Señoría ilustrísima
Alarma en el Juzgado de lo Contencioso 2 por la llegada del polémico magistrado Arce Lana
"Manuel Arce Lana, magistrado, reingresado al servicio activo, pasará a desempeñar la plaza en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Almería". El anuncio en el Boletín Oficial del Estado del pasado 10 de abril ha disparado todas las alarmas en el ámbito judicial almeriense. Ahora que los juzgados de lo contencioso de Almería comienzan a remontar el vuelo por el buen trabajo de sus titulares, aterriza uno de los magistrados más polémicos del país. Jueces y funcionarios no esconden su preocupación en estos días en los que el largo historial de incidentes que ha protagonizado Arce Lana ya se comentan por los pasillos.
Al magistrado se le abrió un expediente en 2010 cuando era titular del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional por tener 540 sentencias pendientes de dictar. Tuvieron que solicitar al Consejo General del Poder Judicial el refuerzo de tres jueces para enderezar el entuerto que había generado el magistrado por sus continuos retrasos en la hora de llegada a las dependencias judiciales, nunca antes de las dos de la tarde. Es más, años antes, el Supremo anuló otra sanción similar de 10.000 euros que le fue impuesta también por el trato desconsiderado hacia los funcionarios a su cargo. La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial había abierto el expediente el 8 de marzo de 2004 y cuando fue a aplicarle la multa ya había caducado. Entre los hechos que recoge la denuncia del personal figura que cesaron de su trabajo entre el 20 de junio de 1999 y el 20 de enero de 2004 23 funcionarios y otros tres se dieron de baja por depresión y ansiedad. Según el informe del órgano de gobierno de los jueces, provocaba "mal ambiente y miedo" porque gritaba al personal, daba violentos puñetazos en la mesa, profería insultos como calvo, feo o gordo y amenazaba continuamente con la apertura de expedientes. Es más, obligaba a todos a llamarle "ilustrísima señoría" cuando él mismo se refería a determinadas funcionarias como "amiguita" o "querida". Se le abrió expediente de jubilación por incapacidad con el que atajar una conducta "prepotente, despótica, humillante, vejatoria y desconsiderada" que negó.
Las faltas graves por los incumplimientos de horario y abuso de autoridad no le impidieron llegar al Juzgado de Instrucción número 1 de Barakaldo del que poco después fue cesado por haber acumulado en once meses más de 200 sentencias sin dictar después de los juicios correspondientes en su mayoría por lesiones, accidentes de tráfico y alcoholemias. Le impusieron nueve meses sin empleo ni sueldo. Pero su ilustrísima señoría se reincorpora y ya tiemblan en los juzgados almerienses.
No hay comentarios