El 'loro de la basura' acumulado desde Fernando Martínez logra desinflarse

La capital ha conseguido desinflar de manera considerable la deuda contraída durante años por el Ayuntamiento de la capital con la actual empresa concesionaria de los servicios de recogida de la basura y limpieza viaria, Urbaser, a la que el Consistorio ha venido pagando puntualmente los recibos pendientes hasta quitarse de encima un total de 19 millones de euros. El loro de la basura, acumulado desde la época del socialista Fernando Martínez como alcalde, alcanzó los 33,3 millones, débito que el actual equipo de gobierno pretende hacer desaparecer en su totalidad dentro de dos años.

La deuda de la basura es el mayor agujero municipal contraído desde 1986, y ha sido objeto en varias legislaturas, encabezadas por diferentes alcaldes, de acuerdos con la empresa concesionaria para poder hacer frente a los pagos reclamados sin dejar desnudas las arcas públicas. En 2008, el actual regidor, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, llevó a Pleno un pacto novatorio con el que se reajustaba el calendario de quitas a lo largo de ocho años, periodo que culminará en 2015, cuando el Ayuntamiento habrá abonado a Urbaser los 14 millones que en la actualidad todavía le pesan de deuda contabilizada hasta diciembre de 2007.

La misma tiene origen durante la Alcaldía de Fernando Martínez, cuando las arcas municipales eran más que flacas y en la que hubo momentos en las que el Consistorio tuvo graves problemas hasta para poder atender las nóminas de los trabajadores municipales.

En 1997, ya con Juan Megino, los populares en el Gobierno firmaron un convenio con entonces Onix-Itusa (luego Tecmed y ahora Urbaser), con el que hacer frente a la deuda contraída con pagos hasta 2008 para saldar los 3.000 millones de las entonces existentes pesetas (18 millones en euros, aproximadamente). Durante este mandato y el siguiente, el correspondiente a Santiago Martínez Cabrejas, el Ayuntamiento dio cumplimiento al acuerdo. Cuando el socialista tuvo que abandonar la Alcaldía, restaban, en 2003, 9.221.250 euros, cifra que los intereses de demora han elevado a casi 6 millones más, ya que desde entonces y hasta diciembre de 2007, el Consistorio no volvió a atender los débitos.

A la suma de las dos últimas cantidades hay que agregarles facturas por servicios especiales no contemplados en el canon de 2002 y otros conceptos que engordaron la deuda hasta los citados 33,3 millones, que el concejal Pablo Venzal, entonces al frente del área de Hacienda, se encargó de renegociar.

El nuevo convenio que el equipo de Gobierno aprobó en mayo de 2008 prorrateó el débito con pagos, progresivamente más elevados, desde ese año, con un primer ingreso cercano a los 2,5 millones, hasta 2015, cuando se abonará 4,9 millones. De saldar el Ayuntamiento la deuda en su totalidad, habrán transcurrido casi 30 años desde su origen.

La operación financiera fue muy compleja. Y no solo por la considerable cuantía. En la misma, el equipo de gobierno incluyó facturas afectadas por las sentencias a favor de Urbaser por impagos denunciados por la concesionaria, así como la anulación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía del plan de Servicios recurrido en 2005 por el PSOE, motivo por el cual el Grupo Municipal Socialista no respaldó en Pleno la operación diseñada por Pablo Venzal.