Calor en Almería: si lo de ahora parece mucho, lo peor está por venir

Dormir será cada vez más difícil. Si las altas temperaturas actuales ya resultan agobiantes, las proyecciones climáticas para Almería dibujan un escenario aún más extremo. Según el informe Análisis de la evolución futura bajo escenarios de cambio climático publicado por la Junta de Andalucía en 2024, la provincia podría afrontar más de 90 noches tropicales al año a finales de siglo. Hoy apenas se superan las diez.

90 noches tropicales y 60 días de ola de calor

Uno de los datos más alarmantes del estudio, basado en modelos del IPCC, es el aumento sostenido de las noches tropicales, aquellas en las que la temperatura mínima no baja de los 20 ºC. En el peor de los escenarios (SSP5-8.5), Almería capital superaría las 90 noches anuales hacia 2100. Incluso en proyecciones intermedias (SSP2-4.5), se alcanzarían más de 50 noches al año.

Pero el cambio no se limita al futuro lejano. Entre 2035 y 2045, la provincia ya podría registrar entre 30 y 45 noches tropicales anuales, es decir, tres o cuatro veces más que ahora.

Durante el día, el panorama es igual de preocupante. Las olas de calor —episodios de varios días consecutivos con temperaturas extremas— también se multiplicarán. En los escenarios más pesimistas, Almería podría alcanzar los 60 días de ola de calor al año. Actualmente, apenas hay entre 5 y 10.

Veranos más largos, noches sin tregua

Las consecuencias van más allá del malestar térmico. El calor nocturno afecta directamente al descanso, al sistema cardiovascular y al uso energético. Además, el informe advierte del aumento de las llamadas noches ecuatoriales, con mínimas por encima de los 25 ºC, especialmente en zonas urbanas.

La temperatura máxima media en verano podría subir entre 4 y 5 ºC respecto al periodo 1961-1990. Eso significa alcanzar los 40 ºC de media en zonas del interior y los 33 ºC en el litoral, incluyendo áreas densamente pobladas como la capital, el Bajo Andarax o el Campo de Níjar.

El clima de Almería será cada vez más subtropical

El documento concluye que la transformación climática de Almería será estructural y permanente. Los veranos serán más largos, los inviernos menos definidos, y el modelo climático se parecerá cada vez más al de una zona subtropical. Esto afectará a sectores clave como la agricultura intensiva, el turismo de sol y playa, la planificación urbana o la sanidad pública.

Las ciudades deberán adaptarse: se necesitarán cubiertas vegetales, más sombra, mejor ventilación natural y espacios públicos frescos para resistir. De lo contrario, las zonas más cálidas del sureste peninsular podrían volverse, según el informe, hostiles para vivir en verano.