Niños del Sáhara, vacaciones en paz

Otro verano más han llegado los niños saharuais procedentes de las diferentes wilayas (campos de refugiados) del campamento de Tinduf (Argelia), para ser acogidos por familias almerienses.

Gracias al programa Viajes en Paz 2009 , que coordina la Asociación de Amigos del Sáhara y que cumple este año su décimo verano, los menores, acompañados por sus monitores, abandonan las arenas del desierto africano para poder disfrutar de un periodo vacacional apartados del ambiente hostil al que fueron ellos y anteriormente sus familias exiliados hace más de treinta y cinco años.

Las familias de acogida tienen permitido alojar a niños con edades comprendidas entre los 7 y 12 años por un periodo máximo de cinco años, después podrán ayudar a otros menores. Pero es tan fuerte el vínculo de unión que se genera entre las familias y los pequeños, que los padres adoptivos suelen ir a visitarlos a su tierra, convirtiéndose en un auténtico intercambio cultural.

Estos largos viajes de 1.400 kilómetros en los que hay que atravesar toda Argelia, son utilizados por algunos padres almerienses que no pueden ir a ver a su acogido, para que las diferentes familias que sí lo hagan sean sus carteros personales, cartas fotografías y dinero se confían para hacerlas llegar a su destino.

Este verano han llegado a Almería un total de 151 niños, 65 menos que el año anterior debido a los problemas económicos que actualmente corren.

Después de una década luchando por el apoyo y la dignidad del pueblo saharaui la asociación que preside Mireya Jiménez ha conseguido traer un total de 1800 infantes a la provincia. Niños que ahora son adultos y que tienen sus propios hijos, que no perdieron el contacto con su familia almeriense y que desean para sus retoños el verano que ellos vivieron antaño.

Para ayudar a esta iniciativa, la Diputación de Almería ha aportado un total de 30.000 euros para pagar parte de los billetes de avión. Traer a un niño saharaui a España cuesta alrededor de unos 600 euros, la Asociación de Amigos del Sáhara suele hacerse cargo del grueso del pago, pero entrega a las familias a principio de año un talonario de papeletas de sorteo para que éstas las vayan vendiendo y hacer más liviano el peso del presupuesto.

En este periodo de vacaciones el vicepresidente de la asociación Francisco Montes prepara a los niños citas médicas donde se les practican un chequeo completo a los pequeños saharauis.

Uno de los principales problemas que se encuentran los menores que son acogidos por primera vez es la integración, por eso en los colegios del Sáhara Occidental preparan a estos niños para su aventura en España. Además desde la asociación se suelen buscar familias que tengan hijos de edades similares para que la incorporación a su nuevo mundo sea mucho más fácil y divertido.

Este verano se han planificado varias actividades y viajes: una excursión al parque temático Isla Mágica de Sevilla y un concierto benéfico de flamenco, que pretende reunir fondos para ayudar a las wilayas de Tinduf.

Anteriormente a los viajes de acogida a la península, el gobierno de la R.A.S.D (República Árabe Saharaui Democrática) solía mandar a sus muchachos cuando cumplían los 12 años a Cuba, donde recibían una educaión secundaria y universitaria, para luego volver al continente africano. Por ello aún existe un número considerable de hipanoparlantes dentro de su sociedad.

Para el pueblo saharaui, que las familias españolas saquen a sus hijos del caluroso desierto (60º grados en verano) es algo que agradecen encarecidamente.

Después de más de tres décadas en el exilio, dominados por el Reino de Marruecos por una mala política de descolonización de España en 1975, el pueblo saharaui aun cree que son hermanos de sangre del pueblo español, al cuál agradecen enormemente su apoyo, lo que fomenta un camino seguro hacia la paz y la libertad