Torrecárdenas atiende al menos un infarto al mes por consumo de 'coca'

Palpitaciones, náuseas o nerviosismo intenso en pacientes menores de 30 años es el cuadro más frecuente. El tabaco incrementa el número de casos en mujeres

La consejera visita una de las dependencias de hemodinámica del servicio de cardiología.
Mar París / Almería

28 de julio 2011 - 01:00

Palpitaciones, nauseas, disnea o nerviosismo intenso en pacientes menores de 30 años. Es el cuadro más habitual que indica que el paciente sufre un infarto de miocardio ocasionado por el consumo de cocaína. Algo que cada vez es más frecuente y que tal y como ha informado el jefe de la unidad de gestión clínica de Cardiología del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Manuel Gómez Recio, "atendemos al menos una vez al mes en el hospital almeriense".

En las diferentes ocasiones, el infarto se ha producido en fin de semana. El riesgo de padecer un episodio de esta índole se multiplica por 24 durante la primera hora tras el consumo de esta droga. Y es que son múltiples los efectos secundarios que la cocaína desencadena y que resultan altamente perniciosos para la salud cardiovascular. Esta droga aumenta el consumo de oxígeno al inducir taquicardia, elevación de la presión arterial y la contractilidad miocárdica (capacidad del corazón de contraerse), y disminuye su aporte.

El hecho de que la cocaína se inhale por vía nasal, hace que se absorba y pase a la sangre de forma inmediata y provoque un aumento brusco de la adrenalina, la coagulabilidad de la sangre y vasoconstricción coronaria (estrechamiento de las arterias del corazón), lo que acaba favoreciendo la aparición del infarto, de forma bastante inmediata". Gómez Recio ha detallado que "a mayor edad existe mayor riesgo de padecer un infarto, siendo la edad de 50 años la más frecuente".

No obstante ha indicado que cada vez se incrementa más el número de casos en jóvenes debido principalmente al consumo del tabaco otras sustancias. Otro dato a tener en cuenta es que el 30% de casos de infarto de miocardio son mujeres. "Esto antes no ocurría y apenas se diagnosticaban patologías cardiacas en mujeres. Ahora sin embargo ese incremento se debe por un lado al elevado consumo de tabaco, así como a la mayor atención y cuidado que la mujer recibe actualmente".

Durante los seis primeros meses del año, el complejo hospitalario almeriense ha atendido a más de 150 pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio. De ellos, más de 60 han sido derivados al centro sanitario almeriense desde los hospitales comárcales de La Inmaculada, de Huércal-Overa y Poniente, de El Ejido, tras ser tratados allí inicialmente. Para la atención a todos estos pacientes, los profesionales del servicio de Cardiología de Torrecárdenas han realizado desde comienzos del año y hasta el mes de junio 750 cateterismos cardiacos, 350 angioplastias, 50 fibrinolisis y 800 ergometrías convencionales o pruebas de esfuerzo, de las cuales 200 fueron ergometrías con isótopos o SPECT cardiacos. Asimismo, se indicaron 35 revascularizaciones coronarias o by-pass.

El infarto agudo de miocardio se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria, suprimiendo el aporte de sangre al músculo cardiaco. La falta de oxígeno puede provocar la muerte de ese músculo, que no se regenera si no se restaura el flujo sanguíneo. Se manifiesta con dolores, quemazón o presión en la zona precordial, sensación de agotamiento, cansancio, dificultad para respirar, mareos, nauseas, sudoración y dolor en los brazos y garganta o maxilar inferior. Estos dolores no ceden aunque la persona haga reposo.

El riesgo de padecer un infarto de miocardio puede disminuir siguiendo algunas pautas de vida saludable como por ejemplo no fumar, llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y cereales, realizar ejercicio físico y reducir las bebidas alcohólicas.

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