Periodista de vocación temprana
Francisco Martínez Navarro, 'Martín Navarrete', cincuenta años de periodismo que han dejado huella Ha sabido compaginar su labor docente con su faceta periodística
En su despacho conserva un cuarto de siglo de la historia de Almería escrita en las páginas del ABC, diario del que fue corresponsal en la provincia durante 25 años. Lleva en su portafolio 50 años de periodismo activo compaginados con 40 años en la labor docente de profesor de Lengua y Literatura. El periodismo perseguía al veratense Francisco Martínez Navarro tanto como él iba al encuentro del periodismo sin saberlo, cuando con diez u once años se acercaba a la casa de sus abuelos en Arboleas y leía las noticias del ABC además de completar el crucigrama de Cova. De esta suerte, cosas de la providencia, su vocación de cronista comenzó y finalizó en el mismo periódico. O no exactamente así, aunque así le nació la vocación.
Antes del ABC, mucho antes, la vida periodística de Francisco Martínez Navarro recorrió distintas rotativas. La primera, con tan sólo dieciséis años, la de El Yugo -hoy la Voz de Almería-, diario al que enviaba sus colaboraciones por correo postal. Francisco Martínez Navarro comenzó a utilizar un seudónimo, Martín Navarrete, que le ha acompañado toda su carrera. Con este sobrenombre firmó su primer trabajo, una serie de reportajes titulados 'Por la Costa Luminosa', que de este modo se denominabaentonces el litoral almeriense, uno dedicado a Puerto Rey, otro a Garrucha y el tercero a Mojácar cuando se llegaba a la localidad por un camino de tierra.
Finaliza los estudios de Magisterio, le dan destino en Barcelona donde, además de practicar la docencia, estudia Periodismo en la Escuela de la Iglesia y asienta su estilográfica en la Red de Prensa Catalana hasta que le llaman a filas con destino en Lorca. Otra vez cosas de la providencia, que va y se caen bombas atómicas en Palomares. Francisco Martínez Navarro, Martín Navarrete, se convierte en enviado especial del Diario de Barcelona, el periódico más veterano de Europa. Sus crónicas diarias del suceso ocupan páginas y páginas como testigo de primera línea. Una vez las bombas de Palomares salen de primera plana, Martín Navarrete permanece de corresponsal para el Diario en Murcia y Almería hasta su regreso a Barcelona.
De nuevo en la Ciudad Condal traspasa su buen quehacer periodístico al diario vespertino Noticiero Universal dirigido entonces por José María Hernández Pardo quien le equipara en diversos conceptos con Julián Marías, ahí es nada. Ya, en sus diez últimos años de estancia en Barcelona ejerce en el periódico La Vanguardia, concretamente en las especialidades de Ecología, Urbanismo y Obras Públicas. Su área de trabajo abarcaba de Barcelona a los Pirineos.
Francisco Martínez Navarro, Martín Navarrete, regresa definitivamente a Almería en el año 1983. Nada más llegar le ficha el diario ABC y aquí el entronque con sus años de mozalbete cuando leía el periódico editado con grapa y tamaño folio al que estaba suscrito su abuelo. Desde entonces y hasta que la salud ocular se lo ha permitido no ha faltado ni un día a la cita diaria con los lectores del periódico dirigido por Luis María Ansón en aquellas fechas. El periodista Martín Navarrete no tenía la menor intención de jubilarse. "Este oficio de juntar palabras para contar lo que sucede es absolutamente vocacional. Es un trabajo muy interesante, muy variado, de mucha vocación porque es muy sacrificado", narra Francisco Matínez Navarro desde su atalaya a la huerta de Mojácar. Persona activa, no puede parar quieto. Invierte su tiempo en el cuidado y atención de su huerto, un huerto que huele a azahar de tanto naranjo como tiene. Él cuenta que "ahora me divierto cultivando naranjas y regalándoselas a los amigos".
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