Almería cierra este sábado un año hidrológico para olvidar, con una pluviometría por debajo de la media histórica en buena parte de la geografía provincial y llega precisamente después de vivir uno de los más lluviosos desde que hay registros (2021-22). En el año hidrológico comprendido entre el pasado 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023 sólo tres de las 27 estaciones del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la red Hidrosur, principal indicador de la Cuenca Mediterránea Andaluza en funcionamiento desde 1991, han superado las precipitaciones acumuladas del ejercicio anterior, mientras que las 24 restantes quedan muy lejos, no llegando en algunos casos ni a la mitad o tercera parte de la pluviometría de ese periodo reciente. La Almería húmeda, atendiendo al registro de este último año hidrológico que acaba este sábado, se concentraría en Bayárcal con 464 litros por metro cuadrado frente a los 450 del pasado, el embalse de Benínar con 318 l/m frente a los 253 y la Sierra de Gádor con 287 siendo 156 en el curso hídrico anterior.

En el año hidrológico 2021-22, la provincia presentó una meteorología completamente opuesta a la del resto del país y en determinadas zonas y comarcas se superaron en un 300% los parámetros históricos mientras que la península registraba el tercer año más seco desde 1961. Los registros de la Agencia Estatal de Meteorología subrayaron un periodo hídrico extremadamente húmedo en Almería, un cambio radical de paisaje cuando más apretaba la sequía que también evidenció la monitorización de las 27 estaciones pluviométricas del SAIH, de las que 20 habían acumulado más lluvias que en el curso anterior, 18 estaban por encima de la media histórica (1996-2010) y 6 batieron todos los récord duplicando algunas su nivel de precipitaciones más alto.

Mapa de precipitación acumulada de la Agencia Estatal de Meteorología

En esta ocasión, el último informe de la AEMET señala que el año hidrológico que acaba en España será el sexto más seco del siglo XXI y el undécimo de la serie histórica desde los sesenta con un 12% menos de lluvia del promedio. El mapa de Almería muestra zonas que superan las cantidades normales de precipitación respecto al periodo 1991-2020, si bien la comparativa con el último año hidrológico es odiosa por las grandes diferencias. En Tahal, por ejemplo, fueron 610 litros por metro cuadrado en el periodo 2021-22 y en el actual se ha quedado en 274. Ocurre lo mismo con la estación de Serón que acumula precipitaciones por 235 litros frente a los 542 el anterior. Y en la rambla de Tabernas con 179 frente a 336, Fiñana con 236 frente a 414 o en Ohanes que han contabilizad 264 litros por metro cuadrado y en el pasado curso llegaron a 518.

A pesar de la perjudicial comparativa entre los dos últimos años hidrológicos, siete de las estaciones del SAIH superan la media histórica, lo que significa que no ha ido tan mal: Oria, Cuevas, Albox, El Saltador, Sorbas, Bayárcal, Gádor o incluso Níjar recibieron menos lluvias que en el año hidrológico anterior, pero están por encima de los valores normales. La situación de los embalses también pone de manifiesto que las precipitaciones han sido sensiblemente inferiores a las del curso hídrico anterior porque el de Benínar tiene 6,3 hectómetros cúbicos y al cierre del anterior eran 10,51 y el de Cuevas del Almanzora acumula 24,75 hectómetros cúbicos y hace exactamente un año eran 42,84. El fantasma de la sequía vuelve a sobrevolar las comarcas de la provincia y pone en jaque a los regadíos de un sector que es el motor de la economía almeriense.