200 camiones de leña para S. Antón
La tradicional hoguera calentó ayer a los asistentes en una jornada de convivencia marcada por el viento, el frío y la diversión
Fuego que purifica y que honra. También fuego como gran aliado en una noche muy fría y ventosa. Los vecinos de San Agustín celebraron anoche San Antón con una hoguera gigante de seis metros de altura hecha a partir de 200 camiones de leña que se han ido recogiendo en los tres últimos meses.
El responsable de la Asociación de Jóvenes de San Agustín (Ajusa), Antonio R. Quero, explica que "antes se recogía muchísima leña de la agricultura, daban palés rotos, pero ahora como se recicla más, se va cogiendo de las podas, principalmente, y de particulares que aportan muebles rotos". Cada año se recopilan más de un centenar de camiones, y uno de los años de mayor volumen fue 2005. "Con la nieve se cayeron invernaderos y hubo más leña de lo habitual", recuerda.
La asociación lleva años impulsando esta festividad como parte de una tarde-noche donde la convivencia y la comida son los ejes principales. "Lo más típico es el menú de colesterol", bromea Quero. "Hamburguesas, chorizo, morcilla, tocinetas, carne con ajos... y para los más light, pollo a la barbacoa".
Entorno a la hoguera principal se reúnen los vecinos, y muchos encienden sus propios fuegos, agrupándose en familia o con los amigos. Para colaborar con ellos, desde Ajusa se guarda un camión con leña para las hogueras de particulares que se pone en un espacio apartado junto a la hoguera principal.
La tarde comienza con una tradicional carrera en la que jóvenes del núcleo corren en relevos portando la antorcha que servirá de mecha principal para el fuego y que está presidida por los representantes locales, en esta edición, el primer teniente de alcalde, Ángel Escobar, y el concejal de Cultura y Deportes, José Andrés Cano Peinado.
La salida tiene lugar en la Plaza Cervantes de El Ejido y se alarga durante los 18 kilómetros que separan al centro del municipio de la barriada de San Agustín. "Este año lo han hecho 20 jóvenes de todas las edades, y ha habido 5 chicas y 5 vecinos inmigrantes. Todos quieren participar pero no podemos porque la carrera se alargaría mucho", explica. Para facilitar el trayecto, se habilita un minibús que va recogiendo a aquellos que terminan cada relevo.
Una vez en la meta, todos juntos unen sus mechas formando una antorcha común para encender el fuego que los calienta durante la noche y que comienza a brillar al son de la música. Una charanga, un malabarista, la suelta de más de 50 lámparas de papel voladoras y puestos de dulces y churros ponen la nota de color y sabor.
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