Una nueva vida para la Lola, la gata atrapada durante 8 días en un foso en Almería

Parecía imposible, pero finalmente la cría de gato que cayó a un foso de diez metros de profundidad ha podido ser rescatadacon vida, pese al tiempo transcurrido, ocho días atrapada, pese a las inclemencias del tiempo y pese a que apenas tiene dos meses. Se llama Lola y ha sido, además, adoptada.

Toda una suerte para esta pequeña gata cuyo peso no llega a los 600 gramos, pero que ha mantenido en vilo a protectoras de animales y cuidadores de Almería desde el momento que cayó en el foso de un solar de la plaza Marín. Se escurría entre una lona de protección y no hubo manera de que 'picase' la comida introducida por los Bomberos en una jaula de rescate.

Fue el pasado viernes cuando dos personas anónimas decidieron por su cuenta y riesgo descender a este foso antes de que por la tarde nuevamente volvieran los Bomberos, ya con intención de descender. Los anónimos conocieron la historia de la cría de gato a través de las noticias compartidas en redes y, al ver que transcurrían los días sin que nadie bajara, optaron por hacerlo. Al menos es lo que piensan las cuidadoras de la Colonia de Lola. “Estas personas, a las que estamos muy agradecidas, dejaron a la gata en un veterinario que se puso en contacto con nosotras”.

Salvo por los síntomas de deshidratación, la pequeña gata presentaba un estado de salud aceptable teniendo en cuenta las circunstancias que ha sufrido. “La hemos llamado Lola. Por los dolores que nos ha dado, porque fue rescatada en Viernes de Dolores y porque es una superviviente como Lola”, la mujer que atendía a los gatos de la zona del casco histórico y de los que se encargan un grupo de voluntarias.

Explican que “viva o no”, la cría tenía desde hace días una familia adoptiva. Un joven, que ya había acogido con anterioridad otro de los felinos de esta colonia, se ha hecho cargo de Lola. Explican que se encuentra en un periodo de adaptación, puesto que, aunque amoldable por su corta edad, es un gato feral que no ha tenido contacto hasta ahora con personas, así que va poco a poco haciéndose a su nueva vida, a la casa y a la compañía de su nuevo compañero felino de ocho meses.

La madre de Lola y otros cuatro cacharros (seis conformaban la camada y ya fue rescatado por los Bomberos otro gato antes), permanecen en el solar, de titularidad privada, de plaza Marín, por lo que siguen pidiendo mejoras en las medidas de protección.