Paseo de Almería (VIII)

Ilustres. El teatro Variedades acogió a insignes personajes de la vida pública española: Nicolás Salmeròn, Pablo Iglesias, Miguel de Unamuno, María Guerrero o José Padilla o Luis Iribarne

Paseo de Almería (VIII)
Antonio Sevillano

24 de diciembre 2016 - 02:38

La centricidad del eje Puerta de Purchena-Paseo del Príncipe llevó a la burguesía almeriense a la construcción de viviendas familiares demostrativas de su superior estatus social, al tiempo que atrajo a despachos profesionales, oficinas comerciales y variados negocios, incluidos los de ocio y diversión. Favorecidos estos por el continuo fluir de potenciales clientes, especialmente durantes las faenas portuarias del embarque de uva y de mineral férrico en el Cable Inglés. Además del Trianón (en Plaza Circular), en capítulos anteriores abocetamos los orígenes del teatro Cervantes, Novedades y Principal. Nos resta el Variedades y establecimientos públicos que en distintas etapas jalonaron con heterogéneas carteleras de espectáculos la intensa vida nocturna capitalina. Entre ellos la decena recopilada en "Almería por Tarantas. Cafés cantantes y Artistas de la tierra" (IEA, 1996) y que ahora, convenientemente resumidos, rescato en las páginas de Diario de Almería. Importada la práctica de centro Europa, en Andalucía el flamenco (cante, baile, guitarra) concitó el máximo interés, enmarcado en eclécticas programaciones: recitados, cuplé, magia, can cán, ventrílocuos, sextetos musicales y pianistas, chirigotas y comparsas, etc.

El proyecto para construir el Universal -primer cantante al uso en el Paseo- lo presentó Joaquín R. Pareras en 1875, en sustitución del teatro de madera Las Delicias, en el que pese a su modestia se dieron bailes de máscaras, nacionales, andaluces y la curiosidad de "cuatro parejas de baile del género francés". Inaugurado en febrero de 1877, dos décadas después fue expropiado en parte por el Ayuntamiento para abrir la calle Aguilar Campóo que da acceso al Mercado Central. Al nuevo propietario, Antonio Navarro, le sucedió su viuda e hijos, teniendo a La Portuguesa de encargada del local y a quien Arturo Álvarez, marido de Carmen de Burgos "Colombine" le dedicó una conocida copla: "Todas la mujeres llevan / el pelito echao pa atrás / y Carmen la Portuguesa / lo lleva pa acá y pa allá / los pelos de la cabeza". En su tablado ofrecieron conciertos los guitarristas Luis Soria, Giménez de Osuna o Esteban Juez; el violinista Zela, el quinteto de Adolfo Moreno o el Sexteto Sánchez. Con el apelativo de Centro Minero, en julio de 1890 aquí se celebró el banquete por la concesión del ferrocarril Linares-Almería. En marzo de 1897 se trasladó a los bajos del Colegio de Jesús (antiguo edificio de Correos).

La Cervecería Inglesa -auténtica novedad en el ámbito de la restauración almeriense- abrió durante la Feria de 1879 en la calle Real, junto al Arco que comunica al Hospital Provincial. Del éxito de su jornada inaugural dan cuentan los tres mil reales de caja obtenidos por su dueño, Manuel Eraso. Al año siguiente se mudaron al Paseo esquina a calle Bilbao (Navarro Rodrigo), en el local que fue Círculo Español, Café Roura y sociedad Filotauro. Con una completa oferta (cerveza, licores, café, hospedería), disponía de salón para tertulias, juegos de mesa, billares, espacioso escenario y jardín-nevería en verano. Bajo la dirección del popular maestro "Bigotes", alternaron las fiestas andaluzas (de guitarras, bandurrias y castañuelas: fandangos, boleras, malagueñas, peteneras, sevillanas) con bailes de sociedad organizados por la agrupación teatral Terpsícore y el profesor Laureano Campra al piano.

En 1885 la Cervecería se reconvierte:

Transcurridas que sean las fiestas de Semana Santa, parece que abrirá sus puertas el salón de la Cervecería Inglesa, sita en el Paseo del Príncipe, convertido en la Café cantante y con la novedad de el servicio se hará por muchachas traídas ex profeso de Málaga. Peligrosas son en estas latitudes tales innovaciones.

Desconozco el desenlace de la "peligrosa" experiencia pero sí que en la temporada siguiente permitieron el "debut" de un pintoresco y entrañable personaje, un tanto simplón:

"Se ha exhibido en el Café cantante del paseo el popular fosforero Miguel el Vaca, que goza del privilegio exclusivo de la venta de de cajas de fósforos en el Café Universal. Miguel ha sido muy aplaudido en sus ejercicios coreográficos". Coreografías flamencas con La Petaquera y Juanita la Cuenca encabezando el cuerpo de baile. Con el nombre de Eslava y trasladado a la antigua sede del Ateneo Literario (también en el Paseo), agotó su andadura a finales de 1892, señalado como uno de los locales donde se practicaban a gran escala prohibidos juegos de naipes.

Otros cafés cantantes o salones de vida más o menos efímera e irregular oferta musical se anunciaron en el Paseo:

-Comercio, esquina a la hoy Poeta Villaespesa

-Cervantes, Bulevar del Príncipe, 54

-España, con entrada por c/. Concepción Arenal (Álava)

-Méndez Núñez, entre Castelar y Concepción Arenal fue el primero que instaló luz eléctrica. Adoptó distintos nombres: Olimpo, Bolsa, Español y El Gallego

-Imperial (ajeno al afamado restaurante de Puerta de Purchena), próximo a Plaza Circular.

-Café Suizo, de Antonio Campoy. Atento a la ideología de su propietario acogió al Círculo Republicano. Local elegante en el que predominó la música "culta", con "salón de billar y de tresillo. Conciertos a diario. Frecuentado por todos los extranjeros que residen en esta". En tercio final del s.XIX abrió un kiosco de verano en la medianera con Puerta de Purchena.

TEATRO-CIRCO VARIEDADES

Colindante al hotel Costasol, donde hoy Hacienda vigila nuestra fiscalidad, los almerienses gozaron de festivas y gratificantes tardes-noches. El teatro, cine y terraza al aire libre Variedades inició su andadura en marzo de 1885 de manos de Trinidad Jiménez, al que siguieron distintos propietarios. Pronto se hizo imprescindible entre la farándula nocturna pese a la naciente competencia del teatro Apolo y el ocaso dorado del Calderón y Principal. En su muy densa e intensa historia honraron su escenario determinantes personajes de la vida pública española, merecedores por separado de una página específica: Nicolás Salmerón, Pablo Iglesias, Miguel de Unamuno, María Guerrero, José Padilla, Luis iribarne o Antonia Mercé "La Argentina". En 1924 el gobernador Civil ordenó el cierre de tan vetusto coliseo.

En la primavera de 1939 un informe técnico determinó su no viabilidad, aconsejando su derribo. Paralelamente, el arquitecto municipal Langle Rubio aprobó el "Proyecto de Cine de Verano en el solar del antiguo Teatro Variedades". En el plano del local de invierno se contemplan las puertas de entrada y salida por el Paseo y calle Arapiles, oficinas, taquillas, camerinos, escenario y pantalla, café-bar, servicios y zona aterrazada. Dividida en tres sectores, disponía de aforo capaz -el dato lo consideramos exagerado- para 1.526 espectadores. Previo a la construcción monumentalista de la Delegación de Hacienda por el nuevo Régimen, en la terraza expedita alternaron la proyección de películas con reuniones de boxeo.

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