Línea de Alta Velocidad con Murcia

Luz al final del túnel

  • La Subdelegación del Gobierno mantiene los plazos para la llegada del AVE en 2023 con cuatro tramos en obras y la culminación este año de la primera fase de integración ferroviaria en El Puche

Luz al final del túnel

Luz al final del túnel / Rafael González

En el imaginario de los almerienses el AVE es una infraestructura de calendario perpetuo que nunca avanza lo suficiente y la Alta Velocidad con Murcia se asocia indisolublemente a los túneles tapiados por el Gobierno de Rajoy en marzo de 2014. Siete legislaturas han pasado desde aquella promesa en 1998 del entonces ministro de Fomento, Arias Salgado, de que un Euromed llegaría a la provincia antes de 2005 y el anuncio posterior de Rodrigo Rato de que coincidiría con la celebración de los Juegos Mediterráneos. Francisco Álvarez Cascos lo cambió por un AVE con el horizonte de 2007 y trece años después los almerienses siguen subiendo al Talgo para sufrir una odisea de trayecto a Madrid de casi siete horas.

Cambiar esa percepción de una sociedad condenada al ostracismo ferroviario con declaraciones, después de años de falsos compromisos, requiere de hechos y la Subdelegación del Gobierno en Almería es consciente desde hace meses que obras son amores. Así que cuando más arrecian las críticas de la oposición y las voces que retrasan la llegada de la Alta Velocidad han querido visitar los trabajos de dos de los tramos en ejecución para garantizar que se cumplirán los plazos de un cronograma que sitúa en 2023 la finalización de la infraestructura ferroviaria para que poco después los trenes puedan viajar en tres horas y media a la capital del país y en una más a Barcelona.

Luz (y taquígrafos) al final del túnel para que los almerienses -ayer una representación de los empresarios, sindicatos y Mesa del Ferrocarril- conozcan la realidad de una infraestructura que nunca marchó a su ritmo por las prácticas dilatorias de los sucesivos gobiernos y que ahora tiene financiación suficiente para no volver a parar hasta que se culminen los casi 200 kilómetros que conectan con la capital murciana, de los que 108 discurren por la provincia de Almería. Habían pasado más de 2.800 días desde que se difundieron las imágenes de las pruebas de carga con las que se daban por finalizados los tramos entre Vera, Los Gallardos y Sorbas (27,8 kilómetros) y a partir de entonces la nada, hasta que el pasado año se retomaron los movimientos de tierra y desbroces en los primeros de los cinco tramos en curso.

Hoy ya se pueden comprobar en diferentes enclaves entre la capital y Níjar el avance de las excavaciones y las obras de drenaje y pasos inferiores, así como los primeros trabajos de montaje de ferralla, encofrado y hormigonado y a partir de septiembre la construcción irá tomando velocidad y será mucho más visible el horizonte del AVE. A primera hora de la mañana del jueves partió la expedición, junto a los técnicos del ADIF, del subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente Arias, acompañado por el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Parra, el vicepresidente de Asempal, Luis Escámez, el secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Valdivieso, y el coordinador de la Mesa en Defensa del Ferrocarril, José Carlos Tejada, así como por los diputados, senadores y el secretario general de los socialistas. También acudió la alcaldesa de Níjar, pero declinaron la invitación los regidores de Sorbas y Lucainena.

En el margen derecho del kilómetro 1 de la AL-1103, a cinco minutos de la estación de servicio de la Venta del Pobre, se instaló un punto de información a pie de obra en el que se dieron todos los detalles sobre el estado de los tramos en ejecución y se puso en valor una inversión de 1.461 millones desde junio de 2018, 768,4 en licitaciones y otros 693,3 en adjudicaciones de contratos por parte del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En torno a la once de la mañana y con treinta grados a la sombra, el director del tramo Los Arejos-Níjar, Antonio Ferrer, desgranó los trabajos ya realizados junto a un esqueleto de hormigón y puntales del que pronto será uno de los diez viaductos. “Lo que se vea se recuerda”, era la consigna del subdelegado que insistió en que la primera fase de la integración en El Puche se completará este año, de manera que puedan volver los trenes que se quedan en Huércal de Almería. 

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