Fieles al 1 de mayo
Algo más de mil almerienses salen a la calle para defender los derechos de los trabajadores Piden el fin de las reformas y un acuerdo de gobierno
El Primero de Mayo tiene como práctica lleva a cabo una defensa acérrima de los derechos de los trabajadores y aunque, paulatinamente, las concentraciones han ido perdiendo volumen de asistencia, el mensaje sigue siendo el mismo y la marcha sigue estando viva. Ayer se dieron cita en torno a un millar de almerienses por las calles de la capital Partieron desde la explanada del Puerto y se dirigieron Rambla arriba hasta llegar a Puerta Purchena.
"Reivindicamos nuestros derechos laborales y un futuro mejor", explica Félix López, secretario general de UGT en Almería, quien argumenta que "pedimos que se distribuya mejor la riqueza porque con la política de recortes que se instaurado en este país con los gobiernos neoliberas, en este caso del PP, no han dado ningún resultado". López argumenta que "lo único que han conseguido esas políticas es crear más pobreza más paro y más desigualdad. Así que insistimos en que hay que cambiar esa política por una que cree empleo de calidad y derechos y que el sistema productivo se regenera para que mejore una economía enferma".
En la misma línea se sitúa Juan Pallarés, secretario general de CCOO en Almería: "Es un día para reivindicar y que los trabajadores mostremos nuestros rechazo a las políticas de ajuste fracasadas que han llevado al país al aumento del paro, de la pobreza y de la desigualdad. Exigimos que se cambie el rumbo de esas políticas". Para Pallarés, este Primero de Mayo debería haberse celebrado en una época de consenso: "Este 1 de mayo se celebra desgraciadamente en periodo electoral, han demostrado su incapacidad para llegar a un acuerdo y creo que el pueblo español no se merece repetir unas elecciones porque ya decidió que quería un acuerdo entre los partidos políticos de izquierda. Yo pediría que se apartaran a un lado alguno para que se llegara a un acuerdo".
También estuvo presente el sindicato CSIF, quien inició su marcha desde un punto de partida distinto al encabezado por CCOO y UGT. Su presidente, Juan Fernández Cabezas, encuentra motivos para hacerlo de esta forma: "Al igual que en el mapa político, nosotros tampoco podemos desoír el clamor ciudadano, el mensaje es claro y contundente: diálogo, acuerdos y transparencia. Este escenario debe trasladarse al movimiento sindical".
Para ello, el presidente provincial de CSIF ha recordado que para medir la representatividad sindical "no podemos quedar anclados en una ley del año 85, -la Ley 11/85-, que perpetúa a los de siempre y excluye al resto. Una ley obsoleta, que se ha quedado anclada en aquellos pactos de la Moncloa, bajo la idea de potenciar el bisindicalismo para favorecer la transición política. Por eso, entre otras, nuestra reivindicación de este año va encaminada a la actualización de una Ley que se adecue a los nuevos tiempos", puntualiza.
A juicio de Fernández Cabezas, los trabajadores están cansados de esta partida a dos bandos opaca, partidista, subvencionada y desvinculada de los problemas reales de los trabajadores. "Este es y no otro, el actual modelo sindical al que no estamos dispuestos a suscribirnos, por eso nuestro objetivo es continuar trabajando para rebajar ese criterio del 10% al 5%, porque los delegados computados sean los que realmente desempeñan sus funciones".
Por último, el presidente enfatiza en uno de los lemas de CSIF, "es hora de otra clase de sindicatos, unos sindicatos independientes, no subvencionados, transparentes, que impulsen la verdadera representación de todos los trabajadores. Creo que no podemos ser más ecuánimes y directos".
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