Recogen bellotas para crear viveros y repoblar Los Filabres

A inicios del mes de noviembre, voluntarios y miembros del colectivo Serbal, decidieron emprender recogida de bellotas. “Este año, debido a la escasez de agua que ha habido en muchas zonas, especialmente durante septiembre, es muy difícil encontrar encinas con bellotas. Tras consultar con diferentes personas, conseguimos encontrar. Y bastantes. Todo un éxito”, explican.

Desde el colectivo explican que es muy importante que las bellotas (y semillas en general) que se van a utilizar para repoblar un área se recojan localmente, en la misma zona o zonas cercanas a donde se realizarán las siembras, pues los árboles y plantas se han adaptado perfectamente, tras incontables generaciones, a las condiciones ambientales y físico-químicas del suelo en ese sitio, mientras que si se usan semillas de áreas alejadas se corre el riesgo de introducir genes menos adaptados a las condiciones locales y contaminar genéticamente a las poblaciones naturales. “Esta es una de las razones por la que decidimos montar nuestro propio vivero, y no depender de viveros comerciales en los que en muchas ocasiones resulta problemático determinar el origen y procedencia real de las plantas”, agregan.

De la misma forma, los responsables de Serbal también preparan el material necesario para sembrar tanto estas bellotas como las semillas recogidas durante estos meses previos. “Las sembraremos tanto en nuestro vivero utilizando bandejas de siembra con alveolos forestales, como en el monte, realizando siembra directa”, agregan.

Para las bellotas utilizan los seed-shelters. Los seed-shelters son unos receptáculos para realizar siembra directa de bellotas, castañas, nueces,... Los comercializa una empresa llamada Sylvestris. Vienen desmontados y primero hay que hacer un poco de trabajos manuales, para formar una especie de pirámide doble. Se rellenan con turba húmeda y en medio se introducen semillas previamente germinadas. Con ello se logra que se mantengan en unas condiciones más adecuadas propiciando el desarrollo de la semilla. Además, y no menos importante, las protege de la depredación por roedores y jabalíes.

“Ya hemos utilizado este sistema en anteriores siembras de bellotas, como en la que hicimos a finales de 2019 en el marco del proyecto “la gran bellotada ibérica” y en la que plantamos 4500 bellotas y 213 plantones de encina y quejigo en el paraje de la Zarba (Sierra de Gádor), con el objetivo de recuperar una zona incendiada, y donde la utilización de estos seed-shelters dio resultados muy positivos”, agregan desde Serbal.

“Utilizaremos protectores tanto para las semillas sembradas con seed-shelters, como para las plantas obtenidas en el vivero mediante las bandejas de siembra y macetas. El objetivo de su uso es intentar proteger, en la medida de lo posible, semillas y plantas de jabalíes, ciervos, cabras montesas y rebaños domésticos, todos ellos frecuentes en la zona”, manifiestan desde el colectivo.

Los protectores, además, debido a la visibilidad que les da su llamativo color, nos permiten localizar los puntos de siembra y poder hacer un seguimiento de lo sembrado y plantado, controlando su posterior desarrollo, facilitando su riego en verano, o en caso de que no prosperen, pudiendo reutilizar los protectores.