Almería

La sentencia de la Plaza Vieja de Almería dinamita el final de obras conjunto de la Casa Consistorial

  • Al Ayuntamiento se le esfuma el propósito de reabrir el antiguo Consistorio a la par que estrenar una plazoleta reformada de forma concadenada. El ‘Plan B’ del entorno también se retrasa

La Plaza Vieja de Almería, con El Pingurucho y los ficus, ahora de nuevo protegidos por sentencia judicial

La Plaza Vieja de Almería, con El Pingurucho y los ficus, ahora de nuevo protegidos por sentencia judicial / Rafa González

Plaza Vieja, conflicto nuevo. Podría ser un acertado resumen sobre los 22 años de espera de la capital almeriense a ese nuevo florecer de la plaza mayor de la ciudad como espacio de encuentros sociales y culturales con una Casa Consistorial del todo activa. Pero estas obras de rehabilitación son tal rosario de problemas y consiguientes retrasos que, otra vez, acecha el imposible de acompasar los trabajos de la plazoleta y del edificio municipal al objeto de ofrecer a la ciudadanía este corazón del casco histórico palpitando, conjunto, el próximo año.

Con la visita del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comenzaban el pasado mes de marzo las últimas obras en el interior de la Casa Consistorial. Una etapa, de las muchas fases y subfases en las que ha ido multiplicándose el proyecto original del arquitecto sevillano José Ramón Sierra Delgado, que ponía fecha final, en verano de 2023, a unas eternas obras que arrancaban a mediados de 2005, ya incluso con un lustro de retraso con respecto al primer convenio de colaboración que, en el año 2000, sellaban con sus rúbricas el entonces presidente andaluz Manuel Chaves y Santiago Martínez Cabrejas como alcalde de la ciudad.

Ha llovido mucho desde entonces en tierra de secano y ha habido tantos convenios como fases y subfases, mediante los que se ha pretendido sortear los inconvenientes que han llevado a regidores y concejales de Urbanismo de cada una de las legislaturas hasta el mismo hartazgo. Los problemas con el arquitecto y con las empresas adjudicatarias llevaron a Juan Megino a decir que, si hubiera podido, habría derribado la Casa Consistorial para hacer una réplica exacta del edificio, ahorrando tiempo y dinero. O a Pablo Venzal, también en la época de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador en Alcaldía, a extender aquella icónica lona por la falta de financiación por parte de la Administración andaluza, que no aportaba el 50% de la inversión acordada en aquel año 2000.

Ahora, cuando los trabajos para acondicionar el interior de una ya rehabilitaba Casa Consistorial se encuentran en marcha, así como la reforma del entorno de la Plaza Vieja (el ‘Plan B’) está concluyéndose, los problemas son otros y en una vertiente que ha cruzado del ámbito administrativo y político al judicial.

Es el escenario al que se están enfrentando el actual alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, y la concejal de Urbanismo, Ana Martínez Labella, después de decidir recuperar la propuesta inicial de Sierra Delgado de suprimir de la plaza el monumento a los Mártires de la Libertad (El Pingurucho), y el anillo perimetral de ficus, reflejada en el nuevo proyecto de plaza diáfana diseñado por el estudio de Susana Ordaz.

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia ha dinamitado los planes del Ayuntamiento de Almería, que estaba saboreando las mieles de una recta final, que el fallo, protegiendo el arbolado existente, ha torcido.  Los trabajos en el interior de la Casa Consistorial prosiguen, pero la planificación de la Plaza Vieja ha quedado a priori suspendida y a la espera de la toma de decisiones políticas que, a su vez, dependen todavía de las judiciales.

Por una lado, ante la sentencia del TSJA dada a conocer por Martínez Labella el pasado lunes, el Ayuntamiento tiene la posibilidad de presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Y, por otro, quedan aún contenciosos pendientes de resolución. Los presentados por el Grupo Socialista y por el urbanista que redactó el Plan General de Ordenación Urbana de la capital, así como el específico de El Pingurucho, que ya provocó que los trámites para el traslado del monumento quedaran paralizados.

 

Obras en la plaza de la Administración Vieja y entorno, que ha experimentado una notable mejora Obras en la plaza de la Administración Vieja y entorno, que ha experimentado una notable mejora

Obras en la plaza de la Administración Vieja y entorno, que ha experimentado una notable mejora / Rafa González

A estos frentes judiciales, Urbanismo ha tratado de buscarles caminos alternativos con la intencionalidad de no repetir episodios pasados de agónicos años sin asomo de obras. Así es como nacía el citado Plan B, que evitaba al alcalde y a la concejal perder tiempo en aras de poder acompasar los trabajos de la Casa Consistorial y Plaza Vieja para poder ofrecer un resultado final conjunto.

El proyecto de reforma de la Plaza Viaja fue dividido, de tal manera que el Ayuntamiento comenzó en diciembre de 2020 a trabajar en las calles del entorno sin tocar la plaza mayor a la espera de los fallos judiciales, que ya están llegando y sobre los que los responsables municipales tienen que resolver si modificar el proyecto de Ordaz o embarcarse en un nuevo diseño, porque, como aseguró el lunes Martínez Labella, “no se va a renunciar al objetivo final, que pasa por transformar el espacio”.

Pero el Plan B (el proyecto de reforma de la plaza de la Administración Vieja y entorno –la de la UNED–), registra, por otro lado, cierto retraso y críticas al respecto. A las protestas vecinales, se le ha sumado el Grupo Municipal Socialista que, en una nota de prensa, denuncia “el retraso ya injustificado” de las obras, así como “el parcheo” al quedar, según la concejal Carmen Aguilar, las calles José María de Acosta y Cervantes fuera de los trabajos.El plazo de ejecución de ocho meses (hasta el 31 de enero), fue prorrogado hasta el 16 de marzo a petición de la empresa adjudicataria. “A día de hoy, se sigue trabajando en esa obra, ya sin autorización del Ayuntamiento porque no se ha adoptado un nuevo acuerdo de prórroga”, expone la representante socialista, quien acusa al equipo de gobierno de “improvisación” en unas obras “cuyo final desconocemos y que han sufrido modificaciones sobre la marcha, como la inclusión de la fuente que estaba inicialmente prevista en las correspondientes a la Plaza Vieja”, sentencia.

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