Pánico en el Zapillo

El lado oscuro de Almería

El 30 de agosto de 1976 se escaparon tres leones del Circo Bruselas instalado en la vega del barrio de El Zapillo. Guardia Civil, Policía Armada y Policía Municipal iniciaron un amplio dispositivo de búsqueda

Pánico en el Zapillo
José Ángel Pérez / Periodista

20 de diciembre 2010 - 01:00

LA fuga de tres leones la mañana del 30 de agosto de 1976 que se escaparon del Circo Bruselas instalado en la zona de la vega junto a la barriada del Zapillo y sus aledaños sembraron el pánico ese día entre el vecindario durante siete largas horas , hasta que finalmente uno de los animales- una leona- que logró huir a campo través fuese abatida por la Guardia Civil de un disparo de ráfaga de metralleta. El suceso que desencadenó el pánico entre los vecinos, tuvo lugar en torno a las diez y media de la mañana. A esa hora, un grupo de trabajadores del circo estaban procediendo desde primeras horas de la madrugada al desmantelamiento de las instalaciones ante su inminente traslado a otra población cercana. La fuga de los animales fue detectada por la domadora Gabriela Bullón propietaria de un grupo de caballos percherones que trabajaban en el circo y que sufrieron el ataque de los leones. Las fieras se abalanzaron sobre dos de los caballos que resultaron heridos por los zarpazos y mordiscos. La mujer a duras penas pudo defenderse utilizando una silla como escudo al tiempo que daba la voz de alarma entre el resto de los componentes del circo. El primero que acudió en su auxilio fue su marido, Freddy Dallay, quien utilizando una pértiga logró ahuyentar a las fieras, que un tanto desorientados comenzaron a correr por entre el entramado del circo ante la mirada atónita de los empleados que no tuvieron capacidad de reaccionar hasta pasados unos minutos. Dos de los animales, una leona y un león, pudieron ser finalmente interceptados mientras un tercer animal, otra leona, huía despavorida adentrándose en la zona de la vega iniciándose entonces su persecución. Mientras tanto los vecinos ya se habían percatado de lo ocurrido y las madres buscaban a sus hijos por las calles para que se fueran a la casa pese a que el lugar hacia donde huyó el animal era una zona mas complicada por la gran cantidad de arbustos y matorrales que poblaban los bancales formando una espesa barrera de escasa visibilidad. Dada la alerta se desplazaron hasta el lugar diversas patrullas de la Guardia Civil, Policía Armada y Policía Municipal iniciándose la búsqueda desde la playa del Zapillo al interior.

Al frente de la "operación" se situó Alexis Robat propietario de los leones y el domador "Espartaco" que seguían el rastro de las huellas que el animal iba dejando en la huida y que la mayor parte de las veces se perdía entre los matorrales. Sobre las cuatro y media de la tarde se tuvo la primera noticia sobre donde había sido vista la leona. Fue el propietario de un cortijo cercano quien vio al animal en las inmediaciones de la finca y quien puso en aviso a la Policía sobre su presencia. No obstante, una media hora antes un joven que iba en bicicleta se encontró al animal tumbado sobre la hierba, pero al ver al muchacho se alejó rápidamente emprendiendo de nuevo la huida por el margen derecho del río Andarax. La zona ya estaba fijada. Poco más tarde llegaban los agentes de la Benemérita y Policía Armada a las inmediaciones del cortijo Roquero donde se le había visto un momento antes. Los uniformados rodearon al animal cuando se encontraba junto a una pequeña balsa. Hicieron varios disparos de ráfaga de metralleta y la leona al sentirse herida intentó abalanzarse sobre uno de ellos pero finalmente fue rematada por otro de los efectivos cayendo finalmente desplomada al fondo de la balsa. A las cinco y media de la tarde la pesadilla había terminado. Aunque a estas alturas pueda parecer extraño- dadas las medidas de seguridad existentes- aún se siguen produciendo casos de fugas de animales procedentes de los circos.

El pasado año, en el mes de diciembre, el protagonista fue un hipopótamo en tierras gallegas, pero este caso tuvo un feliz desenlace. Al hipopótamo del Circo Roma Dola le entraron ganas de ampliar horizontes y, aprovechando un despiste de sus cuidadores, decidió salir a dar un paseo por las calles As Brañas, en el centro del municipio de Sada, donde el recinto itinerante ofrecía su espectáculo. No llegó muy lejos. El animal cruzó la carretera sin problemas hasta una rotonda, donde le atrajo la hierba mojada.El paquidermo permaneció pastando tranquilamente sobre la glorieta sin interrumpir el tráfico y sin prestar demasiada atención a las decenas de personas que se concentraron en la zona para contemplar la singular estampa.Fueron los transeúntes los que tuvieron que acercarse hasta el circo para comunicar a sus propietarios la evasión del animal. La carpa acogía en esos momentos la función matinal, motivo por el que los trabajadores del Roma Dola no se percataron de la ausencia del hipopótamo.Dos operarios armados de lazos metálicos intentaron llevar al animal de vuelta a su jaula en el circo. Sin embargo, los chicos no consiguieron mover a un animal que puede llegar a pesar tres toneladas. Tuvieron que esperar a que el domador finalizara su intervención en la función circense para que acudiera a recogerlo.

Después de darse un banquete de más de veinte minutos con la hierba fresca de la rotonda de As Brañas, el hipopótamo siguió al domador sin oposición y volvió al recinto.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Almería de Moreno

Feliz Navidad