Familiares y allegados, el perfil más habitual de los agresores sexuales en Almería
Radiografía almeriense de los delitos de naturaleza sexual
Más del 90% de agresiones se dan en el ámbito doméstico y no en la calle
La única violación sin esclarecer este año es la de la madrugada de Nochevieja
Preocupación por el aumento de abusos y actitudes machistas entre adolescentes
Los violadores en serie que tan bien se han recreado en la novela negra y cine policiaco, siguiendo a sus víctimas de la oficina a casa o al volver de una cita, no vienen por Almería. Estos depredadores sexuales, fríos y calculadores, no son habituales en la provincia en la última década y la mayoría de las agresiones y violaciones son protagonizadas por los familiares y allegados, con prevalencia de los cónyuges y exparejas. Y es que los verdugos están cerca, a veces en el mismo domicilio, siendo las agresiones por desconocidos en la calle una proporción mínima de los sucesos registrados. Así lo detalla el inspector Miguel Ángel Ontiveros, al frente de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Comisaría de Almería de la Policía Nacional, quien incide en que este tipo de episodios tienen una fuerte vinculación con los de violencia de género en el ámbito doméstico. Una circunstancia que contribuye a la rápida detención de los agresores porque es más sencillo identificar y localizar a un novio, familiar o amigo que a un completo desconocido.
De hecho, la tasa de los delitos sexuales esclarecidos supera el 90% de los denunciados. De las 21 violaciones tramitadas por la Policía Nacional este año sólo una sigue sin un presunto autor ante el juez, la de una joven que fue agredida cuando volvía a casa en la madrugada de Nochevieja en la calle Antonio Gala de la capital. Las investigaciones no terminan ni se aparcan, como en otro tipo de fechorías menores, y casi diez meses después de producirse ese trágico episodio que conmocionó a la ciudad sigue sobre la mesa del responsable de la UFAM una carpeta con cientos de folios de pruebas y pesquisas, testimonios, retrato robot y nuevas diligencias que estos días han llegado desde Madrid. En El Ejido en lo que va de año son siete las denuncias y se han esclarecido ocho casos -uno se remonta a 2019- y en Almería 13 resueltos de los 14 tramitados.
En el anterior ejercicio hicieron pleno, 15 de 15, y 16 de 16 en 2018, lo que constata, con pocas excepciones, casi un cien por cien de efectividad por la que ningún agresor se queda sin castigo. “Se esclarecen más del 90% de casos y la impunidad para este tipo de delitos es mínima. Además, con la detención suele llegar la orden de prisión provisional y la mayoría acaban entre rejas”. El inspector Ontiveros deja constancia de que con políticas de concienciación social se genera más disposición de las víctimas a denunciar, si bien todavía hoy se encuentran a mujeres que reciben la asistencia médica después de ser agredidas sexualmente y se van a casa sin posibilitar el inicio del protocolo por el que se activa la Policía con la UFAM y la científica, un juez de guardia y un médico forense. “Sin la denuncia no podemos entrar de oficio, pero afortunadamente son una proporción mínima como las falsas acusaciones que son un porcentaje residual”, argumenta.
Todas las víctimas se derivan de las comisarías y consultorios al hospital Torrecárdenas donde se les curan las lesiones sin alterar la cadena de custodia de la muestra de ADN del presunto agresor, así como cualquier otra prueba que pueda ser determinante como la ropa, pañuelo y objetos en contacto con los implicados. El forense realiza una valoración y el siguiente paso es la declaración de la víctima que a veces llega a prolongarse durante tres o cuatro horas y es un proceso delicado por el estado de shock en el que se encuentran. Las víctimas de estos delitos sexuales son atendidas por mujeres de una unidad en la que todos los agentes cuentan con una trayectoria y experiencia de más de diez años, una ventaja que mejora su trato y relación con las damnificadas en un momento tan difícil y traumático.
Nada más concluir este trámite, la agredida es atendida por los profesionales psicólogos, juristas y sociales del Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA) y la Policía Nacional inicia la investigación de los hechos. Cuando se trata de violencia de género suelen tener protección con teléfono 24 horas los 365 días del año e incluso una patrulla en la puerta de casa con escolta cuando se estima que hay nivel de riesgo elevado. La operativa policial ya está en marcha y lo primero es recabar el mayor número de pesquisas. De ahí que policía científica también realice una inspección ocular en el terreno en busca de pruebas que se remiten a laboratorio y a partir de ahí entran en juego una serie de factores fundamentales para esclarecer el hecho como la presencia de testigos, recorridos posibles, llamadas y mensajes de móviles, cámaras de seguridad de la zona...
Las BTS, denominadas popularmente de forma errónea como repetidores, por las que se delimita el tráfico de telefonía en una hora y lugar determinado son un aliado imprescindible, pero no siempre resulta infalible como en el episodio de Nochevieja. “Con la denuncia se movilizan todos los activos posibles al ser delitos de gravedad y de repercusión social considerable. Tiramos incluso del personal de otras unidades para localizar al presunto agresor lo antes posible”, añade el inspector jefe de la UFAM.
Los agentes de esta unidad que está especializada en violencia de género, doméstica y sexual se enfrentan cada año en la capital y El Ejido a una veintena de casos de agresiones y violaciones. El cómputo provincial, que incluye las denuncias presentadas ante la Guardia Civil en el resto de los municipios almerienses, alcanzó los 63 detenidos e investigados en 2019, la misma cifra que en la casilla de salida de la estadística hace ya casi dos décadas (2000), y tres más que en 2018. En relación al ejercicio anterior (31 en 2017) son más del doble, siendo el año con menos denuncias junto al de 2014 (33). Con el estallido de la crisis económica se alcanzaron los peores registros provinciales de lo que va de siglo con 94 detenciones en 2007 y 84 en 2008.
Esa estadística delictiva, pese a los vaivenes, sólo ha bajado en dos ocasiones de los cuarenta detenidos. Por debajo de las agresiones se encuentra la categoría de abuso sexual que no siempre consiste en tocamientos y podría incluir penetración en los supuestos, por ejemplo, en los que la víctima está bajo efectos del alcohol o sustancias como la burundanga. En lo que va de año se han registrado una docena de abusos sexuales en la Comisaría de Policía Nacional frente a las 36 de 2019, 33 de 2018 y 26 de 2017. La tasa de los delitos sexuales esclarecidos en su conjunto, que se amplía con otras vulneraciones como acoso, exhibicionismo, corrupción de menores y pornografía infantil se sitúa en el 81,1% en España. En la provincia la estadística de 2018 del Ministerio del Interior refleja que de los 220 hechos conocidos se esclarecieron 192.
En los últimos años preocupa el incremento de delitos cometidos por menores contra la libertad e indemnidad sexual como el de un joven detenido en marzo por los “tocamientos no consentidos” a otra menor en la zona de ocio del puerto de Roquetas. El inspector de la UFAM de Almería lamenta la tendencia al alza en abusos sexuales de adolescentes y percibe “más problemas” por las actitudes machistas y sexistas. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía también alertaba este verano del aumento de menores juzgados por violencia de género y familiar, además de los riesgos de la ciberdelincuencia sexual.
Un 30% más de atención a víctimas de abusos en el IAM
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ha atendido en Almería a 78 mujeres víctimas de abusos y/o agresiones sexuales a través del Servicio de Asesoramiento Jurídico, Asistencia Legal y Atención Psicológica a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual en Andalucía durante el primer semestre de 2020, lo que supone un aumento del 30% (18 víctimas más) con respecto al mismo periodo del pasado año cuando se asistió a 60 mujeres. Junto a estas, también han recibido apoyo tres familiares, en su mayoría madres de las víctimas. En total, el número de personas beneficiarias asciende a 81. El servicio que presta un equipo técnico multidisciplinar persigue dar soporte emocional a las mujeres que sufren violencia sexual, apoyar y orientar a la víctima para su recuperación de la violencia padecida, lograr que esta tenga la asistencia letrada necesaria para que pueda emprender acciones legales, ejercer la acusación particular y la representación procesal de las mujeres en los procedimientos penales y recursos, movilizar los recursos para instar la reparación del daño producido e impulsar todas aquellas medidas que implican mayor protección y de prevención de la victimización previstas en la legislación actual.
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