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Kimberly, una almeriense trans de 44 años: "Siempre he sido una mujer"
Almería
El ser transexual no le impide llevar una vida feliz y tranquila en la que el amor familiar y la música son sus ejes
Ser transexual no es nacer en un cuerpo equivocado, los cuerpos de las personas no están equivocados. La transexualidad tampoco es un problema ni una enfermedad, como algunos ignorantes y grandes mediáticos continúan diciendo. El ser humano es el que se equivoca continuamente, y el que peca de soberbio. Peca de soberbio cuando cree que algo es lo que no es. Hay una fecha marcada en el colectivo transexual y es el 31 de marzo, en la que todo el planeta celebra el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, con la finalidad de crear conciencia y sensibilizar a la población mundial para acabar con la discriminación hacia las personas transexuales. Hay que cambiar el imaginario colectivo, motivo por el cual hoy entrevisto a Kimberly Felices Sánchez, una de las mujeres trans almerienses más valientes del momento, además de un ejemplo a seguir. Es valiente por dar la cara, su nombre y contar su historia personal en este diario local. Kimberly nació en Almería, en octubre de 1977, y vive en el centro de la capital junto a su madre. Es soltera, nunca ha estado casada y tiene un hijo que ama con todo su corazón, se llama Juan y no hace mucho, en noviembre, ha cumplido siete años de edad. Comparte a su hijo con su expareja, una mujer con la que convivió durante ocho años. Posee estudios de EGB y es una persona alegre, divertida, a la que le encanta el cachondeo, pero también y sobre todo es una mujer inquieta, ya que nunca puede estar tranquila y no para de hacer cosas. Ha desempeñado diferentes oficios como operadora y acomodadora de cine, limpiadora, jardinera, electricista, electrónica y formadora de software musical. Hace apenas unos meses se presentó a su primera entrevista de trabajo siendo ella misma, vestida de mujer, como no podía ser de otra manera, y consiguió el puesto. Gracias a esto, ahora trabaja como limpiadora en Carrefour, siendo aceptada por sus jefes y compañeros de labor como una mujer más en la plantilla. Se siente como una persona normal que tiene muchas aficiones (el dibujo, la astronomía, la egiptología, la cultura y escritura japonesa...), tal vez demasiadas, pero su gran pasión sin duda es la música. Con 10 años empezó a tocar el teclado, y a los 22, hizo su primera maqueta, desde entonces no ha parado de crear composiciones musicales con el nombre artístico de Kenzi. Kimberly además de ser transexual es lesbiana, cosa que tiene muy claro. Las mujeres le han gustado desde siempre, en todos los sentidos. El propósito de la entrevista, en este caso, es para ayudar con su relato a otras personas trans a dar el paso: a perder ese miedo de mostrarse ante la sociedad con su verdadera identidad.
-¿Recuerdas cuándo y cómo fuiste plenamente consciente de tu transexualidad?
-Siendo pequeña yo sabía que algo en mí era diferente, pues jugaba a las casitas con mis hermanas y mis primas en vez de jugar al futbol con mis amigos. Y es que así nos educaban antes; "las muñecas eran para las niñas", ya sabes, pero yo no lo veía así. Yo con siete u ocho años creo que ya me sentía chica, aunque no comencé a comprender realmente lo que me ocurría y cuáles eran los motivos hasta que llegué a la adolescencia, con doce o trece años de edad, cuando descubrí que era transexual.
-¿Consideras que en el mundo de las lesbianas en general, la transexualidad está aceptada?
-Bajo mi punto de vista particular creo que sí, ya que el lesbianismo entre mujeres trans ha ido adquiriendo cada vez mayor visibilidad. Aunque hay quienes siguen pensando que por el simple hecho de ser una mujer transexual ya te tienen que atraer los hombres. Y esto no es así. De hecho, existe un elevado índice de lesbianismo entre mujeres transexuales, más elevado aún que en mujeres no transexuales. Las que estamos en este mundo lo sabemos muy bien.
-¿Cómo ha cambiado tu vida desde el inicio de tu transición tras anunciar que eras una mujer?
-Han pasado 17 meses desde que hice pública mi identidad y, desde entonces mi vida ha cambiado por completo. Ahora soy yo. Y es que ser como soy, me hace ser feliz. Reconozco que debía haberlo hecho antes, pero ahora es mi momento de salir al mundo y de apoyar a otras muchas mujeres trans que están pasando por lo mismo que yo. Porque cada persona tiene su tiempo, cada momento llega y sucede cuando tiene que suceder. Y hoy, yo ya puedo decir que soy totalmente libre.
-¿Te sientes apoyada por tu familia?
-Desde el principio me he sentido apoyada por mi familia y amigos, y eso me ha hecho y me hace muy feliz.
-Háblame sobre la relación que mantienes con tu exmujer y tu hijo.
-Mi exmujer ha visto mi transexualidad como algo natural. Y con mi hijo mantengo una relación muy especial, es lo que más quiero en la vida. Todos los días le recojo del colegio y disfruto mucho jugando con él a lo que sea. Él me ve normal, porque lo soy. A veces me hace preguntas y yo le respondo de manera que lo entienda todo; y nos reímos mucho.
-¿Has sufrido discriminación por tu orientación sexual o identidad de género?
-Por suerte nunca he sufrido discriminación por cuestiones de mi orientación sexual o identidad de género en mi trabajo ni en ningún otro ámbito. Era uno de mis temores antes de darme a conocer tal y como soy. La verdad es que la gente me trata maravillosamente, con mucho respeto, y me felicita por ser auténtica.
-¿Cuáles dirías que son las mayores dificultades a las que se enfrenta una persona transexual?
-Una de ellas es la inseguridad que se siente para salir a la calle por primera vez vestida como mujer. El afrontar la percepción y los prejuicios que los demás tienen sobre tu aspecto exterior. Ese miedo al "qué dirán". Y creo que la mayor dificultad a la que nosotras las trans nos enfrentamos es el tener que explicar a nuestros más allegados cómo nos sentimos por dentro y por fuera, y lo que realmente somos como personas e individuos únicos, para que nos comprendan y nos entiendan, y que nos acepten y quieran tal y como somos.
-En tu proceso de tránsito. ¿Tomas hormonas? ¿Te someterás a la operación de cambio de sexo?
-Sí, llevo dos meses tomando hormonas. Y, en cuanto al cambio de sexo, puedo decirte que aún dispongo de dos años para pensármelo con calma. Mi endocrina, la Dra. Rebeca Reyes, es la que me orienta en todo el proceso de tránsito para que viva acorde a mi sexo, y me ha dicho que hasta que no lleve seis meses hormonándome no pueden incluirme en lista de espera para operarme de pechos, y dos años recibiendo tratamiento de hormonación a fin de poder estar en la lista de espera para la vaginoplastía.
-Para terminar. ¿Qué significa la música para ti?
-La música causa en mí diferentes estados de ánimo, es mi máquina del tiempo, que me hace retroceder al pasado y en ciertos momentos viajar al futuro. Para mí la música lo es todo. ¿Qué es la vida sin una banda sonora? Yo toco el sintetizador y la guitarra eléctrica, y a veces el bajo y la batería. También compongo, edito y grabo mis propias canciones. A nivel compositivo creo música instrumental de casi todos los estilos: funky, techno, New Age, rock, ambiental, Drum & Bass y experimental. Los lugares donde cuelgo mis temas son Spotify, iTunes, Amazon Music y otras plataformas digitales. Además, soy miembro junto con dos de mis hermanos (los mayores) y un amigo del grupo musical electrónico "El Escuadrón", y tenemos un estudio de grabación en Pechina por el que pasan otros artistas, yo soy la ingeniera de sonido.
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