José Luis Benlloch, histórico crítico, en el Foro 3Taurinos3

Almería taurina

La crítica, la actualidad de la Fiesta, los ciclos de Valencia y Sevilla y las nuevas tecnologías, centraron la brillante charla del director del semanario 'Aplausos'

José Luis Benlloch durante su charla entre Juan Aguilera y Jorge Casals.
Benjamín H. Montanarí / / Crítico Taurino

14 de mayo 2012 - 01:00

Dentro de los actos que organiza el Foro 3 Taurinos 3, que preside Juan Aguilera, en esta ocasión ha sido invitado el periodista taurino José Luis Benlloch que, además de colaborar en diferentes medios, es director del legendario semanario "Aplausos". Aunó el toreo y el periodismo por esa "pátina artística y vocacional que tienen siendo muy sui génesis y pasionales". Del momento que viven ambas facetas dijo ser "optimista por vocación pero viven una época turbulenta de resituación en la sociedad actual víctima de la coyuntura política. La falta de programas de valores jerárquicos en algunos partidos y la componente identitaria de la fiesta de los toros ha convertido el toreo en una moneda de cambio descorchándose el abolicionismo con la complicidad de algunas administraciones con doble moral y argumentos proverbialmente ajenos a los toros".

Del paso de los toros a Cultura afirmó que "hasta la fecha ha sido una especie de mudanza de ficheros y nada más. En el futuro puede tener consecuencias positivas siempre que exista la voluntad política de traducirlo en ventajas para el toreo como aliviar la presión fiscal, presupuestar para difusión y sobre todo ratificarla como producto cultural y hacerla un hueco en los grandes medios de comunicación". De los enemigos citó a los animalistas que "amparados en la industria alimentaria y de las mascotas que tienen una jerarquía a la altura de la industria armamentística del mundo" transforman y alteran la escala de valores pese a las necesidades asistenciales y laborales que tiene el mundo de hoy sin olvidarse de aquello que "los enemigos de la fiesta están dentro de la propia fiesta" sin considerarlo una verdad absoluta aunque es algo muy utilizado. Dio un repaso a tiempos pasados de la dura crítica y la brillante época que motivaron, analizó la excesiva durabilidad de los toreros "en una sociedad que consume muy aprisa, que tritura a velocidad de vértigo noticias y modas por lo que necesita tener personajes y referencias nuevas con más frecuencia de lo que duran los toreros".

Otro problema planteado por Benlloch es el "cortoplacismo" en el arrendamiento de las plazas por lo que no se favorece la inversión de futuro de los empresarios en promoción y creación de afición. Y en los toreros en el planteamiento de su carrera porque "es de un riesgo tan alto que nadie sabe dónde puede llegar" también existe esta inmediatez que "genera un sentimiento de individualidad y de urgencia".

El G-10 lo considera curioso por lo antes expuesto e "inoportuno en el tiempo, mal explicado porque lo único que tenemos es una teoría de un señor que ha dicho una serie de bondades que no se han traducido y mal desarrollado pues es una unión en la que algunos miembros están muy decepcionados y otros muy perjudicados pues no pueden defender a un sector al ser un lobby de presión dando una patada a la figura del apoderado".

Afirmó que la temporada nació con este trasfondo y "una situación general difícil con el reflejo de tensión que hay en la sociedad española" repitiéndose el balance artístico entre Valencia y Sevilla con los nombres comunes de Manzanares y Talavante que le ha aguantado el tirón. La pareja Fandiño-Mora, la reinvención de Padilla acogido como un héroe que ha trascendido más allá de la plaza, la esperanza de Jiménez Fortes. Considera que el momento de la Fiesta "debe ser mejor concentrando la oferta, reduciendo ferias y aumentando la calidad". Del periodismo dijo que está en un momento difícil "por las nuevas tecnologías ya la información gratuita se devora a gran velocidad". Amena, lúcida e interesante charla de Benlloch sin taparse en el burladero de lo artificial demostrando que se puede conocer el fondo de la bravura haciendo periodismo, que se llega a la embestida y su resolver siendo espectador y se puede tener sentimiento torero en el púlpito de la crítica.

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