Música y poemas sacros se funden en homenaje a María Jesús Valdés
Carmen de la Maza, Manuel Galiana y el guitarrista Guillermo Fernández ofrecieron un bello espectáculo en un recital celebrado en el santuario de la Virgen del Mar
"No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte". Así comienza el soneto a Cristo crucificado, interpretado por la actriz Carmen de la Maza en el santuario de la Virgen del Mar, en la sexta edición del Recital de Poemas Sacros organizado por la hermandad patronal. Ella llegó para suplir la ausencia de María Jesús Valdés, de inolvidables recuerdos para la escena española y para los almerienses que disfrutaron de su arte en anteriores ediciones; y lo hizo con la maestría de quien lleva tantos años sobre los escenarios, estudios de cine y platós de televisión.
De la Maza unió su voz y elegante figura a la de otro gran maestro de la escena española como es Manuel Galiana. "Tuya es mi conversación y tú la quieres, tuya es Señor la traza y tuyo el modo de conocerme yo y conocerte...". La voz y la presencia de Galiana, íntima y cercana, fueron un susurro de pensamientos y sentimientos de los más grandes poetas y místicos españoles. Pero, en esta ocasión, las poesías llegaron con más profundidad que nunca de la mano de un gran artista almeriense como es el guitarrista Guillermo Fernández. Él abrió el recital con un 'Homenaje a Almería' en el que fusionó composiciones de los músicos Gaspar Vivas, Manuel del Águila y José Padilla; al que siguió la obertura del Adagio de Albinoni. Después llegarían sus 'Rezos' y una fantasía sobre el estreno del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, en homenaje también al concertista de guitarra clásica Regino Sáinz de la Maza; y la marcha 'Esperanza en Las Puras', bella composición de Fernández que hizo emocionar a Antonio Andrés Díaz, capataz de la Virgen de la Esperanza, en cuyo honor creó Guillermo esta obra.
Emociones por el recuerdo a María Jesús Valdés y por el homenaje que supuso este recital, con la presencia de dos de sus hijas, que recibieron la partitura de la obra creada y estrenada por Guillermo Fernández en su honor. Su guitarra acompañó los textos elegidos por Manuel Carmona, "alma del recital", como le definió el presentador del acto, Antonio Serrano; revividos con especial sensibilidad por Carmen de la Maza y Manuel Galiana. Música y sacros poemas se fundieron en una sola e inseparable creación artística de inigualable belleza espiritual. Toda oración debe estar realizada con hondura, expuso Antonio Serrano. "La poesía religiosa es, a veces súplica, a veces loa; a veces susurro, a veces grito; a veces altísimamente divina, a veces fieramente humana". La voz de María Jesús Valdés puso emotivo final a un recital que debe mejorar mucho el sonido en la próxima edición. María del Mar Vázquez, diputada de Cultura, entregó a los protagonistas una colección de libros editados por el Instituto de Estudios Almerienses.
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