Condenan al hijo de unos caseros por cortar el agua a un inquilino como represalia por impago en Almería

La Audiencia Provincial de Almería ha ratificado la condena a una multa de 180 euros por un delito leve de coacciones para el gestor de una vivienda alquilada. El tribunal considera probado que el acusado, hijo de los propietarios del inmueble, cortó el suministro de agua de la casa como represalia ante el impago de varias mensualidades por parte del arrendatario.

El suceso tuvo lugar el 29 de junio de 2024. Según la sentencia, el condenado actuó con la intención de presionar al inquilino, dejándolo sin un servicio básico. La defensa intentó apelar alegando vulneración de la presunción de inocencia, pero la Sala ha rechazado el argumento, destacando que el denunciante ofreció un relato detallado y sin contradicciones en el juicio, mientras que el acusado ni siquiera se presentó a la vista oral para ofrecer su versión.

El fallo confirma que este tipo de actuaciones, dirigidas a restringir el disfrute de la vivienda para forzar el pago o el desalojo, constituyen un ilícito penal de coacciones. Además de la pena de multa de un mes a razón de seis euros diarios, el condenado deberá hacer frente al pago de las costas procesales de la primera instancia y de la apelación.