza la cara. Lleva en la mano, agarrada por el mástil, una guitarra española. Es mejicano y ha estado todo el rato bailando sin soltar su instrumento musical. Algo diferente. Lleva en Almería cinco meses. Estudia Ingeniería Agrónoma, que en su país tiene bastantes salidas laborales. "Nos ha servido para perder la vergüenza, es una nueva cultura y además es la opción de hacer amistad con gente nueva, a las que ahora no quiero perder de vista porque muchos de ellos han pasado a ser grandes amigos". Fernanda Lara lleva en las manos una bandera brasileña que ondea al viento mañanero del Poniente. "Todo es espectacular, una experiencia única que quedará siempre en mi corazón". A su lado, Clotilde, francesa, califica el periodo vivido con la beca Erasmus como "el mejor año de mi vida". Dejan de hablar. La música les llama. Comienza el flashmob, una coreografía en la que lo importante siempre son los tiempos. Al principio, todos llevan el mismo ritmo. Un poco más tarde, comienza cada uno con movimientos diferentes.

José Antonio Segura, presidente de la asociación Erasmus concreta, mientras los estudiantes llevan a cabo su coreografía que buena parte de los 400 estudiantes que han llegado a la ciudad lo han hecho empleando los servicios que ofrecen en esta agrupación, entre los que se encuentra el asesoramiento o la búsqueda de casa donde quedarse a vivir el tiempo que dure el periodo educativo. "La organización de esta actividad ha sido por entero un trabajo de ellos", asegura Segura. La práctica del flashmob está convirtiéndose en algo cada vez más habitual. Se trata de una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realizando algo que es inusual, posteriormente dispersándose.

Ha sido algo más de una semana el tiempo que han tardado los estudiantes en memorizar los movimientos, acompasarlos al ritmo y comenzar el baile. "La pena es que son pocos estudiantes los que hay a estas horas en el Campus", afirma Segura. El objetivo es promocionar la experiencia que llevan viviendo durante casi seis meses, animando a los españoles a que soliciten esta modalidad de beca, para la que el plazo de inscripción termina el día 20 de febrero.

Una de las directoras de la coreografía, Magdalena Wanabida, polaca y estudiante de Psicología apunta a su intención de permanecer en la UAL un año completo. "De Almería lo que más me gusta es la ubicación de la Universidad así como la importancia de que convivamos en la misma muchos estudiantes juntos".

Ninguno quiere irse. Más aún después de haber trabajado codo con codo con los compañeros españoles, con los que han entablado, en algunos casos, relaciones de amistad. Termina el flashmobe y comienza a llover.

Ellos no tienen nada que ver, de hecho, un buen número va en manga corta. Ahora toca volver a las clases. Poco a poco van entendiéndose. Saben que hay que estudiar, tomar apuntes... salir con los amigos. Es un periodo acotado pero no terminará nunca, porque no quieren olvidarse de ello. Historias que empiezan a quedar en la cabeza de cada uno de ellos. Para siempre.

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