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Operación Delfín Blanco

El lado oscuro de Almería

Las fuerzas de seguridad se incautaron de una tonelada de droga y dos veleros en una macrooperación que tuvo lugar con la colaboración de la Fiscalía Especial Antidrogas y también de la Armada española

Los cuatro miembros de la red desarticulada tenían residencia habitual en Adra y Roquetas.
José Ángel Pérez / / Periodista

16 de julio 2012 - 01:00

TRES de los cuatro miembros de una red internacional dedicada al trafico de sustancias estupefacientes- fundamentalmente cocaína- y que fueron detenidos el 31 de marzo de 2006 en una operación especial de la Policía interviniéndole una tonelada de cocaína a bordo de un velero tenían su residencia habitual en las localidades de Adra y Roquetas de Mar.

El Greco-Galicia de la Policía Nacional abortó el transporte de este alijo de cocaína de más de 1.000 kilos que los narcotraficantes mantenían escondido a bordo del velero Nadia, de bandera alemana. El barco fue interceptado y abordado en aguas internacionales, a la altura de las Islas Azores. La intervención bautizada como "Operación Delfín Blanco", contó con la colaboración de la Fiscalía Especial Antidrogas y de la Armada española.

Esta importante operación, la primera del Greco-Galicia perteneciente a la Comisaría de Pontevedra, se saldó con la detención de cuatro personas, dos súbditos alemanes afincados en Almería y una mujer de nacionalidad rusa esposa de uno de los ciudadanos alemanes junto a un súbdito paraguayo. La mujer de 30 años de edad, implicada en la trama, fue detenida tras un registro domiciliario llevado a cabo en una vivienda de la urbanización de Roquetas de Mar donde vivía en un apartamento junto a su marido.

Además de la droga incautada, valorada en el mercado negro en más de 30 millones de euros, fueron intervenidos dos veleros, el Nadia, que transportaba la droga, y el Preciosa -éste en el puerto de Benalmádena-, que también pertenecía a la organización.

La operación, coordinada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, comenzó unos tres meses antes a raíz de las investigaciones efectuadas por el grupo Greco-Galicia en colaboración con la Brigada Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía. Las investigaciones se centraron desde un principio en un grupo internacional de narcotraficantes, compuesto por ciudadanos de distintas nacionalidades, residentes todos ellos en España, que se dedicaban a introducir la cocaína en Europa en embarcaciones de recreo.

Los indicios de los agentes antinarcóticos apuntaban que el velero Nadia se dedicaba al transporte de droga ya que había sido comprado por un miembro de la organización y que desde algún buque la sustancia era trasvasada en alta mar. El 23 de marzo partió del puerto de Cádiz el patrullero Vigía, de la Armada española, llevando a bordo una dotación de asalto de los GEO y funcionarios del grupo antidroga Greco-Galicia. Un mes después de su salida de Barbados el 28 de febrero, el velero Nadia fue localizado e interceptado al noroeste de las islas Azores. Anteriormente los narcotraficantes le cambiaron el nombre al barco bautizándolo como "Grafemberg" de bandera holandesa y cuando ya navegaba por aguas internacionales en alta mar cambiaron de bandera y de rotulo al velero. Ya con el nombre de "Nadia" desde un buque nodriza fue trasvasada la droga en fardos de 20 y 30 kilos de peso aproximadamente. El destino era un puerto holandés a donde pretendían llegar utilizando la ruta de los portugueses.

Una vez interceptada la embarcación, llegó a las instalaciones de la Escuela Naval Militar de Marín custodiada por la patrullera "Vigía" donde tras un minucioso registro fue localizado el alijo del cocaína en la popa del barco, concretamente en un habitáculo muy bien camuflado y construido al efecto debajo de la balsa salvavidas. En el registro participó el Grupo Operativo de Inspecciones Técnicas de la Policía Nacional que en la primera inspección ocular no llegaron a detectar la sustancia estupefaciente. En una segunda inspección rastreando la embarcación palmo a palmo fue localizada la cocaína. Los detenidos formaban parte de una ramificación importante asentada en la provincia de Almería y conexionada con otros miembros en distintas provincias españolas y en el extranjero. Los dos alemanes residentes en la provincia de Almería, una vez que prestaron declaración ante el juez Grande Marlaska el magistrado decretó su inmediato ingreso en la prisión gallega de A Lamas acciones.

En la mayoría de los casos, el proceder de las mafias es el siguiente: compran el barco en un punto en este caso, Barbados y zarpan con un nombre y bandera que luego cambian en el transcurso del viaje. «Lo hacen para eludir la acción policial, ya que una vez que sales de un lugar con un nombre, después, en alta mar, es muy difícil -señalaron las mismas fuentes- controlar ese mismo velero».

Fuentes de la investigación confirmaron que la red internacional desarticulada no tiene conexión con las mafias gallegas del narcotráfico. Sus miembros operaban desde el sur de España, si bien la investigación la inició el Greco Galicia ante la sospecha de que la carga que transportaba el velero pudiese tener como destino las costas gallegas. Estas organizaciones delictivas no solo conocen las rutas marítimas, también poseen infraestructuras en nuestro país, aquí en el poniente en los últimos años se han desmantelado varias naves industriales aparentemente dedicadas al comercio agrario y que sin embargo era autenticas "guarderías"- así se le conoce en el argot policial-naves donde ocultaban los alijos de droga y tras "enfriarlos"- esperar a que pasaran unas semanas- poner la mercancía en circulación con destino especialmente a los mercados clandestinos de centro Europa. Desgraciadamente el mercado de la droga no se detiene .A pesar de las grandes cifras de incautaciones que se registran cada año, tanto por la Policía como la Guardia Civil o Vigilancia Aduanera, los profesionales de estos cuerpos saben que solo se llegan a interceptar un quince o veinte por ciento de la droga que a diario penetra por nuestras costas.

Saber a ciencia cierta hasta donde pueden llegar en España los tentáculos del crimen organizado vinculado al narcotráfico, es hasta ahora una pregunta sin respuesta. De nada valer desmantelando grupo de delincuentes organizados a los que se les incauta importantes alijos de droga, si no se investigan a fondo sus finanzas, sus métodos de blanqueo de dinero, y si no se llega al fondo de la cuestión. Para que la investigación fuese eficaz, llegando hasta los beneficiarios de la trama delictiva, además de necesitar expertos financieros hay que incrementar la cooperación internacional y una mayor dimensión de los servicios de inteligencia o de información de la Policía y Guardia Civil. Se calcula que en España anualmente circulan unos ciento cincuenta mil millones de euros en dinero negro. Según los expertos, somos el país de Europa donde más circulan los billetes de 500 euros. El crimen organizado es cada vez más polivalente. Trafico de drogas, prostitución, estafas, atracos, secuestros, falsificaciones. Una de las constantes de las redes criminales en los últimos años es la diversificación de funciones y alianzas entre los propios grupos mafiosos. A estas redes se les combate, pero desgraciadamente cada vez es más difícil vencerles. España ostenta aún el triste record de ser el segundo país del mundo donde se consume más cocaína.

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