Isabel Aparicio, el deseo y la realidad de ser madre de una mujer valiente

El día 17 de diciembre de 2014 nacieron dos vidas en Mojácar. Una se agarró al mundo, la otra se aferró a su hija recién parida. Isabel, Isabel Aparicio, soñaba con ser madre desde que ella se recuerda a sí misma, "incluso pensaba en adoptar a algún niño necesitado porque me encantan los niños; de joven pensaba que me casaría y tener dos niños míos y adoptar otro por ayudar a esas criaturas". Isabel no se casó, no se ha casado todavía, quién sabe (ella dice lo de la canción que 'siempre me voy a enamorar de quién de mí no se enamora'), los años pasaban como se le podía pasar el arroz, y o ya ya, o marchaba el tren de la fertilidad. Quería sentir la experiencia de ser madre "de sentirlo dentro de mí. Siempre lo tenido clarísimo, es un sueño hecho realidad". Cuántas vigilias no lo habría madurado, cuántos relojes sin cuerda le darían horas y horas de razones, de pros y de contras, "lo tenía claro, es lo que más ansiaba en este mundo, no fue un arrebato". Isabel optó por la fecundación in vitro.

Ella, madre primeriza, valiente, decidida, aún no es consciente del todo, no ha terminado de asimilar que en la cuna, dormida como sólo duermen los bebés, está el fruto de su empeño, de su esfuerzo, de ponerse al mundo por montera. "Me hice todas las pruebas habidas y por haber. Llevé fenomenalmente los meses de embarazo, me he encontrado bien he trabajado hasta el día antes de dar a luz".

Sin embargo, Isabel Aparicio, que lleva dibujada la risa en la cara asomada entre la melena rubia que echa hacia atrás con las manos de cuando en cuando, tuvo sus momentos oscuros durante el embarazo "no me quedé embarazada a la primera, fueron varios intentos, estaba un poco desanimada. Me di la última oportunidad y mira, aquí está. Pero me entró el miedo a perderlo. No he disfrutado mi embarazo del todo por el miedo. El miedo me invadió de tanto deseo como tenía de tenerlo". Isabel se levanta del sillón, se acerca a un mueble, pone sobre la mesa un álbum de fotos. Es el recuerdo que le tiene preparado a su hija Blanca. Son las fotografías de Isabel durante su embarazo, muestra su vientre hinchado recordando el poema de Pedroni Fantoni: 'Mujer, en un silencio que me sabrá a ternura/Durante nueve Lunas crecerá tu cintura/Y en el mes de la siega tendrás color de espiga/Vestirás simplemente y andarás con fatiga'.

Y con ella, pese a que quiso estar sola, estuvo toda la familia en el momento del parto por cesárea. Una hermana le cogía la mano, otra le daba aire, y la cuñada, enfermera, la animaba. Todo se borró de un soplo cuando pudo coger a su hija. Dice Isabel que rompió aguas pero que no se ha roto aun emocionalmente. "Cuando sea plenamente consciente de que la tengo, de que tengo a mi hija, me expresaré a su manera". Seguramente llorará entonces sin parar. Una pregunta sin doblez, Isabel, ¿cómo se lleva en un pueblo esto de la fecundación in vitro? "Me he sentido como si fuera famosa, todo el mundo me felicitó. Estoy muy agradecida al pueblo por tantas muestras de cariño. La gente me ha dicho que era valiente, que esto lo hace todo el mundo, vaya, tengo amigas a las que les gustaría tener hijos pero ellas solas no se atreven". Isabel no ha estado sola en ningún momento, toda su familia la ha apoyado sin fisuras.

Isabel decidió darle el pecho "no llora, pero como toma tres veces por la noche, la verdad es que duermo poco. Merece la pena, quería vivir la maternidad entodos los aspectos y mientras tenga, le daré el pecho, sentiré más a mi hija". En la conversación salta varias veces la plabra miedo, el miedo que ha padecido Isabel durante el embarazo, el miedo a que no llegase hasta el fina, el pellizco permanente en la boca del estómago. "Estoy muy contenta de haberla tenido, ha colmado mi vida". Blanca, con los años, sabrá que ha sido una niña muy querida, muy deseada, y su madre le enseñará las fotos de cuando estaba en su vientre.

aría del Mar Murillo ha asistido a muchos partos en su ya dilatada preparación y trayectoria profesional, pero su mirada desde hace un tiempo está puesta en un nacimiento que marcará su vida y la de otros profesionales que le acompañarán en esta aventura empresarial como es la puesta en marcha de N&M Centro Maternal, que abrirá sus puertas el próximo día cuatro en la calle Castelar de la capital almeriense, junto a la Plaza de San Pedro. "Es una empresa creada con mucha ilusión y un esfuerzo tremendo que pretende cubrir las necesidades de la mujer desde la adolescencia hasta la madurez, cubriendo todo su ciclo reproductivo".

El Centro Maternal dispondrá de consulta de planificación familiar, cursos de educación maternal y preparación al parto, masaje infantil, técnicas alternativas como la moxibustión, masajes, reflexología podal y osteopatía; gimnasia postparto, visitas domiciliarias postparto y tratamiento de los problemas asociados a la menopausia y el climaterio.

Para todo ello, María del Mar Murillo cuenta con una sólida formación como matrona en el Hospital de Poniente de El Ejido, Torrecárdenas, La Inmaculada en Huércal-Overa y el Queen Maternity Unit de Londres; y con el trabajo y apoyo de quienes han querido compartir con ella esta emprendedora iniciativa, Francisco Javier XXX, enfermero máster en sexología, y María del Mar XXX, técnico en cuidados auxiliares de enfermería. N& M también cuenta con la colaboración de Inmaculada XXX, matrona; Josefa María XXX, matrona y psicóloga miembro de la Asociación Española de Psicología Perinatal; Josefina XXX, quiromasajista osteópata y reflexóloga, María XXX, enfermera; y Manuel XXX, maestro.

Dada la falta de matronas que existe en la provincia, los responsables de N&M han iniciado contactos con diversos ayuntamientos para poder ofrecerles sus servicios más allá de las propias instalaciones en la capital. Desafortunadamente, indica María del Mar, en la provincia de Almería sólo existen cuatro matronas que dan cobertura a las embarazadas y puérperas en algunos centros de salud de Atención Primaria como Huércal de Almería, Pechina, Viator, Gádor, Benahadux, Roquetas de Mar, Ejido Norte y Níjar. "Esta situación, bajo el punto de vista de las matronas, es deplorable. Cuesta entender cómo en Murcia o en Cataluña, por ejemplo, hay matronas en casi todos los centros de salud, paritorios, plantas de puérperas y gestantes, consultorios de salud sexual y planificación familiar, y en consultas de menopausia y climaterio, mientras en Almería quedan relegadas a paritorio y, con suerte, a la planta de gestantes".

El Centro Maternal impartirá talleres y charlas relacionadas con la salud sexual, el ciclo reproductivo y otros temas de interés, así como el método AIPAP de preparación al parto mediante curso de acondicionamiento integral y preparación pélvica en el agua, que será impartido por matronas a mujeres embarazadas. "Este curso es totalmente innovador y será impartido en una piscina climatizada en grupos de cinco a diez gestantes con una duración de diez semanas. El método AIPAP tiene un índice de partos eutócicos del 98.19%, dato muy superior al 80% que promulga la Organización Mundial de la Salud, y más aun al 65-75% de los hospitales públicos de España. Supone un 10.18 menos de probabilidad de tener cesárea y 7.87 menos de tener parto instrumentado".

Las clases de educación maternal también se impartirán en inglés, pero el centro se expresa igualmente en alemán a través de Francisco Javier. Con él, N&M cuenta con todos los servicios propios de enfermería y su amplia experiencia en atención primaria y servicio de urgencias, además del título de Instructor Europeo de Reanimación Cardiopulmonar. Desde N&M realizará visitas a domicilio, control de crónicos, inyectables, curas, vendajes o extracciones. También impartirá charlas y talleres de interés como soporte vital básico pediátrico y de adultos, además de ofrecer sus servicios como sexólogo especializado en sexualidad durante el embarazo y puerperio.