Coronavirus Almería

“La humedad de Almería puede estar haciendo frente al contagio del coronavirus”

  • “El verano no va a acabar con el virus, lo hará la vacuna, cuando haya”, explica experto epidemiólogo Juan Gestal

  • “El agua de la playa difícilmente lo transmite, pero si no hay distancia de seguridad, sí”

Juan Gestal, experto epidemiólogo a nivel nacional.

Juan Gestal, experto epidemiólogo a nivel nacional. / Xoán A. Soler / La Voz de Halicia

Almería es, junto a Huelva, la provincia de la península con menor tasa de incidencia por coronavirus. Lo fue desde el inicio de la pandemia y se ha erigido como un ejemplo a seguir.

En torno al 55% de los municipios de la provincia no han sufrido caso alguno y más del 70% durante las últimas dos semanas, Ello ha llevado a ciertos sectores a solicitar al Gobierno que Almería lidere la desescalada, y aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez no se ha pronunciado hasta el momento, y sí lo ha ejecutado en La Gomera y La Graciosa (Islas Canarias) y Formentera (en Las Baleares), la insistencia no cesa.

Pero, ¿hay algún motivo por el que Almería haya tenido una incidencia tan baja? Los hay y tienen que ver tanto con el comportamiento de pacientes y sanitarios como con el clima o el distanciamiento de Almería como una isla de infraestructuras. Pero en la baja incidencia también existe un peligro, la falta de inmunidad colectiva, que podría extender el periodo de contagios. Diario de Almería ha conversado con dos expertos para intentar darle respuesta a todos estos interrogantes.

“Durante esta lucha he podido tener conocimiento de cuál es el comportamiento del virus y así mismo de qué hemos hecho nosotros desde el principio. Creo que el secreto de la baja incidencia del virus en nuestra provincia se encuentra en torno a las 600 personas que lo han o están padeciendo", explica el gerente del Hospital Universitario Torrecárdenas, Manuel Vida.

El gerente del centro explica que “el comportamiento de estos pacientes -como muestra del comportamiento general de la sociedad almeriense- con respeto ejemplar a las directrices de confinamiento social, y por otra parte a la asistencia sanitaria que han recibido. Muchos de ellos han comenzado los síntomas y se han confirmado casos de Covid-19 positivos cuando llevaban ya días aislados por haber estado previamente en contacto con otro enfermo al que se le hizo un estudio exhaustivo de contactos y llevó a aislar a personas que posteriormente enfermaron. Pero lo hicieron estando ya aislados y sin volver a transmitir el virus durante la fase asintomática. Por otra parte, a nivel hospitalario se ha seguido igual protocolo con cada paciente que nos ha consultado y aún más estrictos hemos sido con los profesionales que han podido tener un contacto sospechoso”, agrega Manuel Vida.

En cuanto al clima, al contrario de lo que se ha venido extendiendo, la respuesta no está en el calor, sino en la humedad relativa del aire, y aunque este no sea un elemento decisivo y fundamental para frenar el coronavirus, “no le sienta bien”, tal y como explica Juan Gestal, experto epidemiólogo a nivel nacional, ex decano de la Facultad de Medicina y Odontología de Santiago de Compostela (USC), catedrático de Medicina y Salud Pública y profesor emérito de la USC.

“A este virus, de las características climatológicas, lo que no le sienta bien es la humedad relativa alta. Los virus respiratorios requieren menos humedad para propagarse, por eso se contagia más en invierno y en climas fríos y secos, pero si la humedad relativa del aire es superior a 40% o 50% dificulta su transmisión. El calor también hace algo, pero es más fundamental la humedad”, explica Juan Gestal.

¿Y cuál ha sido la humedad relativa del aire en Almería desde marzo? En marzo de un 61%, en abril de un 77% y en lo que se ha avanzado del mes de mayo se acerca al 80%. Pero a pesar de que la humedad de Almería combate de frente el coronavirus, no es un aspecto fundamental a la hora de erradicarlo, aunque ayude.

¿Y la ausencia de infraestructuras de la provincia, han ayudado? Evidentemente. “Eso, en este caso, para esto solo, es bueno. La provincia está más protegida”. Los focos iniciales en Almería llegaron procedente de Milán y viajes del Imserso. La transmisión, después, se propagó por los centros sanitarios con los primeros casos, las residencias y a nivel domiciliario, pero en casos mínimos.

La edad media de los almerienses, que es la más baja de la península, con 40,3 años de media, también puede haber ayudado, aunque no a contagios, pero sí a reducir el número de decesos.

Con todo esto, ¿debería estar liderando Almería desescalada en Andalucía y ser pionera en la península? Realmente, no sería ninguna locura. “Lo lógico es que Almería comience la desescalada, hay que resolver esto de la mejor manera posible. Quién conoce mejor Andalucía que el gobierno de su región. No es querer saltarse nada. Los criterios sanitarios deben cumplirse. Yo soy partidario de que desaparezcan los casos en la zona para una movilidad mayor, pero para dar luz verde en una zona no debiera haber transmisión de casos”, sentencia el experto epidemiólogo.

Pero la baja incidencia de coronavirus en Almería tiene un aspecto negativo, la no existencia de inmunidad colectiva. Con apenas 700 contagios (según fuentes oficiales) dentro de una provincia de más de 700.000 habitantes. “Lo que sabemos es que el porcentaje de personas que han desarrollado inmunidad es bajísimo, por tanto, no hay una inmunidad colectiva frente al virus. La enfermedad se puede seguir propagando incluso en verano. Vamos a andar con pies de plomo hasta que tengamos una vacuna. Si la tenemos para el otoño-invierno del año que viene... bendito sea Dios”, argumenta Juan Gestal.

¿Qué posibilidades hay de contagiarse en la playa o en la piscina?

“Hemos sido demasiados hipocondríacos y creemos cosas rarísimas. La gente ha cogido manías... limpiarse y desinfectar los zapatos al entrar en casa, quitarse rápidamente la ropa y lavarla, limpiar las ruedas de la bicicleta del niño... El dinero tiene infinidad de gérmenes, pero por el hecho de pagar y coger la vuelta es muy difícil el contagio. Es un absurdo muy grande. Así no se transmite absolutamente nada. En la calle no está el virus. Los virus están en la rinofaringe de las personas, fuera duran muy poco tiempo, se alargan más en otras condiciones, en laboratorios. Lo que le contagia es cuando alguien tose en su mano, te la da y después te la llevas a la boca. El coronavirus, principalmente, se contagia en espacios cerrados, por proximidad y duración del contacto físico para que pueda producirse el contagio. De ahí que los mayores contagios se hayan dado en hospitales, residencias de ancianos, viaje en tren, autobús, metros... Si mantenemos distancia de seguridad, lavado de manos y usamos mascarillas, la propagación se resiste”.

Por lo tanto, según Gestal, en la playa habrá contagios si no se respeta la distancia social. “A este tipo de virus no le va bien el agua de mar por el cloruro sódico. Por ahí no se va a transmitir. Las piscinas están tratadas con cloro, y eso tampoco le hace bien al coronavirus, no debe propagarlo. En la actualidad el Instituto de Calidad Turística Española está elaborando un protocolo y ha solicitado informes, en breve se dará información sobre ello. Pero lógicamente, tanto en piscinas como en playas habrá que disminuir el número de usuarios”.

¿Qué pasará cuándo los madrileños vengan a la costa?

El virus se puede transmitir en verano. El problema es cuando los de otras comunidades autónomas vayan a la costa, a Almería. La movilidad interprovincial parece que hasta julio no la van a autorizar”, explica Gestal. “Ese es un tema que debe manejarse con muchísima prudencia. Las comunidades autónomas deben realizar búsquedas de fuentes de infección para tener un control sobre la población. Quedan dos meses escasos para julio y debe empezar a funcionar. Si no hay vigilancia epidemiológica, no se puede autorizar esa movilidad interprovincial”.

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