El cadáver del bebé estaba enterrado entre plásticos, telas y bidones de fertilizante

Una infravivienda en pésimas condiciones, precaria y rodeada de residuos agrícolas, en un camino rural del paraje de la Cimilla, a escasos metros de la estación de la ITV, fue el escenario que encontró ayer la Guardia Civil cuando acudió a investigar la aparición del cuerpo sin vida de un recién nacido. Una vecina encontró la placenta en un balsa cercana a la casa y alertó al Servicio de Emergencias del 112 Andalucía y a partir de ahí se movilizó un operativo liderado por la Benemérita que mantiene abierta la investigación.

El cadáver se encontraba entre plásticos, telas y prendas desgastadas, un colchón y bidones de agua y fertilizantes, junto a la vivienda en la que residía la presunta autora del crimen. Aunque la actuación se encuentra bajo secreto de sumario, ha trascendido, en base al testimonio de los vecinos de la zona y los primeros datos de la investigación, que la mujer habría dado a luz de forma clandestina y a los pocos días decidió quitarle la vida al recién nacido por la situación de absoluta precariedad en la que se encuentra.

Los vecinos llevaban días de incertidumbre porque la habían visto embarazada y después no había rastro del bebé ni de la barriga. La mujer fue trasladada a los calabozos de la Comandancia de Almería tras el hallazgo por los agentes de la Policía Judicial del cadáver a última hora de la tarde de ayer a la espera de pasar a disposición judicial para prestar declaración ante el juez.