El tirón de los vuelos domésticos mitiga el freno del mercado internacional

El Aeropuerto de Almería cerrará el último fin de semana de octubre una temporada de verano que se inició el 31 de marzo en términos similares a los del año anterior en la cifra de pasajeros y operaciones pero con notables diferencias en la dinámica reciente. La estadística de los tres meses estivales en los que se concentra el mayor tránsito (junio, julio y agosto) ha superado los 386.000 usuarios, si bien hay un pequeño retroceso de un 1,4% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior en el que fueron 391.812 los viajeros con origen o destino en Almería.

El descenso de los pasajeros se debe a la ralentización del tráfico internacional que acapara siete de cada diez usuarios y es el principal pilar de su funcionamiento. Entre junio y agosto fueron 386.161 los viajeros en rutas con otros países frente a los 391.812 del anterior verano (-5,9%). Entre las causas del freno en las conexiones fuera de España se encuentra la quiebra de aerolíneas como Thomas Cook, Primera Air y Germania durante el último año lastrando las rutas con los países escandinavos (sin vuelo a Suecia), Alemania (sin ruta a Dusseldorf y Munich)y desde esta semana con menos operaciones a tres destinos británicos (Londres, Birmingham y Manchester).

La precipitada fuga de la aerolínea Thomas Cook causa más estragos en el sector hotelero que en tráfico aéreo porque son rutas que siguen cubiertas. Habían previsto una operativa para traer a 75.000 turistas en los próximos años a los hoteles de El Toyo. La operativa fallida de Playa Senator con Germania iba a permitir el aterrizaje en El Alquián de más de 7.000 turistas alemanes entre enero y diciembre, pero se vio interrumpida y ninguna otra aerolínea ha podido cubrir este despliegue avalado por la Diputación.

La recuperación de destinos del Mediterráneo tradicionalmente considerados como competidores de Costa de Almería en la oferta turística en el mercado español en ese mismo periodo es otro de los motivos de la leve desaceleración del tráfico foráneo y también ha coincidido con el repunte de otros aeropuertos cercamos como el de la Costa del Sol que crece un 5,6% hasta agosto y el de Granada que ha cosechado registros históricos con un 15% más de pasajeros en lo que va de año y el pasado mes. De hecho, los aeropuertos andaluces ganaron un 8,8% de pasajeros en los ocho primeros meses del año rozando los 21 millones, mientras que el almeriense se estanca en los registros del pasado curso.

El aeropuerto de Almería se ha mantenido en cifras similares a las de 2018 y empezó septiembre con la estadística de 693.713 usuarios y 7.963 operaciones. El repunte de pasajeros de los vuelos domésticos ha permitido mitigar el freno en lo internacional. Los usuarios de las líneas nacionales crecen casi un 14% entre junio y agosto, pasando de 87.791 en ese periodo del año anterior a los 99.946 del actual. Los tres meses estivales sirven de termómetro de la evolución de las comunicaciones aéreas desde el aeródromo almeriense y revelan una tendencia favorable de rutas con el resto del país incluyendo la nueva conexión con Melilla de Air Nostrum. También contribuyen al repunte del mercado doméstico una mayor cifra de vuelos chárter con destinos nacionales y una alta ocupación de las líneas regulares.

Es fundamental consolidar el pasaje del mercado doméstico al existir una notable dependencia de las aerolíneas internacionales. De los 383.298 pasajeros de los vuelos comerciales entre junio y agosto en Almería (excluyendo la aviación general y ejecutiva) un total de 283.352 lo hicieron con origen o destino en el extranjero y los 99.946 restantes con las rutas nacionales. De manera que el 74% del tráfico comercial, siete de cada diez pasajeros, se concentra en las líneas con otros países. No es para menos, en la programación estival figuran 36 destinos de los que 29 son ciudades europeas con fuertes aumentos de las plazas previstas por las compañías en Eslovaquia, Italia y Dinamarca.

El comportamiento de las rutas foráneas se ha visto lastrado por un menor tirón de mercados como los países nórdicos o Europa del Este. También influye una bajada del 7% en los usuarios de vuelos con Bélgica, el segundo mercado foráneo que más pasajeros mueve en el aeropuerto (29.133). Eso sí, la nueva ruta con Milán y la mayor oferta de vuelos a Reino Unido han minimizado el impacto de las aerolíneas en quiebra (Primera Air y Germania) y del retroceso en las conexiones de Jet2. En términos de demanda internacional, por delante de Bélgica sólo se situó Reino Unido (173.664 pasajeros) y, por detrás, República Checa (17.024) y Holanda (13.777). En todos los casos, los registros son muy similares a los de 2018.

Si se atiende a los mercados que crecieron, destaca Luxemburgo, con un alza en la cifra de pasajeros del 15,3%. Casi una decena de los 36 destinos que se operan durante la temporada de verano están en Reino Unido, siete son ciudades españolas y tres vuelos directos a Polonia. El número de asientos programados supera los 900.000 en más de 6.200 operaciones para una veintena de compañías. El día más fuerte del periodo estival fue el sábado 17 de agosto en el que se contabilizaron 26 vuelos y más de 5.700 viajeros. Enmarcado en el puente de la Asunción de la Virgen (del miércoles 14 al lunes 19 de agosto) fueron 206 vuelos y más de 32.000 los asientos en todas las conexiones de El Alquián.

Aena sigue trabajando, dentro de sus competencias, en la captación de tráfico para el Aeropuerto de Almería, mediante el desarrollo de líneas básicas de actuación: colaboración tanto con las instituciones locales, como con organizaciones privadas del sector turístico; la captación de tráfico aéreo no es una cuestión que dependa en exclusiva del aeropuerto, sino de un esfuerzo conjunto de todos los agentes implicados en la promoción turística y de negocios del destino; estudio continuo del mercado para detectar rutas con potencial y elaboración de casos de negocio con las mismas; contacto con compañías aéreas y asistencia a ferias sectoriales para presentar a dichas compañías casos de negocio sobre rutas y aspectos técnicos del aeropuerto; tarifas aeroportuarias competitivas; iniciativas para ajustar el precio de algunos de los servicios que se ofrecen en tierra a las aerolíneas, como ocurrió en la última adjudicación de las licencias de ‘handling’ en rampa; y, por último, la mejora continuada de sus instalaciones y la calidad de sus servicios con un reconocimiento que acredita esta línea de trabajo de profesionales y empresas (Premio de la ACI al Mejor Aeropuerto de Europa por su Servicio de Calidad al Pasajero en la categoría de aeródromos con menos de dos millones de viajeros anuales).