El francés Georges Pillement publica en 1954 L’Espagne inconnue. «... Se trata de un edificio muy grande, de tres naves de cinco tramos que se terminan en la capilla mayor con una girola, en la cual están situadas las tres grandes capillas, la del centro rectangular, las otras dos redondeadas, las tres presentan exteriormente el aspecto de torres. Porque la catedral de Almería aparece como una fortaleza con torres, almenas y garitas, aparejo militar que justificaban entonces las incursiones de los piratas berberiscos... El gran claustro, asimismo fortificado y flanqueado por tres torres en los ángulos, es de estilo clásico...».El francés Georges Pillement publica en 1954 L’Espagne inconnue.
«... Se trata de un edificio muy grande, de tres naves de cinco tramos que se terminan en la capilla mayor con una girola, en la cual están situadas las tres grandes capillas, la del centro rectangular, las otras dos redondeadas, las tres presentan exteriormente el aspecto de torres. Porque la catedral de Almería aparece como una fortaleza con torres, almenas y garitas, aparejo militar que justificaban entonces las incursiones de los piratas berberiscos... El gran claustro, asimismo fortificado y flanqueado por tres torres en los ángulos, es de estilo clásico...».El sol con su variada simbología estará significativamente presente en el territorio almeriense. El prototipo es el Sol de la Catedral, situado en el exterior del cubo central de los tres que presenta la cabecera. Es un relieve constituido por el sol antropomorfo radiante, mirando al este, orlado de guirnalda circular formada por ramas con hojas y frutos atados por cintas, rodeadas a su vez por otra volada, excelentemente labrado y de gran plasticidad.
La localización del Sol en el ábside, en el exterior de un cubo cuadrado entre dos circulares, y su orientación lleva a la reflexión sobre símbolos en el conjunto catedralicio almeriense, dominado por la idea defensivo-militar-fortaleza con el resultado de un sólido volumen intensificado por los tres potentes cubos de su cabecera, esto conduce a considerar que también las formas arquitectónicas pueden tener sentido simbólico.El estado de la cuestión permite, con las oportunas reservas, pensar que el Sol de la Catedral de Almería se labró en el largo y fructífero episcopado de fray Diego Fernández de Villalán, promotor e impulsor de la construcción del templo catedralicio, desde su llegada en 1523 hasta su muerte en 1556.Si tenemos en cuenta que se encontró con una de las diócesis más pobres de España y circunstancias poco propicias para emprender obras de construcción extraordinarias, debemos incluir a Fernández de Villalán, un hombre evangélico y de profunda fe que pretendía el engrandecimiento y esplendor de su diócesis, entre los obispos "grandes constructores".
Las citadas circunstancias pueden sintetizarse en lo siguiente:· Peligro derivado de la posición geoestratégica de Almería respecto al Norte de África.
- Consolidación de la repoblación de finales del siglo XV.· Problemática originada por la difícil convivencia entre mudéjares, moriscos y cristianos viejos.
- Desaparición de la Almería musulmana y aparición una nueva sociedad castellano-repobladora.
- Reorganización de la diócesis.
No terminaban aquí las complejas situaciones y siempre omnipresente la escasez, cuando no carencia de recursos económicos de una de las diócesis más pobres de España, nuestro obispo tuvo que enfrentarse, entre otras importantes cuestiones a:
- Las consecuencias del terremoto destructor de 1518 que, aparte de la pérdida de vidas humanas, asoló completamente la ciudad de Vera en el Cerro del Espíritu Santo y la problemática de su reconstrucción en el llano, su actual emplazamiento.
- Secuelas del devastador terremoto de 1522 que, junto con las pérdidas personales, afectó seriamente a las estructuras urbanas de la ciudad de Almería, esencialmente la Almedina, Alcazaba y antigua Mezquita Mayor-Catedral.
- Consecuencias del tradicional conflicto territorial de la diócesis de Almería con las colindantes, en uno de estos el juez apostólico Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, obispo de Jaén, dictó sentencia en 1509, siendo obispo no residente de Almería Juan de Ortega.
A la llegada de Villalán, y así continuó hasta fechas recientes, su obispado no contaba con Huércal-Overa, incorporada al de Cartagena-Murcia; Fiñana, Abla y Abrucena al de Guadix, y la Alpujarra Oriental-Baja al de Granada.
- El Marquesado de los Vélez frente al Obispado, el Obispado frente al Marquesado de los Vélez. La Ejecutoria de Carlos V a favor del Obispo, Deán y Cabildo de la Iglesia de Almería, fallada contra el Marqués de los Vélez en 1536, tiene como fondo el derecho a percibir la parte correspondiente del diezmo eclesiástico. El Marquesado de los Vélez, por su parte, pasará largo tiempo pleiteando con la Iglesia por la percepción de una parte de las rentas de diezmos eclesiásticos y la solución al problema sólo vendrá por vía de la concordia (F. Andújar, J. Díaz, J. M. López, 1994).
Tras todo lo expuesto anteriormente, y de calificar el Sol de la Catedral y la construcción sobre la que se asienta como símbolos muy significativos de Almería, consideramos que lo dicho quedaría incompleto si no incorporamos la figura no menos simbólica del obispo fray Diego Fernández de Villalán, que como muchos españoles de su época vivió desviviéndose los esplendores del Imperio, para llevar a cabo su magna obra: la Catedral-Fortaleza de Almería. Finalmente invitamos al lector a reflexionar sobre todo lo dicho e independientemente de asignaciones, fechas y autor del Sol de la Catedral, saque sus propias conclusiones respecto a cuando y por qué se generó el mismo, e igualmente sobre el espacio y el tiempo en que le tocó vivir al obispo de Almería fray Diego Fernández de Villalán.
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