Francisco Ramos, triste, solitario y final
La moción presentada el 13 de septiembre contra el alcalde ha provocado una serie de movimientos y críticas de los distintos partidos políticos
Zurgena es un pueblo con casi 3.200 habitantes, símbolo en su día del llamado turismo residencial y donde el cuarenta por ciento de su población es extranjera, en su mayoría de origen británico. Es una tierra amable que recibe a la gente con los brazos abiertos y se caracteriza por la solidaridad y el buen hacer de su gente. Sin embargo no es por esto por lo que se ha proyectado al exterior, sino por varios acontecimientos que han tenido y tienen como protagonistas a su clase dirigente. Si uno escribe la palabra Zurgena en el buscador de google aparecen innumerables noticias referidas a la Operación Costurero, cuyas consecuencias aún se desconocen, pero indudablemente pone en cuestión una manera particular de gestionar los intereses del municipio, y sin duda, la peor promoción posible para este pueblo del bajo Almanzora.
La intervención de la policía judicial y el registro del propio Ayuntamiento, domicilios de empresarios y sedes de diferentes empresas de la localidad, ponía en el ojo del huracán al entonces alcalde, Cándido Trabalón. Una operación denominada así por el apellido del propio concejal de urbanismo, Manuel Tijeras, y que dio como resultado la imputación de 25 personas por diferentes delitos urbanísticos, entre ellos 9 concejales y 11 empresarios.
Para entender la política municipal de Zurgena tal vez haya que comprender y contextualizar cómo se ha llegado a la moción de censura presentada el pasado 13 de septiembre contra el alcalde popular, Francisco Ramos. Nos tenemos que remontar a las elecciones municipales de 2011 cuando apenas unos meses antes el PP no cuenta con candidato y arma una lista voluntariosa aunque sin pertenencia al partido. Logra tres escaños. El PSOE de Zurgena no se encuentra mucho mejor, ni los históricos y enfrentados Blas Díaz y Adela Segura tienen gente para hacer frente a Trabalón, a pesar de que a éste lo acorralan los casos judiciales. Finalmente Luis Díaz, que había participado activamente en las manifestaciones en apoyo a Cándido Trabalón tras la operación costurero, sale electo en una asamblea que no estaba montada para él, y se convierte en adversario político de su amigo. Consigue cuatro concejales.
Y mientras los dos grandes partidos tienen problemas para conformar sus listas, Cándido Trabalón sigue gritando su inocencia a los cuatro vientos y culpando a la Junta de querer meterlo en la cárcel. Logra cuatro concejales gracias en parte, al apoyo del voto extranjero, y se convierte en la llave de gobierno para pactar con el PP. Trabalón, a pesar de haber encabezado la lista más votada, su mala relación con el PSOE entonces, le deja una sola salida; apoyar a lista menos votada lo que le permite formar parte del gobierno, paradójicamente, como concejal de obras de la localidad.
Después de dos años de legislatura, en los que se incluye un año de baja por accidente del alcalde, Francisco Ramos, ocho de los once concejales de la corporación municipal le presentan una moción de censura. Solo tres concejales, incluido el primer edil, no firman la solicitud, dos de ellos del PSOE, la secretaria general y portavoz socialista María José Aliaga y el Vicesecretario, José Antonio Martínez. Los otros dos concejales socialistas se irían en principio al grupo de los no adscritos, entre ellos, el nombre del posible sucesor de Ramos, Luis Díaz. Entre los firmantes se encuentran también la número dos del actual alcalde y militante del PP, Anabel Sola, el ex alcalde de Zurgena, Cándido Trabalón, junto a los otros tres concejales andalucistas y un independiente, Sampo Kullervo, que hasta el pasado mes de mayo militaba en las filas populares y era concejal de Hacienda en el actual equipo de gobierno.
Mucho se ha hablado en los últimos días de cuál es el acuerdo, los motivos de la moción e incluso de los apoyos por parte de los dos grandes partidos a esta moción de censura que podría hacer que el Partido Popular perdiese uno de sus ayuntamientos. El propio Luis Díaz aseguraba en un principio que contaba con el respaldo de su partido a nivel provincial, aunque apenas unas horas después, la secretaria de Política Municipal e Institucional del PSOE de Almería, Adela Segura, aseguraba a través de un comunicado que la dirección provincial del partido censuraba cualquier acuerdo que pudiera producirse en Zurgena con el concejal Cándido Trabalón. "El PSOE de Almería no aprobará ningún acuerdo con este concejal y nos mantendremos firmes en la postura que hemos venido manteniendo hasta ahora, de ausencia de colaboración con el señor Cándido Trabalón, desde que fue condenado por la Justicia".
Incluso la Secretaria General del PSOE en Zurgena, María José Aliaga, se apresuraba a decir que "Luis Díaz no va a ser alcalde del PSOE en estas condiciones". La portavoz en la oposición municipal que junto a otro concejal socialista, son los únicos que no han suscrito ese documento, calificaba el acuerdo como "un disparate, un acto de irresponsabilidad por parte de los compañeros que están firmando la moción" e insistía en que ha sido una "negociación al margen del partido. Ni yo ni mi compañero que es el vicesecretario general, conocíamos este tipo de negociaciones y de haberlo sabido, tampoco hubiéramos firmado. Luis de forma autónoma ha pactado las condiciones de esta moción de censura y nosotros no vamos a gobernar en coalición con Cándido Trabalón, de ninguna de las maneras".
Una versión que se contradice con lo que asegura el Secretario General del Partido Popular en Almería, Javier Aureliano García, que habla de una maniobra del PSOE para hacerse con la alcaldía de Zurgena; "se trata de una artimañaza que está montando el PSOE desde la dirección provincial, con Adela Segura a la cabeza, para poner a su candidato como alcalde de Zurgena y que así llegue de cara a las próximas elecciones municipales". Justifica este argumento haciendo pública una reunión que se habría celebrado el pasado 16 de septiembre entre la propia Segura y Trabalón; "el lunes estuvieron reunidos varias horas y en ese encuentro se han perfilado los detalles del acuerdo. En esa reunión no había ningún dirigente del PSOE de Zurgena, están jugando de manera sucia porque no están explicando a los vecinos de Zurgena lo que realmente hay detrás de la moción de censura. Los zurgeneros se merecen un gobierno estable que garantice las soluciones a sus problemas. El PSOE ha aprovechado las posibles discrepancias que pueda haber en el seno del grupo del alcalde, para colocar a Luis Díaz como alcalde, que desde luego como todos saben es una persona muy cercana a Adela Segura".
Cual es la verdad, se sabrá el próximo 25 de septiembre a las doce del mediodía, cuando se celebre el pleno y se compruebe con el voto de los concejales si sigue adelante la moción de censura, algo que la propia secretaria general del PSOE de Zurgena ha puesto en duda. El acuerdo según diferentes fuentes, es que Luis Díaz sea elegido como nuevo alcalde zurgenero durante seis meses, tiempo en el que se habría prometido sacar adelante el PGOU (y con ello solucionar muchos de los problemas judiciales a los que se enfrenta Cándido Trabalón), para que luego sea el ex alcalde andalucista, quien complete la legislatura. Otra opción con la que también se especula estos días, es que el actual alcalde popular, Francisco Ramos, dimita, puesto que ha quedado en evidencia que ningún concejal de la corporación respalda su gestión, y dé paso a la siguiente en la lista, Anabel Sola. De esta manera no prosperaría la moción de censura y desde el Partido Popular podrían mantener la esperanza de que en este caso sí, cuenten con el apoyo al menos de los concejales andalucistas, y el PP pueda seguir gobernando en Zurgena. Mientras esto sucede, los zurgeneros opinan de manera mayoritaria que toda esta situación no tiene como objetivo ayudar al pueblo, como dicen quienes impulsan la moción de censura. Más bien, los vecinos creen que unos y otros, lo único que pretenden es llevar agua para su molino.
No hay comentarios