“Hoy en día es muy fácil cometer un delito, sólo hay que estar en la calle”

Cursos de Verano de la UAL / Emilio Calatayud

El juez de las sentencias ejemplares, Emilio Calatayud, defendió en el curso de verano que la UAL cerró ayer en Purchena. Destacó las actuaciones “pioneras” que se están desarollando en Almería yAndalucía

“Hoy en día es muy fácil cometer un delito, sólo hay que estar en la calle”
Berta F. Quintanilla

Almería, 25 de julio 2008 - 22:41

Quien le conoce bien sabe que al Magistrado Juez de Menores, Emilio Calatayud (Ciudad Real,1955) le encanta el deporte, en concreto la natación y salir a caminar por las calles de Granada, ciudad donde en estos momentos ejerce su profesión. Pese a estar disfrutando de sus vacaciones, ha participado como ponente en el curso Prevención de la delincuencia juvenil que la Universidad de Almería clausuró ayer en su sede de Purchena y por el que pasaron expertos en las diferentes áreas concernientes a esta temática.

Tras agradecer la oportunidad brindada por la institución para compartir experiencias en el seminario, Calatayud afirmó seguir creyendo en “los complementos para la formación de la gente”, concretamente en el tema de la delincuencia de menores. Un problema que ha creado opiniones dispares “porque se ha explicado poco y mal un tema que está en boca de todos”.

Durante su ponencia, que relacionaba el papel de la familia con el de la escuela, el magistrado destacó que si la sociedad hace fácil el camino para que un menor cometa el delito, “tiene que ser la misma sociedad la que busque mecanismos para que este menor pague su infracción” analizando la situación actual del trabajo en Purchena, donde “se está viendo un caso práctico del compromiso de todo un municipio para la reinserción de menores delincuentes”. Para que esto sea así, tanto instituciones como empresas “están jugando un papel importantísimo y de agradecer”.

La justicia de mayores también ha sido analizada durante el transcurso de la charla, que los alumnos siguieron con especial atención, y en la que Calatayud aseguró estar “conforme con lo que estamos consiguiendo paso a paso” además de proponer un traspaso de las experiencias positivas cosechadas con los menores a la jurisprudencia con mayores debido a que “las cárceles están ya llenas y saturadas”.

Él fue el ‘culpable’ de que un menor que había incendiado papeleras tuviera que acompañar a los bomberos durante algunas de sus actuaciones, o de que otro chaval pasara una buena parte de tiempo en un centro escolar para aprender a escribir. Actualmente y con un libro publicado en el año 2007, Reflexiones de un juez de menores, Emilio Calatayud repasa estas actuaciones que en buena parte le han valido el reconocimiento social y de la prensa, que ven en él una persona sencilla que ha conseguido acercar a los menores infractores a esa sociedad a la que hicieron daño. “Pienso que la privación de libertad es necesaria, pero al mismo tiempo deben existir medios alternativos”, analizó el juez que abogó por la búsqueda de “educación e inserción laboral”. El magistrado quiso explicar a los asistentes que “existen otras maneras de reparar el delito, no sólo la privación de libertad”.

Son ya 24 años de toga y 16 de trabajo incansable en el Juzgado de Menores de Granada, donde siempre con la humildad que le caracteriza, desempeña sus funciones. “Yo no he inventado nada, sólo aplico la ley”, aseguró, “y esta ley contempla diferentes medidas de trabajo para la comunidad, libertades vigiladas... que pueden ser y están demostrando que son muy positivas”.

Tras muchos años de experiencia, para el juez hay una cosa que está clara: “el origen de todos estos problemas de delincuencia juvenil se encuentra en la familia”. Relaciones infructuosas entre padres e hijos “y la escuela, porque el 80% de los chavales que delinquen tienen malos resultados académicos”. Para evitar o paliar estas infracciones y luchar contra aquellos padres que descargan toda la función educativa en los maestros y profesores, Emilio Calatayud es tajante. Es necesaria una ‘escuela de padres’ “porque creo que cualquier persona que vaya a inscribir a un hijo antes debería pasar por una escuela de padres”, aclarando que su postura en el caso de los progenitores que no llevan a sus pequeños al colegio sería “tipificar esta actitud como claro delito”.

Para terminar, Calatayud quiso felicitar a todas aquellas personas que trabajan con menores, ya que “estamos haciendo entre todos una buena política judicial” aunque en muchos casos “los mismos que hacen la ley no se creen nada de reinserción, los políticos deberían creer que el trabajo es bueno”. De nuevo el papel de los medios de comunicación sale a relucir. “Se ha criticado mucho el trabajo con jóvenes delincuentes, se dice que la ley del menor es blanda”, señaló. “Yo lo comparo con el tema de De Juana Chaos, por 25 asesinatos, 17 años de prisión... a lo mejor un menor está 10 años pagando una falta cometida”.

El trabajo del juez no termina con su salida a la calle tras cada jornada de trabajo. Mantiene correspondencia con los menores a los que ha juzgado ya que “quiero establecer una relación normal entre juez y sentenciado, en muchos casos traspaso límites y ellos me lo agradecen mucho”.

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