María Lorenzo y Araceli Parra seducen con su belleza y salero

Se abrió el telón, la Latin Rock Band desencadenó música en directo, la presentadora del acto, Mónica Velasco, a su vez directora de prensa del Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora, pronunció "buenas noches" y las 2.00 personas congregadas en la nave polivalente atronaron el espacio con aplausos. Había comenzado la Gala de elección de las Reinas Infantil y Juvenil de las Fiestas de San Diego en Cuevas del Almanzora y, como no, también de las Damas de Honor.

En la noche del pasado jueves la Gala se llenaba de novedades: música en vivo, desfile de féminas con vestidos de gitana, también los buenos mozos, con la moda de otoño-invierno de las tiendas de ropa de Cuevas del Almanzora. Y la principal novedad es que toda la Gala fue planificada, organizada y puesta en pie por el propio Ayuntamiento cuevano, aspecto que fue destacado por el alcalde, Jesús Caicedo. Una empresa difícil resuelta con pleno éxito, como difícil fue la labor del Jurado a la hora de decidir qué flores del espléndido ramillete serían elegidas Reinas Infantil y Juvenil. Hasta en cinco oportunidades tuvieron que repetir votaciones.

Todas, absolutamente todas, tendrían que ser reinas; sin embargo, María Lorenzo Navarro y Araceli Parra Sintas fueron quienes colgaron de sus hombros las bandas de Reinas Infantil y Juvenil, respectivamente. A Jesús Caicedo que lleva la tira de años imponiendo bandas en las Fiestas, se le notaba la experiencia y desenvoltura.

Las actuaciones, otra de las novedades que encandilaron a cuantos tuvieron la fortuna de asistir a la Gala, tomaron forma en los bailes de flamenco, danza clásica y baile de salón, a cargo de la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro. De otro lado, la Gala contó con la intervención de Miguel de María y Juani Rodríguez.

El alcalde de Cuevas del Almanzora, Jesús Caicedo, destacó en la clausura de la Gala el esfuerzo realizado para que todo saliera como salió: fenomenalmente bien, a base del trabajo de la gente de Cuevas que arrimó el hombro con absoluto desinterés y generosidad.