"Tengo claro dónde me dirijo, no tengo prisa y no quiero estancarme"

La tarde de ayer empezó por la mañana con el aplazamiento para el dia 12 de la corrida en la que Esplá, Fundi y Carmona estaban anunciados. Lejos de la desazón que produce tal circunstancia, Vera siempre merece un paseo para visitar el mejor lugar de la provincia para yantar. Evidentemente hablamos de Terraza Carmona, baluarte de la gastronomía almeriense. Y por merecerlo, arrinconamos a Alejandro Carmona abusando de estar en su casa.

-¿Cuándo decide un chaval de Vera ser torero?

-Entre los trece y quince años fue cuajando mi decisión. Y así lo dije en casa. Inmediatamente me apunté en la Escuela Taurina Municipal de Almería. Por casa siempre paraban las figuras, se celebraban las jornadas taurinas y en mi familia hay gran afición por los toros. Con este carburante, arrancó el motor de mi decisión. A ello siempre me ayudó mi espíritu curioso. El ansia por conocer provocó, sin quererlo, que creciera en mi la afición.

-¿Y los comienzos de que fecha datan?

- En el 2005 sin picadores hubo un impulso muy fuerte en mi proyección.

-La decisión era fuerte.

-Yo creo que los momentos de inocencia se acrecienta todo, más aún el personaje del torero. Cuando te gusta el mundo tan llamativo todo aumenta. Había una decisión total, sin fisuras y hasta ahora estoy convencido que acertada.

-¿Y tu experiencia en la Escuela Taurina?

-La experiencia fue positiva. Conocí este mundo, hice grandes amigos que aún mantengo y visité mucho campo para tentar y hacerme torero. Con el tiempo, sin duda la experiencia fue positiva.

-En Almería hubo mucho enfado por la injusticia que se cometió con tu persona en la selección de la final del certamen de Escuelas Taurinas.

-No quiero valorar si fue injusticia o no, pero me dolió mucho. Me hubiera gustado, como no, entrar en la final. Fue una experiencia dura, de mucho sinsabor que me sirvió para fortalecerme.

-Muchos aficionados se preguntan cómo te planteas tu carrera.

-Esta es una carrera de fondo. No tengo prisa, pero no quiero quedarme estancado. Tengo claro hacia donde me dirijo. Cierto es que hay veces que se toman decisiones desde la visceralidad, pero pasado un tiempo tiene que prevalecer la cabeza. Y estoy listo para que esto sea una carrera de fondo y que los pasos que se den sean seguros.

-Y esos pasos, ¿hacia dónde se dirigen?

- Como todos, para ser figura del toreo. Pero fundamentalmente, quiero y deseo el respeto de todos y vivir de mi profesión.

-Dos ferias seguidas anunciado en el ciclo de Almería con dos corridas de encaste Santacolomeño ¿Es duro Chopera con los humildes?

-Que quede claro que tengo que agradecer el trato de la empresa, de todas las empresas que cuentan con mi nombre. Las condiciones hay que aceptarlas porque es lo que hay. Esta etapa es dura y me ha tocado vivirla así.

-¿Hablamos de la alternativa?

-Como antes te he dicho, tiene que primar la cabeza al corazón. El paso de la alternativa hay que hacerlo en el momento correcto. Hay veces que se tarda en coger el oficio. No pretendo lanzarme al vacío. Cuando lo vea, será. Hoy en día, no lo veo. Lo que ocurre es que el aficionado tiene ganas por verme en lo más alto. Y agradezco el interés, pero hay que tener en cuenta que el año pasado fueron doce novilladas las toreadas y que este año llevo solo cuatro. Son pocas y hay que dar tiempo.

-¿Tan difícil es torear?

-Somos muchos los que estamos luchando y el privilegio de las contrataciones es para pocos. Esto se soporta gracias al apoyo de mi familia, de mis amigos y los aficionados.

-¿Se es profeta en la tierra?

-No.

-Siempre se está preparado para el triunfo. ¿Y para el fracaso?

-El fracaso radica en no sentirse realizado. Si uno se siente así, sin engaños, llegará al aficionado y triunfará. Me obsesiona el reconocimiento.

-Los días de lluvia provocan suspensiones pero dan lugar a los recuerdos.

-Recuerdo el primer novillo con caballos, el debut en Sevilla, una visita con la familia a la Mezquita de Córdoba con siete años en la que pasé del monumento y me fui directo hacia donde vendían trastos de torear para turistas...

-¿Hasta cuándo?

-Hasta que pueda y hasta donde sea capaz. Afición y ganas tengo.