María Teresa Valera González

GINÉS VALERA ESCOBAR

Fue mi tía Teresa una mujer adelantada a su tiempo, de las que han conseguido que hoy día percibamos como normal lo que no siempre lo era. Siendo la tercera hija del matrimonio de Horacio Valera y Teresa González, pasó una niñez feliz en Sorbas al ser allí destinado mi abuelo, Funcionario de Correos. Pero la cruel Guerra Civil le arrebató a su hermano Tomás, martirizado en Turón y la postguerra se llevó al menor, Ramiro. Vivía la familia en la Calle Gerona y finalizó el bachillerato en el instituto (en lo que hoy es la Escuela de Artes). Al fallecer su padre no tuvo más remedio que echar una mano en casa y al ser muy inteligente sacó sin dificultad las oposiciones a Oficial de Telégrafos, siendo de las primeras chicas conocidas de Almería que trabajara en algo más que en el hogar. Si no creció más profesionalmente en su época fue debido a que la mujer no podía opositar a los cuerpos técnicos de los Organismos, y mucho menos aspirar a Jefaturas, reservadas a los hombres. Destacó en los deportes. El Baloncesto se le dio muy bien y formó parte de la selección femenina de Almería, con el equipo del SEU que Jesús Naveros reunió para competir en los Juegos de Educación y Descanso. Dotada de gran rapidez, cuenta Emilio Campra que entrenaban en las Almadrabillas con los velocistas, entre los que se encontraba su hermano Ginés Valera (mi padre), y que aunque les permitían ventaja a ella y a su hermana Luz, no siempre las alcanzaban. Sus últimos años los vivió en la residencia Portocarrero, aquejada de esa terrible enfermedad que te deja sin recuerdos. Sólo le ha faltado estar viva el día que sea canonizado su hermano Tomás, para dedicárselo a su madre.