Niña de seis años violada y arrojada a un pozo
Elladooscurodealmería
Vecino. Entre los buscadores de la niña se encontraba un joven de 22 años, amigo de la familia, quien de manera activa acompañaba a los padres buscando a la desaparecida
Los primeros datos sobre este dramático caso a los medios informativos locales lo aportaron los efectivos de la Unidad de Salvamento y Rescate del parque contra incendios de Almería. La Guardia Civil de Níjar requirió la presencia de este grupo especializado, para tratar de rescatar a una niña de seis años que se encontraba en el fondo de un pozo de unos cuarenta metros de profundidad situado en la zona del Cautivo y Rambla Morales en el término municipal de Níjar.
La llamada de urgencia se recibió en la central operativa del 080 de la capital, poco antes de las once y media de la noche del martes 28 de mayo de 1991. A partir de ese momento se activaron todos los mecanismos de emergencia.
A la llegada de los bomberos, la barriada de Los Nietos, en pleno campo de Níjar andaba totalmente revolucionada y con los nervios en tensión. Los padres de una niña seis años de edad, apenas podían dar crédito a cuanto estaba pasando. La niña había desaparecido en un santiamén. La tremenda historia se inició en torno a las siete y cuarto de la tarde.
Los padres de la menor, empezaron a alarmarse cuando tras buscar a la niña por las inmediaciones del cortijo, la pequeña no aparecía. Las horas pasaban. Se acercaba la hora de la cena y la niña no daba señales de vida. Uno de los familiares temeroso de lo peor, se desplazó hasta Níjar donde puso el hecho en conocimiento del comandante de puesto de la Guardia Civil en aquella localidad.
Media hora mas tarde, se había organizado el dispositivo de búsqueda. Familiares, amigos, agentes de la Benemérita y una patrulla del Ejército de Tierra, que se encontraba por la zona de maniobras se unieron de inmediato en la búsqueda de la pequeña. Se amplió el radio de búsqueda en varios kilómetros,"peinando" la zona palmo a palmo. Sin embargo, nadie pensaba que la niña se hubiese alejado demasiado. A las once y cuarto de la noche se hizo el milagro.
En un pozo propiedad de la familia estaba la menor. Unas protecciones de madera impidieron que la niña cayese hasta el fondo del pozo. La pequeña que fue encontrada consciente, antes de ser rescatada contestó a algunas de las preguntas que le hacían tanto la familia como la Guardia Civil. La rápida intervención de todo el personal que intervino en su búsqueda fue un factor decisivo para que la pequeña no llegara a morir desangrada.
Una ambulancia del Centro de Salud de Níjar escoltada por la Guardia Civil trasladó a la niña hasta el departamento de Urgencias del centro médico de Torrecárdenas ingresando sobre la una de la madrugada directamente en la UCI pediátrica.
El parte médico, facilitado por el doctor González facultativo de guardia de dicha unidad señalaba que la menor presentaba un politraumatismo, con fractura abierta de tibia, hematoma óculo facial, herida incisa en el mentón, hematoma vulvar, erosiones genitales y sangrada vaginal, manteniendo las constantes vitales y sensoriales dentro de la normalidad, con pronóstico grave.
La historia no hizo nada más que comenzar. Entre los buscadores de la niña se encontraba un joven de 22 años, Félix S. vecino de la barriada y amigo de la familia, quien de manera activa acompañaba a los padres buscando a la desaparecida. Cuando la menor se localizó en el pozo y la Guardia Civil, impidió que excepto los padres se acercara nadie a la zona, Félix misteriosamente desapareció del lugar. La niña lo explicó finalmente todo. Tanto la familia, como los vecinos de la cortijada se quedaron sin palabras al conocer las palabras de la pequeña.
Nada más ser rescatada, con plena lucidez pese a su delicado estado, la pequeña relató lo ocurrido al comandante de puesto de la Guardia Civil de Níjar. "Me tiró al pozo "el Félix". El individuo, se llevó a la pequeña en su ciclomotor hasta la zona del pozo donde intentó forzarla sexualmente y después empujarla al interior del pozo.
Félix S. compartía muchas noches la casa de los padres de la pequeña viendo la televisión o jugando a las cartas. El padre de la niña trabajador de la construcción le había dado toda su amistad al joven, desde que regresase a Níjar tras una breve y amarga experiencia por tierras catalanas, volviendo al pueblo y no llegar a encontrar trabajo.
La madre de la pequeña, no dudó en manifestar que Félix, tenía a la pequeña "engatusada" ya que frecuentemente solía darle paseos en su ciclomotor. No perdonaba que Félix, que sabía el sitio donde estaba la niña dijese la verdad. Tuvo que ser el abuelo, quien en una corazonada intuyó que quizás se hubiese caído al viejo pozo situado a medio kilómetro de la vivienda. Acertó.
Allí la rescataron los bomberos, a más de veinte metros de profundidad. La menor nada más encontrarse a salvo lo acusó. A su madre le dijo, que la había estado tocando cuando orinaba. Félix, que un día después compareció ante el titular del juzgado de instrucción numero 6 de Almería, Jesús Martínez Abad, tras su declaración y antes de entrar en el furgón celular de la Guardia Civil a preguntas de los periodistas, solo dejó escapar unas frases. "No se que es lo que me paso por la cabeza. Me arrepiento, pero yo no la violé."
Félix S. fue detenido esa misma madrugada, sobre las cinco de la mañana por una patrulla de la Guardia Civil de Níjar. Se había refugiado en un invernadero y al ser localizado no opuso resistencia.
El 30 de mayo, el juez instructor del caso ordenaba el ingreso en prisión del joven nijareño. La niña tuvo que permanecer más de una semana en el hospital médico de Torrecárdenas. Afortunadamente, a pesar de que la pequeña permaneció durante más de tres horas en el pozo malherida, el hecho de que no cayese a plomo y de cabeza, evitó su muerte segura. Curiosamente tanto los padres del homicida frustrado como los de la niña mantenían excelentes relaciones y nadie de éstas familias, pudo explicar que le habría pasado al joven para que llegase a tomar esta decisión. En todo momento estuvieron pendientes siguiendo la evolución de la pequeña desde su ingreso en el Hospital de Torrecárdenas hasta que fue dada de alta clínica. Un terrible caso, que afortunadamente tuvo un final feliz y que acabó con los huesos de Félix en prisión.
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